HAY UN SOTANO DE LA GESTAPO QUE INTERROGA NUESTROS CEREBROS

[Marian Ramentol Serratosa]

Me reafirmo en lo que te dije en su momento, este poema es especialmente devorador, con todas sus cajas fuertes y la autoestima resistiendo.

Un grandioso abrazo
Marian

[Jaume vendrell KYUSS]

TODOS Y CADA UNO DE NUESTROS CEREBROS,
SERÁN INTERROGADOS DÍA TRAS DÍA POR UN SOTANO DE LA GESTAPO…


No hay razón objetiva
que justifique
la convulsión disonante de los maléolos.

No hay razón para alarmarse.

Es cierto.
Habita una rata de peluche inalámbrica
en la cloaca de alguna esquina teledirigida
del bulbo raquídeo.

Recogimos hace ya mucho, el galardón de un cheque sin fondos,
a manos de ese clown sonámbulo
que gestiona entre el suicidio del pitillo
una tómbola de ceniza.
Reja cefalea
tatuada por onzas de musgo lúbrico
en los urinarios del área motora del lenguaje hablado.

Destripamos músculos de ropa, porciones de envidia.
Visualizamos imágenes de células anoréxicas
que devoran los cimientos de un cadáver.
Andamiajes renqueantes de la bilis sobre el espejo.
Alegoría tridimensional del cuerpo, expuesto al vacío
desde el ático de vuestra bulímica conciencia.

A la muerte asfaltada se le desploman las claraboyas
sobre la radiografía de una sonrisa.
Barranco y ventosa del eco
que escupe la tráquea de una barra de labios.

Sábanas extendidas
frente a los ojos tuertos de un sol con equimosis.
Efluvio del esperma sobre el ombligo hipócrita del aire.
Sucedáneo oculto en el barrizal melancólico de un ropero…

Hay una llave
que oscila vuelta y media sobre si misma
a través de la vulva engrasada del desengaño.

El falo metálico languidece
ante el credo opaco de la herrumbre.

Ramos de amapolas de opio
tronchan la arteria del polen
sobre un rompecabezas de esqueletos.
Se acurruca junto al cieno y la mueca ambigua de las lombrices
lo que queda de un suspiro poliquístico.

Es en el pozo de la mentira
donde reside la carne
bajo el alter ego de las sombras.

Donde perecen los cerebros borrachos
por la supuración vaginal
de una jauría de píxeles toxicómanos
que cuadriculan el disfraz esférico de los globos oculares…

Hemos devorado con nuestros colmillos de éter
una tonelada de mazorcas informativas con condilomas.
Lo único que realmente importa
es lamer vía satélite el cañón de un revolver Beretta
después del telediario de las nueve.

La cremallera del recto sufre piorrea por estrés.
Se descarrían sus dientes
entre el carbón y lo venéreo de las nalgas
de una pira motorizada con el carné de la abundancia.

Hay una caja fuerte en el diván frente al TV.
La clave numérica que se nos asignó
sufre hemorragias de mercurio.
Las moscas verdes que pueblan el intestino sacian su sed,
no quedan tubos de hemoal
en las farmacias de la ética.
Tampoco capsulas de viagra para la flacidez del espíritu
que nos sostiene…

No hay razón para alarmarse.

Todos y cada uno
de nuestros cerebros,
serán interrogados día tras día
por un sótano de la GESTAPO
mientras las ventanas y el vahído de los ojos
arañan el marco de la autoestima que se resiste…

Lo volviste a hacer Jaume...me pegaste unas cuantas hostias y quedé totalmente aturdido....sigo arañando ese marco de la autoestima que se resiste ante tanta la visión de imágenes tan cegadoras...y sigo escarbando la tierra, tomando aire, resistiéndome ante la mediocridad, la mentira, la hipocresía, la droga que se nos inocula e intenta adormecer, domesticar...siempre habrá un hueco para compartir tu poesía mi estimado amigo....un fuerte abrazo desde Cuenca.

javi.

gracias javier...espero que sean hostias productivas...jejejeje...un fuerte abrazo desde bcn amigo...salud...

