El homicida sabor del vacío (Elegía a mi gran amigo Rafael)

[Ricardo López Castro]

Enhorabuena!
Me alegra muchísimo ver una distinción para este trabajo elegíaco.
Espero que todo vaya bien, amigo.
En cuanto al poema, decirte que me gustó y no se me hizo largo en absoluto, aunque sea de extensión, pues vas abriendo el dolor como se deshoja una flor.
Me alegro mucho por ti, dentro de lo que evidentemente emana en cuanto a un derroche, un luto, un duelo.
Me gusta porque tu proyección sigue una línea muy recta, con decisión.
Lamento mucho la pérdida.
Si necesitas algo, solo tienes que avisarme, o si quieres conversar sobre lo que surja.
Abrazos y mucha felicidad, amigo mío.

[Ramón Castro Méndez]

Un hermoso y desgarrador poema. Lamento tu pérdida.
Enhorabuena por el merecido reconocimiento.
Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

NORABOA, amigo Alejandro, por este merecido reconocimiento a tan excelso y entregado poema, toda una épica de la ternura.

Todo un placer de lectura.

Un abrazo.

[Ana García]

Sentido poema para el amigo que se va.
Enorme la pena que sientes y el vacío que transmites.
Merecido reconocimiento semanal.
Un beso enorme, mi querido amigo.

[Carmen Moro Frías]

Hola Alejandro
Cómo me ha gustado tu poema!!!
Todo un canto a la amistad, a la vida, al amor.
Muy acertado.
Gracias y un abrazo

[Francisco Lobo]

Sentido y hermoso cántico de despedida- Cuando un amigo se va... No sé que decirte, me entristeció. Un fuerte abrazo. Paco

[Alejandro Costa]

Hola, Alejandro.

Lo siento mucho. Qué pena. Es justo la edad que yo tengo. En unos días los 57. Pero uno quiere cumplir más aunque cambie muchas veces el primer número. Tengo una amiga de 95 que dice: eu non quero morrer.

Es fastidiado que se vaya alguien a quien quieres. Seguro que se fue con tus maravillosas palabras. Uno lo siente aunque no se lo hubieras dicho nunca. Lo importante son los gestos.

Un abrazo.

Fue demasiado repentino y en un momento muy complicado a nivel personal.

Me destruyó, si ya no lo estaba.

Él entró una semana antes que yo en la empresa y nos hicimos inseparables. El abrazo de su mujer y de su hija en el tanatorio, terminó por destrozarme.

Nunca hubiera deseado escribir algo así, pero esta puñetera vida se dedica a ponerte a prueba constantemente.

Gracias por tus cálidas palabras.

Un beso.

[Alejandro Costa]

Dedicado a mi gran amigo y compañero Rafael, fallecido el viernes 17/01/25 a consecuencia de un absurdo cáncer


Nadie podía imaginarlo, nadie quería hacerlo cierto.

No somos las arañas de los años noventa.

Quiero seguir recordando aquel viernes de luz brillante y clara,
aquel viernes cuando el cielo quiso hacernos cómplices,
mientras tu rostro dibujaba juventud, y tus ojos,
tus ojos,
llenaban de ilusión y frescura la oscuridad de cualquier instante.

Fuiste patrón, enemigo de la tristeza y compañero de paliativos,
amante de los días y riqueza en la oscuridad.

Pero eres egoísta y traicionero,
servidor de una tierra que tempranamente te ha reclamado,
y no le has dado esquinazo,
no has sabido responderle con la fuerza de tu celo,
has sido cometa perdido en un cielo gris oscuro.

Te he sufrido durante los amaneceres más inoportunos,
con la cadencia que una lágrima huye del ojo que la engendra,
con este corazón arruinado por el silencio de tu voz,
tu mirada hacia ningún infinito
y tu cuerpo maniatado por la inmovilidad eterna de tu regazo.

No te busques en las tinieblas,
déjame arrancarte de las garras de la muerte,
del odio inenarrable que sienten mis venas al no poder ignorarte,
de estas manos que se pierden en el vacío de la vida,
de este ser que no encuentra más que llanto entre la tierra que te atrapa.

No te pierdas entre las cortinas sin ventana,
déjame las vistas de tu vida ancladas,
tu palabra en la ignorancia del silencio,
tu sonrisa envolviendo los recuerdos de nuestro ayer,
no me muestres tu padecer,
no te dejes martillear el cráneo en el universo de los muertos,
permíteme pulirte los huesos con el ardor del alma,
mas no me dejes añorarte en los días que llueven lágrimas.

Fue un uno de julio,
ha sido un diecisiete de enero,
todo parece igual, todo sigue su curso,
nada más que me queda tu recuerdo,
el alma destrozada, el corazón sajado,
y el homicida sabor de tu vacío.

Se encaprichó de ti el diecisiete de enero,
mas no habrá nada capaz de separarte de mí,
amigo de vida, mi gran compañero.

