Página 2 de 2

Publicado: Mar, 13 Oct 2009 8:58
por MarRevuelta
Es un placer leer poemas tan emotivos y bien escritos. Me encantó pasar por aquí. Abrazos

re: Esta noche...

Publicado: Mar, 13 Oct 2009 11:41
por José Manuel Sáiz
Precioso poema éste que acabo de leer. Suave, elegante, conciso... y escrito con una cadencia que permabece en la mente del lector por un tiempo. Los poemas de amor siempre estarán de moda si se escribe de esta forma.
Un abrazo Rafael.
J. Manuel

Publicado: Mar, 20 Oct 2009 20:19
por Rafael Valdemar
eduardo gracias por pasarte por mis versos y dejar constancia de ello

saludos

raf

Publicado: Lun, 26 Oct 2009 21:00
por Rafael Valdemar
Mar gracias por la lectura del poema y por dejar tus palabras

saludos

raf

re: Esta noche...

Publicado: Jue, 29 Oct 2009 17:10
por Iben Xavier Lorenzana
.



Esta noche, sin ella, he de dormir callado,
me abriagaré con la paz de su silencio
mientras a la intemperie morderá el frío
al lenguaje inquieto de mi carne.


Oye Raf... Te agradezco que me hayas leído, pero tú sí que escribes muy bien. Bravo, poeta!

Abrazos - Iben



.

Publicado: Jue, 05 Feb 2015 17:59
por Rafael Valdemar
Eduardo gracias por pasarte por su día por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

re: Esta noche...

Publicado: Dom, 14 Jun 2015 11:02
por Rafael Valdemar
Gracias Mar por pasarte en su momento por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

Re: Esta noche...

Publicado: Dom, 14 Jun 2015 15:18
por Carlos Justino Caballero
Rafael Valdemar escribió:Esta noche dormirá mi amante
desnuda en el valle oscuro de la niebla.
Por el umbral de la luna como tigre en celo
ya ruge ansiosa su congoja.
Con la nostalgia azul de su niñez
y la balada triste del jilguero, anuncia
la presentida muerte de este pulso carnal
a la hora en que la tierra sobre el crepúsculo llora
a los naúfragos que el mar entierra en su sepulcro.
Hay lágrimas de sal en los sargazos
y la luz de febrero crece herida en los temperos.
Mi corazón arde, la sangre de los cerezos incendia,
mientras se columpian las aves del pecado
entre nubes de semen infecundo:
sobre el pubis del alba se vierten igual que lluvia ácida.

Hasta mí llega su intrépida promesa,
su antiguo olor de la mandrágora.
Quiero morir en el ansia de sus labios,
o en el vino del deseo que sus arterias lleva.
(Cubriré a mi cuerpo con un sudario de besos
y sobre una lápida de recuerdos podré escribir
su testamento en forma de epitafio)
Pero sólo la nombro para saber que estamos vivos:
anhelo probar en el ánfora de su boca
el néctar de la piel que se derrama vírgen
sobre los templos que el desamor arrasa.
Esta noche, sin ella, he de dormir callado,
me abriagaré con la paz de su silencio
mientras a la intemperie morderá el frío
al lenguaje inquieto de mi carne.
Derroche de talento que se disfruta en cada verso de un poema maravilloso, poeta! Mis parabienes.