Editorial Alaire

Aquí no hace falta firmar ninguna crónica.

Las calles, las ciudades, la gente, las lágrimas, la sangre, el terror, el dolor, el sentimiento, la soledad, el desamparo, los DESAPARECIDOS, los MUERTOS, ya la han firmado.

Aunque otros, se han dedicado a hacerse fotos. Mentir, discutir y lavarse las manos como Pilatos, pero nunca de barro.

Es doloroso, Ana, cruel, pero necesario, aunque, como todo lo sucedido, quedará perdido entre el barro.

Perdona que no lo valore como poesía. Esto tiene más un valor de corazón, de alma y de humanidad.

Un beso.

Salud, paz y libertad.

Es tan triste la situación que todo lo que se diga es poco. Tú has respondido presta a manifestarte, con belleza, ante tanto dolor. Felicidades, y gracias por compartir tus impresiones.
Un abrazo grande y salud

Con mucha lucidez describes el dolor que causó esta catástrofe. Indigna pensar en la falta de prevención, el incumplimiento de protocolos y la dejadez e incompetencia de unos políticos que se aferran a sus cargos, sin importarles realmente la pérdida de bienes o de vidas humanas de la que son responsables. Enhorabuena por el poema y un abrazo.

Gracias, Marisa, de nuevo... por venir:

Profundo dolor

Un beso
Ana

Jorge...

Gracias por comprender y por decirlo.

Un beso grande
Ana

Gracias, Alejandro, por tus palabras.

Un fuerte abrazo, poeta
Ana

Agradezco, Pilar, tu comentario.

Un abrazo grande
Ana

Has construido un verídico y realista, puede ser redundante, retrato , relato de lo acaecido en la comunidad valenciana, aunque dicen que la desolación se nota más estando presente en esas calles. Resulta curioso como van variando las nomenclaturas para estos efectos, de la gota fría muy común en esa zona, han pasado a denominarla ciclogénesis explosiva a Dana, ahora. Sin querer ser conspiranoico esto ocurrido ahora parece programado, barrancos y ríos sin limpiar, proyectos de prevención no ejecutados, pese a estar aprobados, reacción de las autoridades pre y post evento. Da la impresión de que nos quieren muertos (reducción de la población). En fin... no me quiero alargar. En definitiva, Ana, muy bueno tu poema.
Enhorabuena.

Un abrazo afectuoso.

Gracias, Ramón, por tu comentario:

Un beso
Ana

Preciso y precioso tu testimonio, Ana. Que la rabia y el dolor no nos dejen ver el sol de la mañana de tanta gente buena que sabe estar donde los otros son ausentes.

Víctor

Sí, Ramón, la reducción de la población... eso parece:

Un fuerte abrazo
Ana

Una tragedia es más tragedia cuando te afecta directamente y le puedes poner rostro. Un poema impecable. Solo espero que la gente despierte sobre lo que les importamos a los políticos. Les somos totalmente prescindibles, salvo por los votos que les puedan caer en unas elecciones, nada más.

Un abrazo.