A mi inigualable y querido compañero de faenas, que ha decidido marcharse definitivamente un viernes,
para dejarme huérfano de su amistad, su calor, su alegría y su compañía.
Va por ti, Rafael. Va por ti, mi gran compañero.

Puro sentimiento en la sincera belleza de tu canto, compañero.
Saúde, irmao.

Gracias, Xaime.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Enhorabuena, amigo Alejandro, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "El homicida sabor del vacío (Elegía a mi gran amigo Rafael)".
Un cordial abrazo.

¡Qué enhorabuena más triste!

¡Ojalá no fuera así!

Gracias de todo corazón. Espero que le llegue, allá donde se encuentre.

Un abrazo.

[Alejandro Costa]

Enhorabuena, estimado Alejandro, y lamento la pérdida de tu amigo. Un fuerte abrazo para ti!

Gracias, compañero.

Un buen gesto.

Un abrazo eterno.

[Alejandro Costa]

Enhorabuena, querido amigo, por el reconocimiento a tu estupendo poema.
Abrazos y felicidad

Gracias, Pilar.

Eres muy amable.

Besos.

[Alejandro Costa]

Muchas felicidades, Alejandro, por el muy merecido reconocimiento a tu sentido poema.
Un beso.

Gracias, Marisa.

Un beso.

[Alejandro Costa]

Dedicado a mi gran amigo y compañero Rafael, fallecido el viernes 17/01/25 a consecuencia de un absurdo cáncer


Nadie podía imaginarlo, nadie quería hacerlo cierto.

No somos las arañas de los años noventa.

Quiero seguir recordando aquel viernes de luz brillante y clara,
aquel viernes cuando el cielo quiso hacernos cómplices,
mientras tu rostro dibujaba juventud, y tus ojos,
tus ojos,
llenaban de ilusión y frescura la oscuridad de cualquier instante.

Fuiste patrón, enemigo de la tristeza y compañero de paliativos,
amante de los días y riqueza en la oscuridad.

Pero eres egoísta y traicionero,
servidor de una tierra que tempranamente te ha reclamado,
y no le has dado esquinazo,
no has sabido responderle con la fuerza de tu celo,
has sido cometa perdido en un cielo gris oscuro.

Te he sufrido durante los amaneceres más inoportunos,
con la cadencia que una lágrima huye del ojo que la engendra,
con este corazón arruinado por el silencio de tu voz,
tu mirada hacia ningún infinito
y tu cuerpo maniatado por la inmovilidad eterna de tu regazo.

No te busques en las tinieblas,
déjame arrancarte de las garras de la muerte,
del odio inenarrable que sienten mis venas al no poder ignorarte,
de estas manos que se pierden en el vacío de la vida,
de este ser que no encuentra más que llanto entre la tierra que te atrapa.

No te pierdas entre las cortinas sin ventana,
déjame las vistas de tu vida ancladas,
tu palabra en la ignorancia del silencio,
tu sonrisa envolviendo los recuerdos de nuestro ayer,
no me muestres tu padecer,
no te dejes martillear el cráneo en el universo de los muertos,
permíteme pulirte los huesos con el ardor del alma,
mas no me dejes añorarte en los días que llueven lágrimas.

Fue un uno de julio,
ha sido un diecisiete de enero,
todo parece igual, todo sigue su curso,
nada más que me queda tu recuerdo,
el alma destrozada, el corazón sajado,
y el homicida sabor de tu vacío.

Se encaprichó de ti el diecisiete de enero,
mas no habrá nada capaz de separarte de mí,
amigo de vida, mi gran compañero.

A mi inigualable y querido compañero de faenas, que ha decidido marcharse definitivamente un viernes,
para dejarme huérfano de su amistad, su calor, su alegría y su compañía.
Va por ti, Rafael. Va por ti, mi gran compañero.

Mis condolencias por la partida de tu amado amigo, Alejandro, a quien honras con este desgarrador poema, aún más bello por su sinigual vivencia en la amistad al través de los años.
Todo ha sido y es un regalo amoroso, leal, espontáneo y por ser distinto, auténtico, conmovedor este poema merece ahora encabeza al foro. Dice: mira , el amor no muere. Duele la separación, pero el amor es un regalo que no termina en dar y en unir las cosas más profundas que la herida mortal. Un abrazo grande a tu bello corazón.

Preciosas las palabras que me dedicas.

Es verdad, Roxanne, el amor no muere ni morirá, pero el dolor es una carga demasiado pesada.

Gracias desde el alma.

Un beso.

[Alejandro Costa]

Me alegra el merecido reconocimiento a este emotivo poema. Felicidades, Alejandro y un abrazo.

Millones de gracias, Ramón.

Un fuerte abrazo.

[Alejandro Costa]

Generalmente la decisión de la comisión encargada de proponer y votar el poema de la semana me parece acertada; en esta ocasión, además de acertada es justa ante un poema homenaje y canto de la amistad que, como el amor más allá de la muerte de Quevedo, permanecerá para siempre. Un abrazo grande, y salud.

Gracias por tus amables palabras.

Un fuerte abrazo, compañero.