[Jaume vendrell KYUSS]

Jaume vendrell KYUSS,
Te quedó muy bien eso de "no quedan tubos de hemoal en las farmacias de la ética". Buen poema sobre el desengaño. Te recreas en metáforas paroxísticas.

Saludos, Jaume.

gracias oscar un muy fuerte abrazo...no me salen los sonetos...jejeje...gracias

[Raúl Pozo Madrid]

TODOS Y CADA UNO DE NUESTROS CEREBROS,
SERÁN INTERROGADOS DÍA TRAS DÍA POR UN SOTANO DE LA GESTAPO…


No hay razón objetiva
que justifique
la convulsión disonante de los maléolos.

No hay razón para alarmarse.

Es cierto.
Habita una rata de peluche inalámbrica
en la cloaca de alguna esquina teledirigida
del bulbo raquídeo.

Recogimos hace ya mucho, el galardón de un cheque sin fondos,
a manos de ese clown sonámbulo
que gestiona entre el suicidio del pitillo
una tómbola de ceniza.
Reja cefalea
tatuada por onzas de musgo lúbrico
en los urinarios del área motora del lenguaje hablado.

Destripamos músculos de ropa, porciones de envidia.
Visualizamos imágenes de células anoréxicas
que devoran los cimientos de un cadáver.
Andamiajes renqueantes de la bilis sobre el espejo.
Alegoría tridimensional del cuerpo, expuesto al vacío
desde el ático de vuestra bulímica conciencia.

A la muerte asfaltada se le desploman las claraboyas
sobre la radiografía de una sonrisa.
Barranco y ventosa del eco
que escupe la tráquea de una barra de labios.

Sábanas extendidas
frente a los ojos tuertos de un sol con equimosis.
Efluvio del esperma sobre el ombligo hipócrita del aire.
Sucedáneo oculto en el barrizal melancólico de un ropero…

Hay una llave
que oscila vuelta y media sobre si misma
a través de la vulva engrasada del desengaño.

El falo metálico languidece
ante el credo opaco de la herrumbre.

Ramos de amapolas de opio
tronchan la arteria del polen
sobre un rompecabezas de esqueletos.
Se acurruca junto al cieno y la mueca ambigua de las lombrices
lo que queda de un suspiro poliquístico.

Es en el pozo de la mentira
donde reside la carne
bajo el alter ego de las sombras.

Donde perecen los cerebros borrachos
por la supuración vaginal
de una jauría de píxeles toxicómanos
que cuadriculan el disfraz esférico de los globos oculares…

Hemos devorado con nuestros colmillos de éter
una tonelada de mazorcas informativas con condilomas.
Lo único que realmente importa
es lamer vía satélite el cañón de un revolver Beretta
después del telediario de las nueve.

La cremallera del recto sufre piorrea por estrés.
Se descarrían sus dientes
entre el carbón y lo venéreo de las nalgas
de una pira motorizada con el carné de la abundancia.

Hay una caja fuerte en el diván frente al TV.
La clave numérica que se nos asignó
sufre hemorragias de mercurio.
Las moscas verdes que pueblan el intestino sacian su sed.
No quedan tubos de hemoal
en las farmacias de la ética.
Tampoco capsulas de viagra para la flacidez del espíritu
que nos sostiene…

No hay razón para alarmarse.

Todos y cada uno
de nuestros cerebros,
serán interrogados día tras día
por un sótano de la GESTAPO,
mientras las ventanas y el vahído de los ojos
arañan el marco de la autoestima que se resiste…

Jaume, estás que te sales de la página. Yo no estoy seguro de poder comprender todo lo que dices en este maravilloso poema, quizás eso sea lo grande de tu poesía, pero te aseguro que engordo leyéndote.

Un abrazo compañero.

[Jaume vendrell KYUSS]

Jaume, poema exultante de contenido y formas, vibrante como un desafío, arrogante, racional hasta lo extremo, tierno, conmovedor... ¿qué le falta? En mi opinión, le falta leerlo muchas veces para aprender de cada una de ellas. Felicidades.
Salud.

muchisimas gracias julio...despues de la batalla viene la calma...este poema me chupó mucha energia. yo tambien lo he tenido que releer bastantes veces, para ver lo que salió de mi cabezita en un momento de cabreo...un muy fuerte abrazo...salud.

