Editorial Alaire

Óscar Bartolomé Poy escribió:

Ana Villalobos Carballo escribió:EXPERTA EN LEVANTAR MUROS INVISIBLES I


Profundo es el abismo que tengo en la memoria
tallando mis pupilas con un perfil de miope
mientras llueve tu frío en mis pestañas.

Algunos días no me reconozco
en esta cicatriz que me cuelga del alma
ni en el grito callado que me arranca el recuerdo
de todas las derrotas que cobijan mis venas

Hay días en que insisto, forjándome en la luz,
y se esfuma el color del sufrimiento


Existen otros días
en que el mundo no templa la oquedad de mi llanto,
días en que deseo suicidar el fragmento
de tu voz
que me habita fugaz,
frágil e irreverente
rozando mis arterias,
en el ángulo opuesto a la certeza.



Son días en que yo
desmiento de verdades el pasado
y deseo volver al vientre de mi madre
ceñida de las fábulas de un cuento,
volver a ser la ingenua constructora
de muros invisibles
que evitan que el dolor
se filtre por las grietas de mi herida


No sé si tú me crees,
son días en que quiero trasplantarme
-y no para sanar mi ojo de miope-
la sombra que me tiembla en la retina,
vaciarme el cristalino de roturas
y mentiras firmadas con tu nombre.


Confieso que he querido,
mientras late la noche entre nosotros,
morirme o trasplantarme,
evitar el atraco
a un corazón que duerme en el cansancio.
Sólo fue un pensamiento
escrito en el fulgor de cualquier lágrima
tras el reflejo ausente de tus huellas
plegándose en la Nada

Y no sé si me crees cuando digo
que apuntalo mis ruinas con pedazos de sueños,
que a veces he llorado sobre el mármol
heladamente ausente de promesas.

Cuando cruje el silencio
no hay muros que separen
el dolor que me muerde la memoria
del amor que resbala en mis paredes,
y no existe cemento
que amalgame este amor con el olvido


Pero hoy sé que envejece
el tacto de tu nombre en mis ladrillos,
y a pesar de saberlo
me vuelvo a cimentar con muros invisibles


© Ana Villalobos Carballo
13/03/09
De "Experta en levantar muros invisibles"

Un poema de largo recorrido, con una profundidad de sentimientos asombrosa, apabullante. Me he quedado maravillado de su lectura. Hay versos memorables: "mientras llueve tu frío en mis pestañas", "y se esfuma el color del sufrimiento" (cómo me gustan las sinestesias), "escrito en el fulgor de cualquier lágrima", etc. Compones un abanico de tiernas y melancólicas imágenes donde sobresale tu enorme sensibilidad.

Saludos, Ana.

Samantha Fernandez escribió:¡Precioso! con un ritmo que se desliza desde el inicio hasta el final. Imagenes que sugieren y proponen. Felicitaciones, me gustó.

Saludos y enhorabuena, Poeta.

Mía escribió:

Ana Villalobos Carballo escribió:EXPERTA EN LEVANTAR MUROS INVISIBLES I


Profundo es el abismo que tengo en la memoria
tallando mis pupilas con un perfil de miope
mientras llueve tu frío en mis pestañas.

Algunos días no me reconozco
en esta cicatriz que me cuelga del alma
ni en el grito callado que me arranca el recuerdo
de todas las derrotas que cobijan mis venas

Hay días en que insisto, forjándome en la luz,
y se esfuma el color del sufrimiento


Existen otros días
en que el mundo no templa la oquedad de mi llanto,
días en que deseo suicidar el fragmento
de tu voz
que me habita fugaz,
frágil e irreverente
rozando mis arterias,
en el ángulo opuesto a la certeza.



Son días en que yo
desmiento de verdades el pasado
y deseo volver al vientre de mi madre
ceñida de las fábulas de un cuento,
volver a ser la ingenua constructora
de muros invisibles
que evitan que el dolor
se filtre por las grietas de mi herida


No sé si tú me crees,
son días en que quiero trasplantarme
-y no para sanar mi ojo de miope-
la sombra que me tiembla en la retina,
vaciarme el cristalino de roturas
y mentiras firmadas con tu nombre.


Confieso que he querido,
mientras late la noche entre nosotros,
morirme o trasplantarme,
evitar el atraco
a un corazón que duerme en el cansancio.
Sólo fue un pensamiento
escrito en el fulgor de cualquier lágrima
tras el reflejo ausente de tus huellas
plegándose en la Nada

Y no sé si me crees cuando digo
que apuntalo mis ruinas con pedazos de sueños,
que a veces he llorado sobre el mármol
heladamente ausente de promesas.

Cuando cruje el silencio
no hay muros que separen
el dolor que me muerde la memoria
del amor que resbala en mis paredes,
y no existe cemento
que amalgame este amor con el olvido


Pero hoy sé que envejece
el tacto de tu nombre en mis ladrillos,
y a pesar de saberlo
me vuelvo a cimentar con muros invisibles


© Ana Villalobos Carballo
13/03/09
De "Experta en levantar muros invisibles"

Ay Ana, cuánto me ha emocionado y conmovido tu poema, qué generosas imágenes para disfrutar de la lectura nos has compartido, ha sido un veradero placer, un beso

Mario Martínez escribió:Hermoso, Ana, muy hermoso poema.

Y no sé si me crees cuando digo
que apuntalo mis ruinas con pedazos de sueños,
que a veces he llorado sobre el mármol
heladamente ausente de promesas.

Destaco esta estrofa no por mejor o peor, todas me gustaron mucho por sus excelentes imágenes, sino porque es algo que me ha llegado como si fuese mío.
Abrazos.
Mario.

Ramón Carballal escribió:La tristeza fluye por estos versos magníficos. Un poema muy bien trabajado,Ana. Mi felicitación y un abrazo.

Rafel Calle escribió:Muy hermoso poema, querida amiga Ana; en verdad lo he disfrutado.

Hay una gran habilidad tanto en la estructura como en la combinación versal.
La polimetría fluye sin oposición melódica, merced a una visión estética del verso muy lograda.

Precisamente, ahora estoy reflexionando sobre la evolución del autor de poemas, intentando establecer el punto de inflexión y las posteriores premisas funcionales que representarían el manual operativo del incipiente poeta.

Es verdad que, hasta el momento, puedo presentar bastantes casos de autores que han subido enormemente el nivel de calidad en sus obras, después de haber ajustado sus versos a una técnica determinada, pero, así y todo, quiero seguir estudiando la evolución de los autores que escriben por medio de técnicas primarias, llámense retóricas, etc., antes de decantarme por una u otra opción, es decir, antes de asegurar que la necesidad de aprendizaje de la técnica poética es directamente proporcional a la falta de instinto poético del autor. Obviamente, si esto fuera así, no sería un menoscabo para los autores dotados, puesto que el saber no ocupa lugar, y estoy convencido de que la perfeción hay que buscarla siempre, aunque no se logre nunca (Dios nos libre de lograrla).

En fin, tu poema representa para mí una gran satisfacción, querida colega. Desde luego que sí. Muchas gracias, por el gran tesón que has demostrado en esa evolutiva poética tan sumamente hermosa.

Ha sido un placer leerte. Felicidades por el poema. Un buen poema, amiga mía.
Abrazotes.