Óscar Bartolomé Poy escribió:El mañana me pesa como una promesa olvidada
y se deshace entre mis dedos como la baba de un caracol,
dejando un reguero de tristeza.
El presente es el eterno ausente;
cada vez que pienso en él,
desaparece.
El pasado es una quimera a la que corté la cabeza,
pero no sirvió de nada;
le creció una nueva,
y aún más fiera.
¿Quién me hará vivir cuando ya no quede nada más de mí
que el silencio que recubre de polvo el sarcófago del sueño?
Cuando yo ya no esté,
vísteme con los colores del momento
y recuérdame como un instante vivo,
en movimiento,
que el pasado es difunto
y el recuerdo flota muerto
en las oscuras aguas del Leteo,
donde la memoria agoniza entre gemidos lastimeros.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
Oscar, nos dejas un muy buen poema. Pasado y presente, tiempo en fin. El presente no existe, no es, cuando intentamos agarrarlo huye como agua entre los dedos, el tiempo es dinámico y se mueve y el presente tiene aires de estaticidad. Y el pensamiento para cuando ya no estés es valedero, creo que todos queremos que nos piensen como un instante vivo, y no que vivamos en el recuerdo, es una forma de inmortalizarnos.
Bueno Oscar, el poema me ha gustado mucho y ha sido un gusto leerlo.
Te mando cordiales saludos.