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carmen iglesia escribió:Por las noches me mudo a tu garganta.
Abandono la tierra que sostiene mis pies
y busco la saliva que construye tu boca.
Y entonces me hago líquida.
O de arroz, como el hambre que se come a los niños,
huérfana en el ombligo de la luna.
Tan plena de deseo,
tan amplia y tan redonda como el beso de un ángel.
Existo sin materia,
agarrada al lugar que me prestaron,
como si dependiera de este cuerpo la luz.
Tan fértil siendo oscura.
Joan Port escribió:En el fondo jode que siempre lo hagas tan bien ni un fallo ni una mala metafora en
fin a muchos se nos queda cara de puercos, jejejeje.
Tienes una fuerza y una profundidad para envidiar.
Saludos
Mario Martínez escribió:Hola Carmen
Hermoso y profundo poena, amiga mía, con unas imágenes muy bellas y una lectura fluida y agradable de leer. Me gustó. Un abrazo.
Mario.
carmen iglesia escribió:Por las noches me mudo a tu garganta.
Abandono la tierra que sostiene mis pies
y busco la saliva que construye tu boca.
Y entonces me hago líquida.
O de arroz, como el hambre que se come a los niños,
huérfana en el ombligo de la luna.
Tan plena de deseo,
tan amplia y tan redonda como el beso de un ángel.
Existo sin materia,
agarrada al lugar que me prestaron,
como si dependiera de este cuerpo la luz.
Tan fértil siendo oscura.
Valentin Martin escribió:Hay mucha mágica sensualidad en tu poema, todo un caudal de sensaciones y sensibilidades que vienen del talento y del aliento poético más puro. Yo siempre disfruto contigo, Carmen, pero quizás esta vez un poco más. Quizás es que el poema es mejor o quizás es que la primavera nos vuelve más vulnerables a los viejos adolescentes. O quizás las dos cosas.
Un beso.
Raúl Pozo Madrid escribió:carmen iglesia escribió:Por las noches me mudo a tu garganta.
Abandono la tierra que sostiene mis pies
y busco la saliva que construye tu boca.
Y entonces me hago líquida.
O de arroz, como el hambre que se come a los niños,
huérfana en el ombligo de la luna.
Tan plena de deseo,
tan amplia y tan redonda como el beso de un ángel.
Existo sin materia,
agarrada al lugar que me prestaron,
como si dependiera de este cuerpo la luz.
Tan fértil siendo oscura.
Carmen, escribes unos poemas envidiables, hermosos... bueno, y del ritmo no te digo nada.
No encuentro ningún verso que sea mejor que los demás.
Un abrazo.
MarRevuelta escribió:El poema es bellísimo, como casi todos los tuyos pero el último verso, cumple dos funciones. Por un lado lo cierra dándolo una fuerza que te deja en espera del próximo, si cabe, con más ganas y por otro, al menos par mí, define muy bien tu poesía. A veces oscura pero siempre fértil.
Un abrazo, María.
Amparo Guillem escribió:Ciertamente vivimos de prestado.
Vivimos de prestado en otro, en otros, en este mundo que nos circunda.
Saludos.
Amparo