[Ramón Carballal]

Vertiginoso y desolador poema. También de una lucidez extraordinaria. Me parece un trabajo excelente que merece el reconocimiento que ha tenido. Un abrazo, Jaume.

[Hallie Hernández Alfaro]

Un poema excelente, Jaume! No me perdono el haber tardado tanto en descubrirlo.

Felicitaciones y avanti!!

Hallie

[Jaume vendrell KYUSS]

A veces los poemas son obras de ingeniería. En este caso inquietante y punzante...
Habrá que leerlo mil veces pero la primera lectura consigue un gran impacto y un revoltijo de sensaciones.
Felicidades y un abrazo.

gracias sergio...un muy fuerte abrazo hasta tu tierra...

[paula varela]

"Hay una llave
que oscila vuelta y media sobre si misma
a través de la vulva engrasada del desengaño. "

Jaume,

me impactó mucho tu poema, tiene muy buenas imágenes.

Un beso

[Jaume vendrell KYUSS]

Tienes un estilo franca-mente diferente, con personalidad propia.
Me gustó ese sotano de la gestapo: rudo hasta la crudeza más absoluta, donde todo está bien hilado, hacia el manifiesto de la nada que somos. Esa nada interrogándose con una lucidez asombrosa, llena de matices a releer.
Abrazo.

gracias pepa...se agradecen tus palabras...un abrazo , pero fuera del sotano...salud

[Fermín Lasarte]

TODOS Y CADA UNO DE NUESTROS CEREBROS,
SERÁN INTERROGADOS DÍA TRAS DÍA POR UN SOTANO DE LA GESTAPO…


No hay razón objetiva
que justifique
la convulsión disonante de los maléolos.

No hay razón para alarmarse.

Es cierto.
Habita una rata de peluche inalámbrica
en la cloaca de alguna esquina teledirigida
del bulbo raquídeo.

Recogimos hace ya mucho, el galardón de un cheque sin fondos,
a manos de ese clown sonámbulo
que gestiona entre el suicidio del pitillo
una tómbola de ceniza.
Reja cefalea
tatuada por onzas de musgo lúbrico
en los urinarios del área motora del lenguaje hablado.

Destripamos músculos de ropa, porciones de envidia.
Visualizamos imágenes de células anoréxicas
que devoran los cimientos de un cadáver.
Andamiajes renqueantes de la bilis sobre el espejo.
Alegoría tridimensional del cuerpo, expuesto al vacío
desde el ático de vuestra bulímica conciencia.

A la muerte asfaltada se le desploman las claraboyas
sobre la radiografía de una sonrisa.
Barranco y ventosa del eco
que escupe la tráquea de una barra de labios.

Sábanas extendidas
frente a los ojos tuertos de un sol con equimosis.
Efluvio del esperma sobre el ombligo hipócrita del aire.
Sucedáneo oculto en el barrizal melancólico de un ropero…

Hay una llave
que oscila vuelta y media sobre si misma
a través de la vulva engrasada del desengaño.

El falo metálico languidece
ante el credo opaco de la herrumbre.

Ramos de amapolas de opio
tronchan la arteria del polen
sobre un rompecabezas de esqueletos.
Se acurruca junto al cieno y la mueca ambigua de las lombrices
lo que queda de un suspiro poliquístico.

Es en el pozo de la mentira
donde reside la carne
bajo el alter ego de las sombras.

Donde perecen los cerebros borrachos
por la supuración vaginal
de una jauría de píxeles toxicómanos
que cuadriculan el disfraz esférico de los globos oculares…

Hemos devorado con nuestros colmillos de éter
una tonelada de mazorcas informativas con condilomas.
Lo único que realmente importa
es lamer vía satélite el cañón de un revolver Beretta
después del telediario de las nueve.

La cremallera del recto sufre piorrea por estrés.
Se descarrían sus dientes
entre el carbón y lo venéreo de las nalgas
de una pira motorizada con el carné de la abundancia.

Hay una caja fuerte en el diván frente al TV.
La clave numérica que se nos asignó
sufre hemorragias de mercurio.
Las moscas verdes que pueblan el intestino sacian su sed.
No quedan tubos de hemoal
en las farmacias de la ética.
Tampoco capsulas de viagra para la flacidez del espíritu
que nos sostiene…

No hay razón para alarmarse.

