Editorial Alaire

Inspirado en los paisajes de ¨ataúdes de sangre¨de Joan Port.

Los atardeceres se me han antojado siempre tristes. Creo que ha de ser por la sensación de fin que entrañan, pero ese disiparse de la luz, dando paso a una segura oscuridad reinante me ponen melancólica siempre.
Creo que lo ví por algún sitio, divagando, mientras observa como las fauces de la tierra se tragan el último suspiro de un sol que se oculta, dando lugar a extraños pensamientos que, como siempre, se sienten muy perspicaces. Evidentemente no me asombra, siempre ha tenido esa facilidad de reflexión digna de aplauso.
Es bueno pasarme por sus sitios de vez en cuando y deleitarme con sus visiones.
Saludos

Muere de sí misma, de su hartazgo, de su hastío o de su cansancio. Muere en sí y para sí, devorando piadosamente las excrecencias discretas de cada día. Y muere también en la sobriedad con que el suicida mata en sí a toda la raza humana.

Me ha parecido un extraoridinario poema, con los merecimientos para formar parte de una antología de poemas contemporáneos clásicos por su excelente manufactura.

Un saludo afectuoso.

Fermín Lasarte escribió:La ciudad se sienta a suicidarse por las tardes.
Todos los parques son testigos.
Y también los edificios,
y los árboles,
y los vagabundos.
Todos callan.
Hasta los pájaros.

Nosotros,
sus hijos piadosos, cobardes
nos dignamos a beber
de la sangre que derrama
su herida de asfalto.

Y, sin siquiera perder una lágrima,
caminamos todos los días
por las frías calles de su cadáver.


Inspirado en los paisajes de ¨ataúdes de sangre¨de Joan Port.


Fermín Lasarte

Un poema que estremece, Fermín.

"y, sin siquiera perder una lágrima,
caminamos todos los días
por las frías calles de su cadáver"

Tremenda imagen.

Besos y mis aplausos.

Estimado Fermín:
poema de un ruismo exquisito.
Saludos.
Amparo

Excelente entrega amigo Fermín

Un poema que mastica hastío urbano, que nos devuelve la indolencia y anonimato que el asfalto nos entrega.

Un abrazo.

Luna de Nos escribió:

Fermín Lasarte escribió:La ciudad se sienta a suicidarse por las tardes.
Todos los parques son testigos.
Y también los edificios,
y los árboles,
y los vagabundos.
Todos callan.
Hasta los pájaros.

Nosotros,
sus hijos piadosos, cobardes
nos dignamos a beber
de la sangre que derrama
su herida de asfalto.

Y, sin siquiera perder una lágrima,
caminamos todos los días
por las frías calles de su cadáver.


Inspirado en los paisajes de ¨ataúdes de sangre¨de Joan Port.


Fermín Lasarte

Tu visión de la realidad no es desconocida, quien te ha leído, la percibe, y tu tránsito así, se vuelve vivo.
Un abrazo Fermín, Luna.-

Qué hermoso comentario Luna, me has dejado una sonrisa. Muchas gracias.
Un abrazo grande.

Rafel Calle escribió:Muy hermoso poema, querido amigo Fermín, donde veo una predisposición técnica admirable. Creo que tienes el ojo clínico de los poetas que dicen, es decir, hay una gran intuición poética.
Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema.
Un cordial abrazo para el inspirador y para el inspirado.

Muchas gracias amigo Rafael como siempre tus comentarios son bienvenidos y sustanciosos. Agradezco eso de predisposición técnica, porque generalmente es lo que me falta.
Un abrazo grande!

Mario Martínez escribió:Cierto, Fermín, no sólo las calles, la vida se suicida cada día y nace de nuevo al siguiente día.
Me gustó el poema, amigo mío. Un abrazo.
Mario.

Bueno Mario encantado de que te haya gustado. y sí, no solo la ciudad se suicida por las tardes.
Un gran abrazo amigo.

