Editorial Alaire

Antonietta Valentina escribió:Sólo diré que es un poema magnífico en mi humilde criterio y lo que produce en mí su lectura. Con mi cariño que ya conoces bien, dejo un abrazo fuerte

Rafel Calle escribió:Precioso poema, querido amigo, que ha sido un placer leerte.

El trabajo, a mi juicio, denota la capacidad del poeta en el ámbito de la poesía mayor. Poesía difícil, poesía de altura. Elaborada, compacta. Con mensaje.

Tanto el ritmo, irregular, como la propia construcción de los versos, opino que pueden mejorarse. Pero existe el poeta y, eso, eso es lo más importante.

En fin, felicidades por el poema.
Te mando un fuerte abrazo.

Alonso de Molina escribió: Envuelto en las neblinas del hambre
el polvo seco de la ausencia
y mis máscaras como si un rostro fuera,
desdibujado y trémulo, sin cera virgen
que sellara los límites de mis nubes,
¿He dicho nubes?
¿Qué puedo a la sazón decir
del bordado de mis ojeras,
de mis apuntalados días,
de mi simpar indiferencia?
¿Y de ese gran torturador?
¿Qué puedo refrendar
de un impasible corazón que se empeña
en taponar las emociones?

Soy un ser harapiento alimentado de pereza.
De los vergeles, desprendidas las manzanas
se pudren en mis manos
y regresan solícitas
a la intimidad de los gusanos,

un pozo negro sin raíz ni origen
donde precipitar los pecados,
esconder la avaricia
y romper los cimientos
de la mediocridad;
la impedida gramática
que infame se derrumba
sobre los amuletos de mi suerte,
para hostigarme sin pretextos,
descarada y soez
como ceniza en blanco traje de novia

Y esa bestia feroz, hambrienta y miserable
¿Podrá ser regresada a la luz?
Y tras zarandear al sol entre delirios
¿Quién creó el Tercer Ojo de la distancia?


De la serie de poemas
¿Acaso temes verte por dentro?

Rev. 26-01-08