Todos y cada uno
de nuestros cerebros,
serán interrogados día tras día
por un sótano de la GESTAPO,
mientras las ventanas y el vahído de los ojos
arañan el marco de la autoestima que se resiste…

Impresionante Juanme !!! No te había leído este y, sin dudas, es uno de los mejores que te leí. Aquí, en mi país, llueve torrencialmente mientras devoro tus versos, y me sentí en un submundo de imágenes cromadas, como pantallazos, flashes de una película de Tarantino. Un mundo surrealista, pero un surrealismo bello, o mejor dicho no bello en la manera convencionalmente bella, sino un surrealismo que eyacula whisky, que pinta sus paisajes con el crudo semen de algún vagabundo que huele mierda. Es decir un surrealismo puerco y genial. Las imágenes son psicodélicas hermano. Un poema genial. Te felicitó.
Un fuerte abrazo!!!

[Jaume vendrell KYUSS]

TODOS Y CADA UNO DE NUESTROS CEREBROS,
SERÁN INTERROGADOS DÍA TRAS DÍA POR UN SOTANO DE LA GESTAPO…


No hay razón objetiva
que justifique
la convulsión disonante de los maléolos.

No hay razón para alarmarse.

Es cierto.
Habita una rata de peluche inalámbrica
en la cloaca de alguna esquina teledirigida
del bulbo raquídeo.

Recogimos hace ya mucho, el galardón de un cheque sin fondos,
a manos de ese clown sonámbulo
que gestiona entre el suicidio del pitillo
una tómbola de ceniza.
Reja cefalea
tatuada por onzas de musgo lúbrico
en los urinarios del área motora del lenguaje hablado.

Destripamos músculos de ropa, porciones de envidia.
Visualizamos imágenes de células anoréxicas
que devoran los cimientos de un cadáver.
Andamiajes renqueantes de la bilis sobre el espejo.
Alegoría tridimensional del cuerpo, expuesto al vacío
desde el ático de vuestra bulímica conciencia.

A la muerte asfaltada se le desploman las claraboyas
sobre la radiografía de una sonrisa.
Barranco y ventosa del eco
que escupe la tráquea de una barra de labios.

Sábanas extendidas
frente a los ojos tuertos de un sol con equimosis.
Efluvio del esperma sobre el ombligo hipócrita del aire.
Sucedáneo oculto en el barrizal melancólico de un ropero…

Hay una llave
que oscila vuelta y media sobre si misma
a través de la vulva engrasada del desengaño.

El falo metálico languidece
ante el credo opaco de la herrumbre.

Ramos de amapolas de opio
tronchan la arteria del polen
sobre un rompecabezas de esqueletos.
Se acurruca junto al cieno y la mueca ambigua de las lombrices
lo que queda de un suspiro poliquístico.

Es en el pozo de la mentira
donde reside la carne
bajo el alter ego de las sombras.

Donde perecen los cerebros borrachos
por la supuración vaginal
de una jauría de píxeles toxicómanos
que cuadriculan el disfraz esférico de los globos oculares…

Hemos devorado con nuestros colmillos de éter
una tonelada de mazorcas informativas con condilomas.
Lo único que realmente importa
es lamer vía satélite el cañón de un revolver Beretta
después del telediario de las nueve.

La cremallera del recto sufre piorrea por estrés.
Se descarrían sus dientes
entre el carbón y lo venéreo de las nalgas
de una pira motorizada con el carné de la abundancia.

Hay una caja fuerte en el diván frente al TV.
La clave numérica que se nos asignó
sufre hemorragias de mercurio.
Las moscas verdes que pueblan el intestino sacian su sed.
No quedan tubos de hemoal
en las farmacias de la ética.
Tampoco capsulas de viagra para la flacidez del espíritu
que nos sostiene…

No hay razón para alarmarse.

Todos y cada uno
de nuestros cerebros,
serán interrogados día tras día
por un sótano de la GESTAPO,
mientras las ventanas y el vahído de los ojos
arañan el marco de la autoestima que se resiste…

Leíste, Jaume, "Un mundo feliz" de Huxley? Sí, seguramente lo leíste. A veces pienso que estoy viviendo en ese mundo que el describió tan bien.
Alguien dijo que tu poema es impresionante y la verdad es que no encuentro un adjetivo mejor para hablar de él.
Tremendo poema!

