Publicado: Vie, 17 Abr 2009 6:34
El poder de la palabra es enorme, como tu poema, ha sido un placer leerte querida Pilar, te dejo mi abrazo grande.
Cecilia
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Ramón Carballal escribió:Es un poema bellísimo, Pilar y como dice Blanca, de una sensibilidad extraordinaria. Un lujo cantarle así a la amistad. Un abrazo.
Óscar Bartolomé Poy escribió:Pilar Morte escribió:En agradecimiento a Rafael
La tormenta humedece las canciones azules
sembrando el aire de polen caduco.
Toma el racimo ajeno buscando el germinado último,
que haga cosecha en los surcos del alma.
La tristeza dibuja la distancia y ciega el norte.
Ya no sirve mirar hacia atrás -al este de la luz-
solo el poniente entiende el rayo que oculta el día´
el que amó cuanto celan las tinieblas,
y nos llevó sendero verde al trono del centro.
Hoy despierta la música que lapida la voz del día,
enredando vientre y alma, confundiendo las claves;
agotando la retina donde muere la imagen,
el rostro que desnuda la soledad.
Sin pensar, mil pavesas rodearon mi nombre
de un tronco ajeno que fundía esperanza y amistad,
dejando briznas de luz, luciérnagas de un verso,
y una estrella donde sostener el sueño
El poema va in crescendo, hasta acabar en dos estrofas laudables. Ese verso en el que hablas de "briznas de luz" y de luciérnagas me ha parecido fantástico, conmovedor. Se nota que Rafel está encantado con el homenaje que le has dispensado. Como para no estarlo.
Saludos a ambos, y enhorabuena a ti, Pilar, por este hermoso poema.
Alonso de Molina escribió:aplaudo tu inspiración Pilar y aplaudo a Rafael por inspirarte
fuerte abrazo
.
Pilar Morte escribió:En agradecimiento a Rafael
La tormenta humedece las canciones azules
sembrando el aire de polen caduco.
Toma el racimo ajeno buscando el germinado último,
que haga cosecha en los surcos del alma.
La tristeza dibuja la distancia y ciega el norte.
Ya no sirve mirar hacia atrás -al este de la luz-
solo el poniente entiende el rayo que oculta el día´
el que amó cuanto celan las tinieblas,
y nos llevó sendero verde al trono del centro.
Hoy despierta la música que lapida la voz del día,
enredando vientre y alma, confundiendo las claves;
agotando la retina donde muere la imagen,
el rostro que desnuda la soledad.
Sin pensar, mil pavesas rodearon mi nombre
de un tronco ajeno que fundía esperanza y amistad,
dejando briznas de luz, luciérnagas de un verso,
y una estrella donde sostener el sueño
Hallie Hernández Alfaro escribió:Es precioso, Pilar. Derrama sensibilidad y cariño por todos lados!
Abrazotes para ti y para Rafael.
Se escuchan mis aplausos, eh??
Gracias Hallie, tu presencia engrandece mis palabras
Un abrazo
Pilar
Hallie
Ignacio Fajardo escribió:Delicado homenaje (supongo que a Rafael Calle) donde la palabra se hace dueña del mensaje. Miras a poniente y ultimas los sonidos del día. Es el momento de la magia y la poesía.
Un beso con cariño.
Ramón Carballal escribió:Es un poema bellísimo, Pilar y como dice Blanca, de una sensibilidad extraordinaria. Un lujo cantarle así a la amistad. Un abrazo.
Mario Martínez escribió:Hoy despierta la música que lapida la voz del día,
enredando vientre y alma, confundiendo las claves;
agotando la retina donde muere la imagen,
el rostro que desnuda la soledad.
El poder de la palabra es inmenso, amiga mía, como inmensas son las imágenes que encierra este brillante poema. Un placer leerte. Abrazos.
Mario.
Carmen Alegre escribió:Un hermoso lugar para sostener un sueño Pilar.
Un placer de lectura.
Abrazos y gracias por tu bienvenida.
Javier Cañas Belmar escribió:Pilar Morte escribió:En agradecimiento a Rafael
La tormenta humedece las canciones azules
sembrando el aire de polen caduco.
Toma el racimo ajeno buscando el germinado último,
que haga cosecha en los surcos del alma.
La tristeza dibuja la distancia y ciega el norte.
Ya no sirve mirar hacia atrás -al este de la luz-
solo el poniente entiende el rayo que oculta el día´
el que amó cuanto celan las tinieblas,
y nos llevó sendero verde al trono del centro.
Hoy despierta la música que lapida la voz del día,
enredando vientre y alma, confundiendo las claves;
agotando la retina donde muere la imagen,
el rostro que desnuda la soledad.
Sin pensar, mil pavesas rodearon mi nombre
de un tronco ajeno que fundía esperanza y amistad,
dejando briznas de luz, luciérnagas de un verso,
y una estrella donde sostener el sueño
Dotas de gran belleza el dolor, la pérdida, la soledad y la melancolía....haces sentir, evocar en el lector, imágenes escritas con tu corazón...magnífico poema extraído de tu biblioteca de sentimientos....mis respetos y admiración Pilar....ánimos y un fuerte abrazo.
javi