Carmela Viñas escribió: ↑Mar, 19 Dic 2023 16:39 Anagramas fluorescentes.
Grafía secreta y ondulante del cielo
que perdió las estrellas.
Leo o adivino
que no hay prisa por volver
a París.
Silencio prolongado
y gélido. No hay miedo.
Ausencia de otros pasos vivos.
En esta contemplación
impera el sonido seco
del aparente vacío,
donde sueña la nieve
- ¡dejadla, mundo hostil, que sueñe! -
ser hija impoluta de la calma.
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Desde que regresé al foro me he topado con poemas que me resultan trascendentes; y, este tuyo lo considero dentro de este grupo. Sin dudas, la poesía de Alaire ha evolucionado hacia una mensajería ideal del sentimiento; ya que asume el equilibrio entre fondo y forma (es decir: la exigencia fundamental de la poesía clásica) una práctica que considera la más ideal para la comunicación con el público.
Este encantador poema, que nos introduce en una realidad mágica, y dentro de la cual desgrana una imaginación desbordante, sorprende, contagia su sueño, y despierta nuestra sensibilidad poética. Y hace brotar nuestras lágrimas, esas que provocan la inhumana belleza de las auténticas obras de arte.
Me hubiera gustado seguir escribiendo sobre este logrado trabajo, pero no puedo hacerlo ahora. Quizás otro día.
Te aplaudo, compañera, por este soberbio poema.
Óscar