Ya no tengo tus anhelos

[F. Enrique]

Precioso, tierno, romántico a borbotones.

Tienes la delicadeza del amor, la elegancia de la calidad.

Un abrazo, compañero.

Salud, paz y felicidad.

A veces pienso en la necesidad de escribir un poema, Alejandro. Creo que este es uno de esos casos.

[Raul Muñoz]

¡Qué preciosidad de romance! Da gusto leerlo, llega muy hondo. Mi enhorabuena, Enrique, por la bella inspiración que te acompaña. Gracias por compartir.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Estos versos son un oasis lírico que se deja apreciar y valorar. Enhorabuena, Enrique. Abrazo, y salud.

Gracias por tu amable comentario, Julio
Un abrazo.

[F. Enrique]

Fabuloso romance, F. Enrique:

Te ha quedado muy natural y lleno de emoción. Verdaderamente hermoso y bien escrito.

Mis felicitaciones
Un beso
Ana

Te agradezco, Ana, la sensibilidad que siempre me muestras.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Te vuelves a lucir en este poema, amigo Enrique. Como curiosidad, ahora recuerdo que uno de tus mejores poemas es La huida de la rima y que, precisamente, hace bastantes años que te comenté que no deberías huir de ella, pues bien, ahí lo tienes, pienso que cuando la combinas con la métrica consigues, claro está, subir el aspecto rítmico, pero también suben los asuntos literarios, estilísticos semánticos...
En fin, vaya mi enhorabuena con un fuerte abrazo, compañero.

Gracias, Rafel, por lo que me cuentas. No esperaba una recepción tan positiva de este tipo de poemas, puede ser que insista en ellos.

Un abrazo.

[Ricardo López Castro]

Esa pequeña contraposición entre la sensación de duelo y la esperanza.
El no querer dar nada por perdido de lo que nos completa.
Muy bien ritmo.
Buen poema, compañero.
Abrazos y felicidad!!

[F. Enrique]

Ya no tengo tus anhelos,
ya no encuentro en tu mirada
la huella de las memorias
que se han perdido en el agua.

La luna de las caricias
de marzo por la mañana
resiste en mi soledad,
en las nubes, en las ramas,
en el vuelo y los estanques
de una encendida palabra.

Ya no te puedo evocar
porque se me rompe el alma
porque mi lira se muere
y no sé cómo alentarla
cuando escucho aquel quejido
en el sauce de las lágrimas,
cuando pienso en la finura
de tu boca en mi almohada.

Por los rellanos del aire
que ya no mueven tus alas
por los bares escondidos
que lloran de madrugada
y sufren ebrios de muerte
los resplandores del alba
en la senda de la risa
que aún presiente tu cara
mi corazón te recuerda,
no ha perdido la esperanza.

Tu poema es belleza pura y refrigerio para el alma. Francisco!

Ya ves, Roxane, me evocas muchas cosas, vuelvo a tenerte en mi breve irrupción en los poemas líricos arromanzados.


Gracias, Roxane, tú me evocas muchas cosas, pero hoy, ya ves, me cuesta trabajo decirte algo. Fue una breve incursión en los poemas líricos arromanzados.

Un abrazo.

[Carmen Moro Frías]

Hola Enrique
Me ha parecido una historia interior poéticas maravillosa.
Un abrazo

[F. Enrique]

Interesante bùsqueda interior, me gustò tu obra .
Javier

Me gusta lo que dices, Javier. No pretendía gran cosa con este poema, quizás conjurarme contra el olvido, propagar la sensación de poder amar a pesar de no ser amado.

Un abrazo.

[F. Enrique]

¡Qué preciosidad de romance! Da gusto leerlo, llega muy hondo. Mi enhorabuena, Enrique, por la bella inspiración que te acompaña. Gracias por compartir.

Un abrazo.

Gracias, Raúl, se hace lo que se puede, lo escribí en tres minutos.

Léon Pasternak.

[F. Enrique]

Esa pequeña contraposición entre la sensación de duelo y la esperanza.
El no querer dar nada por perdido de lo que nos completa.
Muy bien ritmo.
Buen poema, compañero.
Abrazos y felicidad!!

Gracias, Ricardo, por tu amabilidad.

Léon Pasternak.

[F. Enrique]

Hola Enrique
Me ha parecido una historia interior poéticas maravillosa.
Un abrazo

Gracias, Carmen, me ha hecho mucha ilusión tu comentario.

Un abrazo.

[F. Enrique]

Gracias.

Un abrazo.