Liz Barrio escribió:Espléndidos versos, claros y armoniosamente sentidos.
Un abrazo poeta, ha sido un gran placer leerte este poema,

Gracias Liz, siempre un placer leer tus comentarios. Un abrazo grande.

Maika Silva escribió:Inspirado en los paisajes de ¨ataúdes de sangre¨de Joan Port. Los atardeceres se me han antojado siempre tristes. Creo que ha de ser por la sensación de fin que entrañan, pero ese disiparse de la luz, dando paso a una segura oscuridad reinante me ponen melancólica siempre.Creo que lo ví por algún sitio, divagando, mientras observa como las fauces de la tierra se tragan el último suspiro de un sol que se oculta, dando lugar a extraños pensamientos que, como siempre, se sienten muy perspicaces. Evidentemente no me asombra, siempre ha tenido esa facilidad de reflexión digna de aplauso.Es bueno pasarme por sus sitios de vez en cuando y deleitarme con sus visiones.Saludos

Tati, qué placer es leer sus comentarios, me siento identificado con sus visiones, a veces pienso que sus comentarios podrían ser poemas:

¨
Ese disiparse de la luz,
la sensación de fin
dando paso a una segura oscuridad reinante.
Mientras observa
como las fauces de la tierra
se tragan el último suspiro
de un sol que se oculta,
dando lugar a extraños pensamientos.¨



Ve qué hermoso srta. Ya sabe cuanto valoro su aporte, solo me queda agradecer por sus palabras.
Un abrazo grande!

Antonio Soto escribió:Muere de sí misma, de su hartazgo, de su hastío o de su cansancio. Muere en sí y para sí, devorando piadosamente las excrecencias discretas de cada día. Y muere también en la sobriedad con que el suicida mata en sí a toda la raza humana.

Me ha parecido un extraoridinario poema, con los merecimientos para formar parte de una antología de poemas contemporáneos clásicos por su excelente manufactura.

Un saludo afectuoso.

Señor Soto le agradezco su cálido comentario. Como le dije a Maika, usted completa la obra, con su entendimiento, con su ojo que observa y entiende. Y coincido Antonio, la ciudad muere para sí y en sí, en un acto profundamente egoísta, pero comprensible.

Un placer contar con usted, su aporte es muy valioso para mí. Le mando un cordial saludo.

Aubriel Camila de la Prad escribió:

Fermín Lasarte escribió:La ciudad se sienta a suicidarse por las tardes.
Todos los parques son testigos.
Y también los edificios,
y los árboles,
y los vagabundos.
Todos callan.
Hasta los pájaros.

Nosotros,
sus hijos piadosos, cobardes
nos dignamos a beber
de la sangre que derrama
su herida de asfalto.

Y, sin siquiera perder una lágrima,
caminamos todos los días
por las frías calles de su cadáver.


Inspirado en los paisajes de ¨ataúdes de sangre¨de Joan Port.


Fermín Lasarte

Un poema que estremece, Fermín.

"y, sin siquiera perder una lágrima,
caminamos todos los días
por las frías calles de su cadáver"

Tremenda imagen.

Besos y mis aplausos.

Gracias Aubriel. Siempre es grato encontrarte entre mis letras, brindo por eso. Te mando un abrazo grande. l

Amparo Guillem escribió:Estimado Fermín:
poema de un ruismo exquisito.
Saludos.
Amparo

Gracias Amparo, una grata sorpresa encontrarla por aquí. Le confieso que tuve que buscar en el diccionario la palabra ¨ ruismo ¨ jaja. Saludos afectuosos.

J. J. M. Ferreiro escribió:Excelente entrega amigo Fermín

Un poema que mastica hastío urbano, que nos devuelve la indolencia y anonimato que el asfalto nos entrega.

Un abrazo.

Así es amigo Ferreiro. Sobre esa base se construyo el poema, el hastío y el anonimato. Sabio su ojo señor.
Muchas gracias por pasar y dejar su comentario, es un placer para mí.
Un abrazo.

Me parece un poema excelente, Fermín. Desentrañas el alma de la ciudad en versos muy atinados. Un abrazo.