Editorial Alaire

emerio henriquez escribió:Joan, primero en el supermercado, ahora en bicicleta, esta poesía tuya no para.Y haces bien porqué así, subidos a sus alas , podemos difrutarla mientras nos pasea por tu imaginativo universo que se eleva desde lo cotidiano y nos descubre otra forma de mirar.

Un placer de lectura amigo, un abrazo grande.

Pilar Morte escribió:¡Qué maravilla ir poniendo poesía por la ciudad. Un placer , original
Un abrazo
Pilar

Ricardo Serna G escribió:Tristany Joan Gaspar,

Original
y de extraodinaria forma


te felicito, querido amigo

Un abrazo fuerte

Marian Ramentol Serratosa escribió:Genial el guiño poético, Tristany. Combinando ingnuidad, danza, e ironía.

Pero díle, si te la vuelves a encontrar que no se ponga el vestido de verso libre si luego va a rimar, aunque sea un instante, con una métrica perfecta, y en endecasílabos nada menos, que si quiere le presto zapatos asimétricos y ropa interior con ritmo interno, entonces sí que podrá montar en bici vestida de verso libre. jajajaja, es una broma.

Un abrazote
Marian

Julio González Alonso escribió:

Tristany Joan Gaspar escribió:Hoy he visto a la poesía en bicicleta.
“Mírala pedaleando”.


Hoy he sido testigo
de ver pedalear a la poesía
en una bicicleta amarilla,
con su pelo castaño recogido.

Precioso, tierno, ingénuo, pícaro y otros muchos adjetivos podríamos adjuntar a un poema que me ha encantado por su frescura y porque exhala un agradable y dulce aroma de optimismo. Las notas a pie de poema son otro poema, con sana ironía. Gracias por este rato de lectura, de buena lectura, Tristany.
Salud.

Aubriel Camila de la Prad escribió:

Tristany Joan Gaspar escribió:Hoy he visto a la poesía en bicicleta.
“Mírala pedaleando”.

Al ritmo de su musical
camiseta blanca
esparcía versos
sobre los expectantes adoquines
de una antigua plaza de Madrid.

El color “camuflaje” de sus pantaloncitos
ajustados a lo alto de sus piernas
ha sido la primera señal
que ha despertado
el bucle del oxidado artefacto
de eso que llamo “mi lírica”.

Hoy he visto a la poesía en bicicleta.
De verso libre,
rimando un solo instante
con una métrica perfecta.
Cómo pedaleaba,
en endecasílabos,
por la plaza.

Un instante
y su mirada se ha cruzado con la mía.
Casi me atropella la poesía.

Cuando le he guiñado un ojo
la arquitectura de la plaza
ha tomado vida en efímeros latidos,
compases de mi amor por la poesía
en bicicleta.

Cómo pedaleaba asida al manillar,
pintado con metáforas
estelas de acuarelas en las paredes.

Cómo se ha sorprendido
mi inexpresivo encanto
de mis giros y mis bailes
en el centro de la plaza.

Hoy he sido testigo
de ver pedalear a la poesía
en una bicicleta amarilla,
con su pelo castaño recogido.

Que caro me ha salido el resto del día
cuando he visto que iniciaba el camino
hacia el jardín botánico

Cojo el metro en Lavapiés
y me dirijo a Las Musas, claro.
Allí seguro que me dicen algo de la poesía.




Por si alguien está interesado:
“Lavapiés” y “Las Musas”
son dos barrios de Madrid (España) y también el nombre
de dos estaciones de metro de esta misma encantadora
y siempre acogedora ciudad.

La bicicleta es un vehículo de dos ruedas y unos pedales
que van unidos a una cadena que mueve la rueda trasera.
(Un ejemplo de bicicleta se puede ver en la película
“Muerte de un ciclista” por ejemplo.)

Y poesía...
................(como decía Gustavo)...............
..................................................................eres tú.

¡Me encanta! Del supermercado a ver pasar la poesía en bicicleta sin escalas.
Tiene mucha ternura este poema, Joan. Mucha.

Besos y mis aplausos. También mi gratitud, disfruté leyéndote.

Ah! Por cierto, gracias por aclararme qué es una bicicleta, no vi la película que mencionás pero tu explicación me da una idea bastante aproximada de cómo es ese vehículo.
Tenés un sentido del humor maravilloso.

Ramón Carballal escribió:Un poema original con esa imagen de la poesía en bicicleta. Además creo que lo has desarrollado muy bien. Me ha resultado de lo más agradable la lectura. Mi felicitación, Joan. Un abrazo.

Antonio Soto escribió:¡Cuánta belleza en hilarante consumación de la alegría! Esos atardeceres en que la rubia cabellera del sol engendra espejos de multicolor alegoría, suelen ser los pasajes a mundos en que el poema se trasciende a sí mismo llevando de la mano al poeta que lo engendra.

¡BRAVO!

Con tu permiso me lo llevo para leerlo cuando la depre amenace con nublar el cielo de mi alma.