Editorial Alaire

Luis Oroz escribió:Un poema de complicidades, que logra trasmitir la fuerza del origen.

y compruebo
que este sonido agreste y estival se impone al aire
a la vez que lo consume. Parece, como si
toda la tierra de los campos
hubiese penetrado en sus gargantas,

Preciosa "sintonía" hombre-tierra, donde el esfuerzo y la pasión tiñen los versos para dejarnos un paisaje costumbrista.

Me gusta mucho ese final, esa conciencia que es capaz de caminar en paralelo y acercar las distancias físicas y emocionales.

Un placer querido amigo.

Luis Oroz.

Muchas gracias Luis, como siempre, me alegra tu visita. Un saludo

Mario Martínez escribió:Hola Emilio.

yo lo vivo cada día: pertenezco a ese mundo del que habla la poesía.

Me alegra conocer a alguien que vive como yo, en el mundo rural, en ese mundo de tierra, cosechas y sudor, y que además sabe expresar lo que ve y siente cada día en un excelente poema. Abrazos desde la Rioja, un placer leerte.
Mario.

Bueno, Mario, te mando un saludo desde otra gran zona vitivinícola, La Mancha, concretamente desde un pueblecito, Santa Cruz de los Cáñamos (Ciudad Real). A mí también me alegra conocer a alguien del medio rural. Un saludo

Nésthor Olalla escribió:Dejo mi huella y me llevo la mejor de las impresiones al pasar por tusa letras.


Un abrazo, amigo

Pues, me alegra, amigo Nésthor, el que te haya gusta. A mí me alegra que hayas pasado por aquí. Un saludo

Ramón Carballal escribió:El poema tiene ecos de labor y de vida sencilla. El tono nostálgico me hace pensar que evoca recuerdos del pasado. Si es así, tú también llevas tierra en la boca, y, desde luego que es motivo de orgullo. Un abrazo, Emilio, y enhorabuena por tu excelente poema.

Ramón, como siempre, me alegra especialmente tu visita. Un saludo

Pilar Morte escribió:No sé como se me pasó este poema. Me ha encantado, el pueblo, las gentes, y ese final que identifica.
Un abrazo
Pilar

Pilar te agradezco tu asiduidad y tu generosidad. Un abrazo

Sara Castelar Lorca escribió:Lejos de los planteamientos técnicos, que pueden servir o no, según se mire, está la gran carga poética que desprende tu texto, Emilio, hay poemas que se desprenden del interior a los dedos y se dejan caer en la emoción del otro...este es el caso.
Un verdadero placer leerte

Abrazos

Sara

Ciertamente Sara, en este tipo de poesía que intentos desarrollar o vislumbrar en este periodo de mi vida, los planteamientos técnicos, están suponiendo un escollo difícil de superar. Tengo muchos problemas con este tipo de métrica que requiere de ciertos recursos que, aún no poseo. Como bien adviertes, el poema aunque con ciertas pautas de tono (no conseguidas) funciona más por intuición que por carga retórica o técnica. Sin duda, tengo mucho que aprender, espero hacerlo junto a vosotros. Un abrazo

Brotará una lágrima en esa garganta con arena.En esa nueva garganta con arena que quiere la libertad, blanca. Quizá, para escribir una nueva historia. Gran sentido de ubicuidad.
Saludos ideales.

Notables versos muy bellos. Felicitaciones, felicitaciones querido compañero.

Poema cojonudo.
Después de leerte me dan ganas de quemar todo lo que escribo.
Este poema es muy bueno, va mucho más allá de lo que dice.

Abrazos, saludos, besos, reverencias, porros y lo que quieras recibir de mi.

José

Estoy con Segundo, un poema verdaderamente "cojonudo"; el lugar, el aire, la luz, la voz, el verso la palabra y su tinta, se hacen uno con la tierra; te toca una mano de sano y purísima tierra todos los interiores.

Un verdadero placer, amigo Emilio.

El poema es excelente, estoy de acuerdo con los comentarios anteriores.
He disfrutado tus letras.
Un saludo cordial.

Tierra en la boca

En las noches de verano
las palabras de las gentes de mi pueblo
suenan
a rueda de carro rozando la acera.
Yo las escucho venir
desde una altura mayor a sus voces
y compruebo
que este sonido agreste y estival se impone al aire
a la vez que lo consume. Es algo, como si
toda la tierra de los campos
hubiese penetrado en sus gargantas,
como si el día no hubiese concluido aún,
en esa voces,
y purgase y obligase
a germinar
el sonido que procede de la arena y del trabajo de la azada.

Salen a la noche los instintivos sonidos. Hasta aquí
me llegan, displicentes, mientras,
alguien ausente me habla de mi voz, alguien que no esta´,
y sin embargo, alude a la escritura
bronca y quebrada que sale de mi boca.

Ya es tarde para preguntarse por mi voz,
si acaso a mi boca ha bajado la tierra como en ellos,
y como en ellos,
mi voz cansada se enrudece
en estas letras que se escriben sobre blanco.

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Muy hermoso trabajo, amigo Emilio. Me ha gustado mucho.
En verdad consigues buenos versos en todos los pasajes de la obra.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un cordial saludo.