- Tríptico -

[Rafel Calle]

Como siempre, este Tríptico es una deliciosa propuesta, amiga Concha.
Felicidades y un abrazo.

[Marisa Peral]

- Luz -

Mira,
- dijiste –
y tus ojos eran lámparas de nocturna espuma.

Encendí los labios.

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- Música -

Apenas un roce los dedos,
y un millar de saltamontes verdes
- como xilófonos -
sacuden todas y cada una
de las vértebras que alinean mi espalda.


Suena un adagio.

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- Aire-

A veces el viento se empecina
en volcar rachas de pájaros azules
sobre los hombros.


Entonces abro las manos y acaricio el aire.





Empieza la primavera golosa y verde en estas montañas tan profundas alicantinas, hay veces que mi mar y ellas hasta se abrazan. Como ahora.

¿Ves? solo ha pasado un mes y días y esta primavera no quiere acabarse así que, arriba de nuevo con tu inseparable sensibilidad y tu pamela.

Un beso mesetario.

[Armilo Brotón]

Delicadeza, paisana linda, que me ha recordado otra imagen tan primaveral como es el alegra y suave batir de la alas de las mariposas sobre la retama.
Muchos besos y feliz día, bendiciones

[Lisandro Sánchez]

Su poética, Concha, tiene algo especial... al menos para mí...
Al principio me sonaba un poco extraña, pero aún así, algo me hacía querer leerla; y luego... pues cada vez me gusta más.
Este tríptico me ha encantado.
Y como todos sus poemas, es personalísimo; con el inconfundible sello suyo.
Desde la Patagonia Andina Argentina, donde en un mes comenzará el invierno, y en las cumbres ya ha nevado; le mando un muy cordial saludo, extensivo a España, la tierra de mis bisabuelos paternos.

Lisandro

[Rafael Elias Huerta]

- Luz -

Mira,
- dijiste –
y tus ojos eran lámparas de nocturna espuma.

Encendí los labios.

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- Música -

Apenas un roce los dedos,
y un millar de saltamontes verdes
- como xilófonos -
sacuden todas y cada una
de las vértebras que alinean mi espalda.


Suena un adagio.

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- Aire-

A veces el viento se empecina
en volcar rachas de pájaros azules
sobre los hombros.


Entonces abro las manos y acaricio el aire.





Empieza la primavera golosa y verde en estas montañas tan profundas alicantinas, hay veces que mi mar y ellas hasta se abrazan. Como ahora.

Es muy gratificante la lectura de tus letras, magia y encanto, unido con una belleza de escritura que se disfruta a mares.

Excelente poema

Que tengas una feliz tarde
Un abrazo
Siempre, Rafael.