Óscar Distéfano escribió:Desde un tiempo sonríes con los labios mordidos
y llegas a la casa con olor a futuro.
Al desvestirte olvidas
en el perchero tus anécdotas.
Quise, por un minuto, suicidar
al ángel del espíritu que sueña,
reponer las baldosas
desprendidas de nuestro acceso,
y al irrumpir la noche
correr a la cerveza que enfriaste.
Estas meditaciones
pretendían salvar
el adarme de amor obsesionado.
En el jardín tan sólo resta
trasplantar crisantemos bajo la magnolia,
bulbos de lirios frente a los jazmines,
y ha extraviado los cristales de color mi retina,
ve las flores en blanco y negro.
Abatido,
anoche decidí perderte.
Mis cosas
—los textos esparcidos, la guitarra, el ordenador—,
no las toques.
Probablemente, en el vestíbulo,
con muy pocas palabras me retengas.
Es un poema especial, Oscar. Uno de ésos en los que se entra, se lo transita, se lo vivencia.
Un gusto enorme leerte.
Besos y felicitaciones!