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Re: Cosmoagonía/Cósmosis
Publicado: Mié, 28 Ene 2009 11:00
por Óscar Bartolomé Poy
Aubriel Camila de la Prad escribió:Óscar Bartolomé Poy escribió:
En un punto impreciso del eje de coordenadas donde confluyen espacio y tiempo
–quizá antes vivido y ahora repetido, quizá nunca antes vivido–,
el hombre desapareció como una mota de polvo en el camino,
como un trazo de tiza borrado por el tiempo y por las muchas manos que lo tocaron,
en una trayectoria paralela a la de cualquier otra forma de vida anterior y posterior
–finita por definición, imperfecta por añadidura–;
y desapareció con dolor, mas sin pena,
pues nadie lo sintió, y a nadie le importó.
A lo sumo,
puede que el espacio, en su imponente e inhóspita frialdad,
bostezara un adiós.
Y si alguna inteligencia nacida eones antes o después
–o existente en este mismo instante en un ignoto pliego del universo
a distancias que un humano no alcanzaría a medir–,
tuviera conciencia de ser y de estar,
jamás sabría lo que somos y fuimos.
Por capricho de la evolución,
y a diferencia de otras especies animales,
en un remoto eslabón de la cadena
la selección natural se equivocó
al introducir en nuestro código genético inteligencia y conciencia,
sólo para que nos diéramos cuenta de nuestras muchas limitaciones,
limitaciones de entendimiento y de ser insignificantes y finitos
en un espacio inmenso donde no cabe la compasión.
No existe otro animal sobre la faz de la Tierra que pueda crear,
pero la sensibilidad es un arma de doble filo,
porque quien puede crear belleza, también puede destruirla,
así que la destrucción se nos impone como un impulso irresistible,
pues la vida conduce inexorablemente a la aniquilación.
¿Y qué hacer con la sensibilidad
cuando la sensibilidad es un préstamo no deseado,
un inútil accesorio y hasta un estorbo?
La poesía es un error,
como error es la música
–Erato y Euterpe son la misma cosa–;
una maravillosa perturbación
dentro de un orden prosaico;
pero así y todo, un error.
Y yo,
que no soy más que un átomo galvanizado en un mar de iones,
una voz inaudible en un coro de esclavos,
aún suplico por un Dios que enmiende este fatal error.
La vida es un azar de magnitudes cósmicas
donde la banca siempre gana.
El que quiera ir de farol,
procure que su apuesta no sea alta,
si no quiere quedarse con lo puesto y a la baja.
Los años pasarán,
la Tierra seguirá rotando sobre su eje hasta que el Sol diga basta,
la vida morirá y nacerá
–como siempre, como nunca–,
sí, incluso el hombre desaparecerá...
Pero en un minúsculo rincón de este universo,
entre nebulosas de historias de todas las épocas y edades,
siempre reverberará el eco de nuestro amor.
© Óscar Bartolomé Poy. Todos los derechos reservados.
Oscar, qué maravilla ese final!
"La vida es un azar de magnitudes cósmicas". Elegí este verso porque me gusta especialmente pero en realidad debería resaltarlos todos.
Voy a volver a este poema, merece muchas lecturas más.
Besos, amigo, y mi admiración.
Gracias por decirme qué es lo que más te ha gustado de mi poema. Un autor siempre agradece que le hagan saber qué fragmentos gustan más de su obra.
Besos, mi estimada amiga Aubriel.
Re: Cosmoagonía/Cósmosis
Publicado: Mié, 28 Ene 2009 19:32
por Maika Silva
Siempre he encontrado cómica la convicción humana de nuestra trascendencia e importancia. Cuesta creer que -siendo tan inteligentes- realmente creamos que somos necesarios.Odio decir que coincido con lo que dice, odio creer que la maldad humana es ineludible e imposible de destierro. Y caminamos, obligándonos a creer que algo puede ser diferente.
Aún con todo, hacia el final expone una pequeña visión de esperanza y, entonces recordé esto que repiqueteó durante un año en mi mente, mientras me empeñaba en dejar de sentir: "solo con los ojos del amor se loghra entender, solo mirando con esos ojos entederás para qué vivir..."
Claro, hoy creo que era una estrategia para eludir la realidad.
Me encantó el poema, y desde ya me disculpo si malinterpreté algo.
Saludos, caballero Bartolomé Poy.
.:Tati:.
Publicado: Mié, 28 Ene 2009 19:57
por Ramón Carballal
Muy interesante este poema, Óscar, reflexionas sobre la condición humana, la sensibilidad del artista, el futuro que nos espera... Y concluyes con esa invocación al amor que, como otros sentimientos, todavía pueden salvarnos. Se nota que está muy trabajado y el resultado es óptimo. Un placer leerlo.
Publicado: Jue, 29 Ene 2009 20:00
por Óscar Bartolomé Poy
Sara Castelar Lorca escribió:Este es un trabaja minucioso y que arroja tantas luces que uno se siente en medio de una maraña de dificil salida. Me gustan muchas de las cosas que dices y también en ocasiones me gusta muchísimo cómo lo dices, aunque en otras partes se me hace más prosa, aunque como te comentan mis compañeros eso no hace el texto menos hermoso ni rico, tan sólo le imprime un tono distinto y personal.
Destaco esta estrofa que me resulta más que interesante, Oscar:
La poesía es un error,
como error es la música
–Erato y Euterpe son la misma cosa–;
una maravillosa perturbación
dentro de un orden prosaico;
pero así y todo, un error.
Me encantó, un abrazo
Sara
Gracias por indicarme qué versos te han gustado más y por la visión que me das de mi poema. Si hay estrofas que parecen prosa es porque introduzco una disquisición filosófica que enlaza con el planteamiento de entrada; a saber, que aun con todos nuestros problemas somos insignificantes, como individuos y también como especie animal, y que nada, o muy poco, cambiaría en el universo si desapareciésemos. La estrofa que has destacado habla del error que emana del sentimiento y de la consciencia de finitud, en cuyo contexto se insertan la poesía y la música.
Un abrazo, Sara.
Publicado: Lun, 09 Feb 2009 9:54
por Óscar Bartolomé Poy
Ramón Carballal escribió:Muy interesante este poema, Óscar, reflexionas sobre la condición humana, la sensibilidad del artista, el futuro que nos espera... Y concluyes con esa invocación al amor que, como otros sentimientos, todavía pueden salvarnos. Se nota que está muy trabajado y el resultado es óptimo. Un placer leerlo.
Gracias por tu motivador comentario, Ramón. Has desentrañado bien los recovecos de mi poema. La invocación al amor de las dos últimas estrofas es de clara adscripción becqueriana ('Amor eterno').
Un abrazo.