Besos.

si si que lo leí,,,pero le tengo un especial cariño a george orwell ...1984 tambien me impacto de veras...son grandes libros los dos...dan ganas de pegarle un puñetazo a algo o alguien...gracias aubriel por el comentario...besos...

[Jaume vendrell KYUSS]

Me reafirmo en lo que te dije en su momento, este poema es especialmente devorador, con todas sus cajas fuertes y la autoestima resistiendo.

Un grandioso abrazo
Marian

gracias marian...tu presencia me hace feliz...un fuerte abrazo

[Jaume vendrell KYUSS]

TODOS Y CADA UNO DE NUESTROS CEREBROS,
SERÁN INTERROGADOS DÍA TRAS DÍA POR UN SOTANO DE LA GESTAPO…


No hay razón objetiva
que justifique
la convulsión disonante de los maléolos.

No hay razón para alarmarse.

Es cierto.
Habita una rata de peluche inalámbrica
en la cloaca de alguna esquina teledirigida
del bulbo raquídeo.

Recogimos hace ya mucho, el galardón de un cheque sin fondos,
a manos de ese clown sonámbulo
que gestiona entre el suicidio del pitillo
una tómbola de ceniza.
Reja cefalea
tatuada por onzas de musgo lúbrico
en los urinarios del área motora del lenguaje hablado.

Destripamos músculos de ropa, porciones de envidia.
Visualizamos imágenes de células anoréxicas
que devoran los cimientos de un cadáver.
Andamiajes renqueantes de la bilis sobre el espejo.
Alegoría tridimensional del cuerpo, expuesto al vacío
desde el ático de vuestra bulímica conciencia.

A la muerte asfaltada se le desploman las claraboyas
sobre la radiografía de una sonrisa.
Barranco y ventosa del eco
que escupe la tráquea de una barra de labios.

Sábanas extendidas
frente a los ojos tuertos de un sol con equimosis.
Efluvio del esperma sobre el ombligo hipócrita del aire.
Sucedáneo oculto en el barrizal melancólico de un ropero…

Hay una llave
que oscila vuelta y media sobre si misma
a través de la vulva engrasada del desengaño.

El falo metálico languidece
ante el credo opaco de la herrumbre.

Ramos de amapolas de opio
tronchan la arteria del polen
sobre un rompecabezas de esqueletos.
Se acurruca junto al cieno y la mueca ambigua de las lombrices
lo que queda de un suspiro poliquístico.

Es en el pozo de la mentira
donde reside la carne
bajo el alter ego de las sombras.

Donde perecen los cerebros borrachos
por la supuración vaginal
de una jauría de píxeles toxicómanos
que cuadriculan el disfraz esférico de los globos oculares…

Hemos devorado con nuestros colmillos de éter
una tonelada de mazorcas informativas con condilomas.
Lo único que realmente importa
es lamer vía satélite el cañón de un revolver Beretta
después del telediario de las nueve.

La cremallera del recto sufre piorrea por estrés.
Se descarrían sus dientes
entre el carbón y lo venéreo de las nalgas
de una pira motorizada con el carné de la abundancia.

Hay una caja fuerte en el diván frente al TV.
La clave numérica que se nos asignó
sufre hemorragias de mercurio.
Las moscas verdes que pueblan el intestino sacian su sed.
No quedan tubos de hemoal
en las farmacias de la ética.
Tampoco capsulas de viagra para la flacidez del espíritu
que nos sostiene…

No hay razón para alarmarse.

Todos y cada uno
de nuestros cerebros,
serán interrogados día tras día
por un sótano de la GESTAPO,
mientras las ventanas y el vahído de los ojos
arañan el marco de la autoestima que se resiste…

Jaume, estás que te sales de la página. Yo no estoy seguro de poder comprender todo lo que dices en este maravilloso poema, quizás eso sea lo grande de tu poesía, pero te aseguro que engordo leyéndote.

Un abrazo compañero.

gracias raul...ojo con el colesterol...un fuerte abrazo socio. de corazón