Ramón Carballal escribió: ↑Mar, 28 May 2024 9:41 Ya te lo han dicho otros compañeros, escribes muy bien, buena muestra este excelente poema. Felicidades y un abrazo.
Muchas gracias, tocayo, por tus atentas palabras y el elogio.
Un abrazo fuerte.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Ramón Carballal escribió: ↑Mar, 28 May 2024 9:41 Ya te lo han dicho otros compañeros, escribes muy bien, buena muestra este excelente poema. Felicidades y un abrazo.
Carmela Viñas escribió: ↑Mar, 28 May 2024 10:09 Un canto a la tristeza, a la pérdida,con el hablar propio de un poeta. Maravilloso poema nos compartes, Ramón.
Aquí ha reinado con nobleza tu metáfora.
Felicidades.
Abrazos.
Ana Muela Sopeña escribió: ↑Mar, 28 May 2024 21:59 Maravillosos versos, Ramón:
Entrar a tu espacio es siempre garantía de encontrar buena poesía.
Aplausos
Un beso grande
Ana
Marisa Peral escribió: ↑Sab, 01 Jun 2024 13:20 Esta inédita postal es un lujo, Ramón.
Coincido con los compañeros en cuanto a la calidad excelente de tu poesía.
Felicidades y un beso.
Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Sab, 01 Jun 2024 19:58 .
Uff, amigo, querido poeta: este trabajo supera las expectativas de cualquier lector ultra-exigente, de cualquier noble y experta sensibilidad.
Me he quedado con la emoción batiendo alas y con lágrimas de belleza en la garganta.
Cualquier gesta de ovaciones me sabe a poco; una maravilla, sí, una maravilla.
Abrazos.
Maravilloso poema, Ramón Castro Méndez. Conjugas todos los verbos del lirismo y de la belleza de los amantes. Te felicito.Ramón Castro Méndez escribió: ↑Lun, 27 May 2024 22:06 I.
Hay playas en el atardecer naciendo de tus manos,
hectáreas de palpitante mar bajo la mesa en luna nueva,
golpes de mar reflejándose en el sol de las granadas.
¿Es, acaso, este mar inédita postal de amor o canto al duelo?
II.
Recuerda cuando todo era futuro, aeroplanos de fe ciega
y estúpidas canciones de amor sonando en la radio.
Recuerda que era tiempo de aprender a caminar para que otros
pudieran correr, de descubrir la noche con sus esquinas dentro,
de perseguir tras las bufandas rostros sin eco en andenes brumosos.
III.
En tu pecho latía la breve sinfonía de una tragedia de bronces
que sonaban como puñales, o como lumbre ámbar de trigal maduro.
La vida es ahora, y después el destino que viene con su huso
de plata como un fogonazo de luz blanca reciente y azaleas.
Son estos días de sangre como escarcha y dalias frías, de dólmenes
que miran hacia el oriente, donde una suave lluvia a la sombra
de los árboles, ignora su desnudez hostil, y va tejiendo un idioma
nuevo y de voces foráneas. Así gime la tarde entre un llanto de violines.
IV.
Éramos la hoja caduca enfrentada a un viento letal y amargo,
éramos como la tierra con todos los poros abiertos, y alargaba
nuestra triste sombra de hamaca y fósiles la miel de los planetas.
En la noche, arañas melancólicas despedían luz de gas, mientras a solas
retumbaba con miedo de niño la tempestad de ayer en este cuarto oscuro.
V.
Si me vieras ahora, tú que atravesaste conmigo esas tormentas
y vestiste las mitad de mi disfraz, no me reconocerías, es el precio
de ir muriendo porque la vida no sabe estarse quieta, de ir perdiendo
la memoria de miles de días cuando el silencio va contando las sílabas
y se obstina en hablar, pero las palabras no acuden a la boca.
VI.
Es tiempo de ir quemando los viejos zapatos en una hoguera
cualquier noche de duendes. Pero yo volveré a esa mudez de piedra
y me quedaré cerca de la orilla, por ser el náufrago al que la noche
llama, sabiendo que la noche no es segura y, a veces, de ella no se vuelve.
VII.
Necesito saber que el sol vela por mí y se halla cerca, a la distancia
de un guijarro que va saltando sobre el agua, o, al menos, durante el tiempo
que el vino tarda en pudrirse en los odres. Cansado de esperar aquello que no vuelve,
te seguían mis ojos bajo el repicar del aguacero, volviendo, una y otra vez,
a estrellarme contra esta niebla de oscura voz de cántaro, o en ese ir creciendo
de las plantas al murmullo de la luna, mientras los astros arrullaban telescopios.
VIII.
Si pudiera regresar a aquellos años en que dentro de mí sonaba tu alegría,
volvería a poner en pie la casa, la música y los libros.
Francisco Lobo escribió: ↑Mié, 12 Jun 2024 16:17 Un poema excelente, bien construido, lleno de mar y de grandeza. Tu luz brilla en el foro. Un abrazo.
Rafel Calle escribió: ↑Sab, 13 Jul 2024 16:45 Siempre es un placer acudir tus trabajos, amigo Ramón; en este caso poesía narrativa de excelente factura rítmico-literaria.
Felicidades.
Abrazos.
Carmen Moro Frías escribió: ↑Lun, 15 Jul 2024 12:57 Hola Ramón
Me ha gustado mucho. Un gran poema
Y así imaginando sugerencias, recomiendo su edición y su envío urgente y certificado al cielo con un sol anaranjados. Seguro que las nubes tiemblan de pasión.
Un abrazo