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Gracias, Ana. Un abrazo para ti.Ana Muela Sopeña escribió: ↑Mar, 13 Ago 2024 19:48 Qué hermoso poema, Ramón:
Me encanta cómo has tratado el lenguaje en todos estos versos.
Un abrazo
Enhorabuena
Ana
Es un bello poema de amor escrito en un lenguaje exquisitoRamón Carballal escribió: ↑Vie, 19 Jul 2024 18:46 Están aquí como chispas de la luz
que encienden la médula
de los ríos invisibles.
Fluido de sombras que traen un vigor de ecos renombrados
en cada bocanada que alimenta la corriente donde el mar rojo
de la vida fluye en círculos, en elipses, a través de un canal
envejecido hasta la orilla del pensamiento bajo el latido
que impele los músculos de quien camina sobre las brasas de la noche.
Moléculas de amor en el oxígeno que viajan como nautas
de una sangre acostumbrada a perderse por el laberinto de unas raíces
que envían fulgor a la corteza de la piel, al capilar que se yergue
igual que un árbol de queratina, lo mismo que una hoja
de pinaza hacia el beso del aire.
Ah! cómo en mi voz, en mis ojos, en el sabor acre del cáliz,
en la táctil yema que se desliza por mi arteria azul;
en tu respiración de ángel, en tu sangre nueva
hay olas que se han convertido en sístoles de un corazón
sin cala a donde arriben los pájaros del ensueño.
Gracias, ERA, por tu amabilidad. Un abrazo, amiga.E. R. Aristy escribió: ↑Lun, 19 Ago 2024 18:46Es un bello poema de amor escrito en un lenguaje exquisitoRamón Carballal escribió: ↑Vie, 19 Jul 2024 18:46 Están aquí como chispas de la luz
que encienden la médula
de los ríos invisibles.
Fluido de sombras que traen un vigor de ecos renombrados
en cada bocanada que alimenta la corriente donde el mar rojo
de la vida fluye en círculos, en elipses, a través de un canal
envejecido hasta la orilla del pensamiento bajo el latido
que impele los músculos de quien camina sobre las brasas de la noche.
Moléculas de amor en el oxígeno que viajan como nautas
de una sangre acostumbrada a perderse por el laberinto de unas raíces
que envían fulgor a la corteza de la piel, al capilar que se yergue
igual que un árbol de queratina, lo mismo que una hoja
de pinaza hacia el beso del aire.
Ah! cómo en mi voz, en mis ojos, en el sabor acre del cáliz,
en la táctil yema que se desliza por mi arteria azul;
en tu respiración de ángel, en tu sangre nueva
hay olas que se han convertido en sístoles de un corazón
sin cala a donde arriben los pájaros del ensueño.
Todo un placer leerte con buena presión arterial. Te felicito, Ramón Carballal. Abrazos!
Gracias a ti por tu visita y palabras. Un abrazo.Ricardo López Castro escribió: ↑Mié, 21 Ago 2024 17:39 Me ha gustado este trabajo lírico y vívido.
Gracias por compartirlo.
Abrazos y felicidad!