Editorial Alaire

Bellísimo poema, querida amiga Carmen.
No hay duda, estás en una forma impresionante, todo lo que escribes tiene sentido y eso, colega, como bien sabes, es una cuestión de clavar los codos, hasta que llora el hueso que los mantiene.
Lo estás consiguiendo, esa sencillez que buscas ya resulta apabullantemente hermosa.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un fuerte abrazo.

Hola Carmen

A menudo un silencio habla más que mil palabras, amiga mía. Excelente poema. Un abrazo.
Mario.

Poema para leer y releer una y otra vez hasta anclarlo en la memoria.
Bellísimo


Mi abrazo

tremendo! breve y absolutamente contundente!

adoro tus poemas!

Javier Cañas Belmar escribió:

carmen iglesia escribió:Rozo la palma de tu mano
y en el centro hallo el hueco de un dolor
que no me pertenece;
una línea de sal que es ilegible,
un mapa que la piel no desordena.
Apenas si te encuentro en el enigma,
permaneces inmóvil,
velado como un sobre sin abrir.
Misterioso y distante,
oculto en la lectura del silencio.
Nunca hablas:
afirmas que la voz es de los débiles.

Bello poema Carmen, su lectura, sobre todo el último y maravilloso verso, me hizo recordar quien dijo (no recuerdo con exactitud) dime quién permanece en silencio que con él quiero y podré hablar...muchísimas veces quien escucha y habla en silencio se comunica mucho mejor que quien habla...palabras, palabras....particular interpretación la mía, esto es lo mágico de la poesía...el leer, sentir y comentar a bote pronto....saludos bajo la noche.

javi

Estoy de acuerdo contigo, Javi, los silencios son necesarios en cualquier conversación y saber escuchar ya ni te digo...

Muchas gracias por tu lectura.

Un abrazo,

Carmen

Aubriel Camila de la Prad escribió:

carmen iglesia escribió:Rozo la palma de tu mano
y en el centro hallo el hueco de un dolor
que no me pertenece;
una línea de sal que es ilegible,
un mapa que la piel no desordena.
Apenas si te encuentro en el enigma,
permaneces inmóvil,
velado como un sobre sin abrir.
Misterioso y distante,
oculto en la lectura del silencio.
Nunca hablas:
afirmas que la voz es de los débiles.

A mí, como a Ramón, también me gustaría tener un libro con tus poemas. Son geniales.

Besos, Carmen, y mis aplausos una vez más.

Gracias por acompañarme en ésto, Aubriel.

Un beso gordo para ti,

Carmen

javierdicenzo80 escribió:Muy buen poema, sintetico pero excelente.
javier

Me alegra mucho que te gustara y me lo contases, Javier.

Un abrazo,

Carmen

Hallie Hernández Alfaro escribió:Bellísimo, Carmen! Se me ha quedado el alma en este silencio tan bien poetizado.

Felicitaciones y aplausosss!

Besos y un abrazote.

Hallie

Gracias, Hallie, como tú dijiste hace poco, es un placer compartir contigo desde hace ya tanto tiempo...

Beso gordo,

Carmen

Marian Ramentol Serratosa escribió:

carmen iglesia escribió:Rozo la palma de tu mano
y en el centro hallo el hueco de un dolor
que no me pertenece;
una línea de sal que es ilegible,
un mapa que la piel no desordena.
Apenas si te encuentro en el enigma,
permaneces inmóvil,
velado como un sobre sin abrir.
Misterioso y distante,
oculto en la lectura del silencio.
Nunca hablas:
afirmas que la voz es de los débiles.

AMEN.

Ese final, sin desmerecer el resto del poema que es imponente, es de pura antología...

Contigo mis ojos se rinden...

Un besote
Marian

Ya sabes cómo me gusta verte por aquí y por allá, Marian.

Gracias por estar y besotes para ti,

Carmen

Just Gafar escribió:Apenas si te encuentro en el enigma,
permaneces inmóvil,
velado como un sobre sin abrir.
Misterioso y distante,
oculto en la lectura del silencio


Ahh Carmen, es tan difícil expresar lo que la palabra causa interiormente, esta mezcla de júbilo y nostalgía, uno siente ganas de correr, de correr sin descansar, de correr desesperadamente!!! Aunque no sabría decirte hacia que sitio. exactamente. Me gustaría pensar que estas equivocada con aquel poema en que citabas"La belleza no es un lugar".


Gracias por compartir

Qué bueno que te acuerdes de ese poema, Just... créeme, a mí también me encantaría estar equivocada en eso...

Muchas gracias por tu comentario. Me encantó.

Un beso,

Carmen

Rozo la palma de tu mano
y en el centro hallo el hueco de un dolor
que no me pertenece;
una línea de sal que es ilegible,
un mapa que la piel no desordena.
Apenas si te encuentro en el enigma,
permaneces inmóvil,
velado como un sobre sin abrir.
Misterioso y distante,
oculto en la lectura del silencio.
Nunca hablas:
afirmas que la voz es de los débiles.



No importa tu silencio
porque sigues hablando
con los ojos que pones cuando callas.


Me ha encantado este poema, Carmen. Tiene profundidad, ritmo y belleza. Qué más se le puede pedir a un poema?
Gracias por hacerme pasar tan buenos ratos.

Un abrazo.

Hay poco mas que decir. Ya te lo han dicho todo...Tus poemas son como pensamientos para recoger en una antología...Grande...Besos...

emerio henriquez escribió:Me apunto al deseo de Ramón.Ver en papel este hermoso poema y tantos otros que nos has regalado,igual de hermosos.
Tu poesía tiene una condensación de imágenes con la que trasmites en unos pocos versos tal hondura de sentimientos que nos dejas clavados en su belleza.
Enhorabuena Carmen,un saludo.

Muchas gracias por tu comentario y tu valoración, Emerio. Me alegra mucho que te gustara el poema.

Un saludo para ti,

Carmen

Ignacio Fajardo escribió:Tremendos versos sobre los que no voy a elucubrar, dado que ultimamente meto mucho la pata. La última expresión, rotunda, es una afirmación clara de cobardía. En el silencio se escudan los que temen oir su voz y las verdades que más duelen. El silencio es cómplice.

Un beso, poeta.

Hola Ignacio, puedes elucubrar porque me encanta que lo hagas... y sí, tienes razón, hay silencios cobardes y cómplices y otros, sin embargo, habladores, inteligentes y necesarios...

Un besote para ti. Me alegra que vengas.

Carmen

Rafel Calle escribió:Bellísimo poema, querida amiga Carmen.
No hay duda, estás en una forma impresionante, todo lo que escribes tiene sentido y eso, colega, como bien sabes, es una cuestión de clavar los codos, hasta que llora el hueso que los mantiene.
Lo estás consiguiendo, esa sencillez que buscas ya resulta apabullantemente hermosa.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un fuerte abrazo.

Hola Rafael,

Una cosa que estoy recién aprendiendo es a tener paciencia con los poemas... o tal vez son ellos los que la tienen conmigo (je)... no lo sé...

Me alegra mucho que te gustara el poema.

Un abrazo,

Carmen