Pilar Morte escribió:Pasar por tus versos es experimentar contigo una situación con su fondo poético
Un abrazo
Pilar
Celebro que pienses así querida y admirada amiga. Te doy por ello las gracias de corazón.
Un abrazo.
J. manuel
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Pilar Morte escribió:Pasar por tus versos es experimentar contigo una situación con su fondo poético
Un abrazo
Pilar
Óscar Bartolomé Poy escribió:José Manuel Sáiz,
Cierto. La lluvia siempre evoca tristeza y melancolía, y quizás también algún amor pasado por agua que acabó naufragando en calles solitarias. Pero el agua lo mismo ahoga que purifica. Me gusta cómo hilas esos retazos de tu vida en el vasto lienzo de tu sensibilidad poética. Destaco estos versos:
"y es facultad de la lluvia evocar
a perpetuidad un sentimiento."
Un abrazo, amigo José Manuel.
Sara Álvarez escribió:Pues qué bueno qeu tus ojos vean de tan amenay profunda forma para hacernos partícipes de tan bellas y originales imágenes.
ha sido un placer leerte José Manuel, un abrazo
José Manuel Sáiz escribió:LA CIUDAD SIN LUZ
(o la facultad evocadora del agua)
Yo he visto al agua de una tormenta disolver
-casi una década- la pátina de edad de una estatua
y a una lluvia de septiembre suprimir de un parabrisas
todo el souvenir de insectos de un largo viaje por Europa.
Es facultad del agua renovar, limpiar y prolongar la vida;
y es facultad de la lluvia evocar
a perpetuidad un sentimiento.
Tengo suspendida en mi memoria la imagen
de un cuadro en la pared
y toda la melancolía urbana de una ciudad sin luz.
(Recuerdo esta imagen
y esta melancolía: El agua de la lluvia
brillando en las aceras y reflejando en el asfalto
la silueta difusa de los automóviles.
Gente con paraguas caminaba bajo la celosía
de acero de una torre y al fondo, sobre un río,
un puente de piedra soportaba la paz
de una penumbra con estatuas).
Alguien supo describir en un lienzo
toda la nocturnidad de una ciudad bajo la lluvia
y yo pude sentir, por vez primera,
la facultad evocadora del agua. (Por eso
París nunca fue para mí
la ciudad de la luz).
París será siempre
esa ciudad que cuelga su bohemia en una pared,
nostálgica, de mi memoria.
--oOo--
Alonso de Molina escribió:de entre toda la melancolía que se derrama en el poema, destaco estos versos
"un puente de piedra soportaba la paz
de una penumbra con estatuas"
un aplauso fuerte compañero
.
Óscar Distéfano escribió:¡Qué poema, amigo! Una descripción fascinante del sentimiento: delicado, sobrio,
rítmico, y con una carga de nostalgia que sobrecoge. Eres un maestro del lenguaje
poético descriptivo. Me inclino ante este poema que, te aseguro, será un duro hueso
de roer para el maldito tiempo.
Un abrazo.
Óscar
José Manuel Sáiz escribió:LA CIUDAD SIN LUZ
(o la facultad evocadora del agua)
Tengo suspendida en mi memoria la imagen
de un cuadro en la pared
y toda la melancolía urbana de una ciudad sin luz.
(Recuerdo esta imagen
y esta melancolía: El agua de la lluvia
brillando en las aceras y reflejando en el asfalto
la silueta difusa de los automóviles.
Gente con paraguas caminaba bajo la celosía
de una torre metálica y al fondo, sobre un río,
un puente de piedra soportaba la paz
de una penumbra con estatuas).
Alguien supo describir en un lienzo
toda la nocturnidad de una ciudad bajo la lluvia
y yo pude sentir, por vez primera, la facultad
evocadora del agua. (Por eso París nunca fue para mí
la ciudad de la luz).
París será por siempre esa ciudad
que cuelga su bohemia en una pared, nostálgica,
de mi memoria.
--oOo--
Aubriel Camila de la Prad escribió:José Manuel Sáiz escribió:LA CIUDAD SIN LUZ
(o la facultad evocadora del agua)
Yo he visto al agua de una tormenta disolver
-casi una década- la pátina de edad de una estatua
y a una lluvia de septiembre suprimir de un parabrisas
todo el souvenir de insectos de un largo viaje por Europa.
Es facultad del agua renovar, limpiar y prolongar la vida;
y es facultad de la lluvia evocar
a perpetuidad un sentimiento.
Tengo suspendida en mi memoria la imagen
de un cuadro en la pared
y toda la melancolía urbana de una ciudad sin luz.
(Recuerdo esta imagen
y esta melancolía: El agua de la lluvia
brillando en las aceras y reflejando en el asfalto
la silueta difusa de los automóviles.
Gente con paraguas caminaba bajo la celosía
de acero de una torre y al fondo, sobre un río,
un puente de piedra soportaba la paz
de una penumbra con estatuas).
Alguien supo describir en un lienzo
toda la nocturnidad de una ciudad bajo la lluvia
y yo pude sentir, por vez primera,
la facultad evocadora del agua. (Por eso
París nunca fue para mí
la ciudad de la luz).
París será siempre
esa ciudad que cuelga su bohemia en una pared,
nostálgica, de mi memoria.
--oOo--
"y es facultad de la lluvia evocar
a perpetuidad un sentimiento"
Este poema despierta un mundo de sensaciones.
Es hermoso, José Manuel, hermosísimo.
Besos.