Editorial Alaire

Gracias Rafael, por tu entrada y sincero comentario

Lo que no tengo claro es lo que haré yo cuando me toque la hora.
En fin, ahora sé que la eutanasia se practica habitualmente con las personas mayores.

Yo tampoco sé lo que haré cuando la hora llegue. Las personas cambiamos y nos volvemos cobardes con respecto a este tema cuando sentimos el aliento de la Parca en nuestro cogote. Entonces nos aferramos a la vida con uñas y dientes.
Sí, se practica con las personas mayores, aunque no sé si llamar eutanasia a ese mantenerlos sedados hasta su final para que no sufran en el tránsito, quizá se les adelante el fin unos días o unas horas, pero creo que marchan sin sufrir y eso es lo que importa.
Un abrazo
mario.

Mario: firmo tu poema y hago mío tu deseo. Es un tema al que no debería nadie volver la espalda y sí afrontarlo de frente, como tú lo haces. A mí también me gustaría que un buen amigo me ofreciese la cocacola que me ayudase defentivamente en ese viaje. Tu poema era necesario.

Un abrazo.

Pues andamos en los mismo.
De momento voy a hacer mi declaración de última voluntades para decidir hasta el final.
Un poema para pensar y recapactar, un beso

Hola Aubriel

pero fundamentalmente lo que dice, lo que me hace sentir, lo que me hace pensar.

Me gusta tu comentario. Has nombrado justo las tres cosas por las que escribir, y me alegra haber acertado todas, siempre lo intento, pero no siempre lo consigo. Un abrazo, amiga mía.
Mario.

A mí también me gustaría que un buen amigo me ofreciese la cocacola que me ayudase defentivamente en ese viaje.

Yo particularmente prefiero la naranjada, amigo mío, pero para el caso da lo mismo.
Me alegra que te haya gustado, Valentin, gracias por compartir. Un abrazo.
Mario.

Pues andamos en los mismo.

Gracias Claudietta. Me alegra esa comunión de pensamiento. Un abrazo.
Mario.