Editorial Alaire

Una abraçada enorme, estimadíssim amic.

Me alegra ver reconocido tu poema. Enhorabuena, lo merece, querido amigo.
Un abrazo grande

Merecido reconocimiento, Julio, enhorabuena.

Un abrazo.

Mi felicitación por la merecida distinción a tu poema. Un saludo.

El poeta debe ser un cómputo de cosas.
Humildad y versos abanderan este escrito.
Eres uno con tu voz.
Mis más sinceras felicitaciones.
Abrazos y felicidad.

Mi enhorabuena, Julio, por el merecido reconocimiento. Un poema hermoso en su mirada abierta a descubrir.

Un abrazo.

Un abrazo, Julio. Es una bella ocasión en la poesía, tu poesía!

Mi más sincera enhorabuena.

Un fuerte abrazo, compañero.

Salud, paz y felicidad.

NORABOA por este merecido reconocimiento a tan magnífico poema.

Todo un placer de lectura, amigo Julio.

Un abrazo.

Un poema que ha removido mi visión poética; es de los que siempre espero. Me ha gustado tanto que me he ido a buscar el significado de las palabras que no conocía, para tener mayor panorama. La descripción del sujeto humano, perdido en el laberinto vida, es admirable. El despertar de la conciencia, a partir del simbolismo de la mirada, es una carga poética trascendente.
Has filosofado con versos de altura, compañero poeta. Enhorabuena.

Felicito al jurado por su acierto, y a ti por recibir tan justo premio.

Un abrazo grande.
Óscar

Mi enhorabuena Julio por el galardón, merecido, a tu poema.
Un abrazo.
J. manuel

Interesante reflexiòn, lo tomo como un callage de virtudes literarias, felicitaciones por el galardòn.
Javier

Felicitaciones por el reconocimiento, Julio:

El tema del poema es siempre candente.
La forma que has escogido: original.


Abrazos
Ana

Julio Bonal escribió: ↑Jue, 08 Feb 2024 18:46 Miramos sin ver o vemos
lo que queremos ver; mirar y ver
no son una función del hueso. Luego,
¿para qué son los ojos? Ah, ahí
hay un árbol torciéndose en el día,
un olivo, se muestra y da; ves
cómo en el desnudo siendo, es hermoso
su estar para que lo reciba en el vivir
lo humano. Hemos leído
a Lorca, ese niño idiota que por las piezas va
con muletas y golondrinas que hablan
y dicen amor, amor, cuándo se aherrojó
tu fuego. Hay cuadros que son nebulosas enormes
de destiempo, Turner o Klee. Hay deidad
en Delfos o en el románico expolio
de Taüll. ¿Qué leen los ojos, qué ven:
cromatismos o algo que el mirar embellece?
Cierto, urge el vaivén diario por el sinfín
de calle, trabajo, hogar, limpio, cocino y deudas.
Lo angustioso de saberse aquí,
casi proscrito, glauco en el horizonte al fondo.
El yo te quiero cuando tú no de tú y mí. Y el corre,
corre, no te detengas, aquí no respira Whitman.
Entretanto, se va la vida. Cuestión:
¿tuvimos los ojos lo bastante abiertos? ¿Vimos
a la muerte venir sin desconsolado adiós?
Algo, en este tan vasto como innecesario universo,
ha de tener sentido: ninguna ecuación diferencial
siente. Pero, se sabe, en el principio
fue dicho: hágase la luz; y abrimos los ojos.





[Nota bene: Quienes por algún acaso alcancen a leer el texto, que por anticipado me excusen: dejarlo aquí es casi un agravio para el participante habitual. Mi xeniteia no da para mucho más.]

Sube para deleite de todos.

Intelectualidad y mensaje. Muy bueno.

Francisco Enrique León.