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Re: La fuerza del verso
Publicado: Mié, 13 May 2009 22:33
por Javier Cañas Belmar
Fermín Lasarte escribió:En ocasiones,
tu nervio incalculable llena mis ansias
de huir de mí.
En ocasiones no.
Y es entonces
cuando la boca hambrienta renace su avidez
en los charcos del alma, allí,
ni tu volar de flor por el otoño,
ni tu sonrisa de cuervo tras los siglos,
son bálsamo suficiente
para calmar la furia de ésta sed.
Fermín Lasarte
Las letras son reflejo de la huida de nuestro interior y el néctar que bebemos para adentrarnos dentro en otras ocasiones....comparto tu furia, como sabes, mi estimado Fermín...un abrazo amigo...me gustó mucho este breve poema de un hondo transfondo y sentir...a veces odio la poesía, otras la amo....creo ya no podré librarme de ella, de sus cadenas; aunque a veces duele escribir y verse en ella....otras veces libera.
javi
Re: La fuerza del verso
Publicado: Mié, 13 May 2009 22:33
por Javier Cañas Belmar
Fermín Lasarte escribió:En ocasiones,
tu nervio incalculable llena mis ansias
de huir de mí.
En ocasiones no.
Y es entonces
cuando la boca hambrienta renace su avidez
en los charcos del alma, allí,
ni tu volar de flor por el otoño,
ni tu sonrisa de cuervo tras los siglos,
son bálsamo suficiente
para calmar la furia de ésta sed.
Fermín Lasarte
Las letras son reflejo de la huida de nuestro interior y el néctar que bebemos para adentrarnos dentro en otras ocasiones....comparto tu furia, como sabes, mi estimado Fermín...un abrazo amigo...me gustó mucho este breve poema de un hondo transfondo y sentir...a veces odio la poesía, otras la amo....creo ya no podré librarme de ella, de sus cadenas; aunque a veces duele escribir y verse en ella....
javi
re: La fuerza del verso
Publicado: Jue, 14 May 2009 21:54
por Óscar Distéfano
Así es. Lo has descrito magníficamente. Me ha gustado detenerme en tu poema y adentrarme en los vericuetos de las sugerencias, muy ricas, por cierto.
Un abrazo, amigo Fermín.
Óscar
Re: La fuerza del verso
Publicado: Dom, 17 May 2009 11:49
por MarRevuelta
Fermín Lasarte escribió:En ocasiones,
tu nervio incalculable llena mis ansias
de huir de mí.
En ocasiones no.
Y es entonces
cuando la boca hambrienta renace su avidez
en los charcos del alma, allí,
ni tu volar de flor por el otoño,
ni tu sonrisa de cuervo tras los siglos,
son bálsamo suficiente
para calmar la furia de ésta sed.
Fermín Lasarte
Nos movemos entre contradicciones, al final, un folio y un lápiz acaban posicionándonos. La propia brevedad lo hace más intenso. María.