Editorial Alaire

"Ana Estepa"

Unos versos con mucha fuerza, y con unas metáforas muy visuales.
Vi a los peces morir en la orilla.
Me ha gustado mucho el poema.

Esto me ha gustado mucho:

"Un dolor en el rostro me transpone,
será mía la noche para llorar a solas
y tendré entre mis manos, hambrientas y nocturnas,
un refugio sin rumbo, sin alma y silencioso,
esperando llegar
como un bando de peces a morir en la orilla.[/b]"


Muy agradecido, querida compañera de versos,es un honor leer tus hermosas palabras.

Desde la soledad de mi isla, un cordial abrazo.

José Manuel F. Febles

="Ramón Carballal"

Este poema lleva el sello de la calidad y la maestría de su autor. Felicidades y un abrazo.

Viniendo de ti estas papñabras, es un honor para mis versos.

Va un fuerte abrazo desde la soledad de mi isla.Tenerife. hasta allá.

José Manuel F. Febles

"Ana Muela Sopeña"

Un poema magistral, José Manuel. Belleza, lenguaje de orfebre de la palabra, sentimiento a raudales.

Felicidades y aplausos
Un abrazo
Ana

Yo agradezco esas palabras, tan hermosas, dedicadas a mis versos, querida Ana Muela , porque me llegan al alma, cuando además vienen de lejos, de una poeta que admiro y he admirado siempre. Eres un sol que nace enm Bilbao y llega luminoso a Tenerife.

Va un cordial y fuerte abrazo desde la soledad de mi isla

José Manuel F. Febles.

[="F. Enrique"

En el desasosiego de mis manos vacías,
viviendo entre las ruinas de mi aliento,
y en la vida negada, desde entonces,
entregaré mi andar al último camino.

Quisiera golpear vocabularios
con letras desveladas de locura,
esperando una fecha en la mirada
de todos los dolores que he pasado,
que ya no existen.

El sol había muerto, me abandono a su sombra.
[/align]

Creo que humildemente ( la vida no me ha permitido ser humilde) que distinguiría un poema tuyo entre la multitud. La Escuela Canaria rivaliza con la Andaluza por asaltar el trono de la poesía en español en los últimos 50 años, eres un representante muy digno de ella. Es posible que este excente poema sea la cumbre telúrica de tu desasosiego.

Un abrazo..

Tu calidad de poeta es muy grande, por lo tanto, leyendo tus palabras a mis modestos versos, me llegan como un soplo de belleza que no merezco. Es un mundo, la poesía, en el que he vivido desde muy pequeño. Mi querida madre, ya en Dios, fue una enamorada de la poesía, de ahí abracé cada verso que leía. Muy agradecido, amigo y compañero F. Enrique, desde la soledad de mi isla.

José Manuel F. Febles

Tu poesía se va densificando y va alcanzando cada vez cotas más altas. Te felicito y te animo a seguir por ese brillante sendero.
Un abrazo.

Jerónimo

José Manuel F. Febles escribió: ↑Sab, 14 May 2022 12:50


Un dolor en el rostro me transpone,
será mía la noche para llorar a solas
y tendré entre mis manos, hambrientas y nocturnas,
un refugio sin rumbo, sin alma y silencioso,
esperando llegar
como un bando de peces a morir en la orilla.

Quisiera golpear vocabularios
con letras desveladas de locura,
esperando una fecha en la mirada
de todos los dolores que he pasado,
que ya no existen.

El sol había muerto, me abandono a su sombra.

Si hay alguien que domina la soledad y la tristeza eres tú, José Manuel, transmites de una forma inigualable,
Te felicito y te envío un abrazo que te llene el corazón.

José Manuel F. Febles escribió: ↑Sab, 14 May 2022 12:50 EL SOL HABÍA MUERTO,
ME ABANDONO A SU SOMBRA


Una turba de cuervos bailando entre las nubes
en medio del relámpago y la lluvia,
un barrunto secreto se vislumbra,
quedando la miseria y las cenizas
en la tierra silente del paisaje.

No le vale a la muerte la escapada,
no existirán horizontes de niebla,
ni tampoco ecuménicos milagros
en el exacto plazo de esta cita.

Un dolor en el rostro me transpone,
será mía la noche para llorar a solas
y tendré entre mis manos, hambrientas y nocturnas,
un refugio sin rumbo, sin alma y silencioso,
esperando llegar
como un bando de peces a morir en la orilla.

En la calle desierta y atracada
de tus pasos ligeros, déjame que me llene
gota a gota en las charcas de la noche.

En el desasosiego de mis manos vacías,
viviendo entre las ruinas de mi aliento,
y en la vida negada, desde entonces,
entregaré mi andar al último camino.

Quisiera golpear vocabularios
con letras desveladas de locura,
esperando una fecha en la mirada
de todos los dolores que he pasado,
que ya no existen.

El sol había muerto, me abandono a su sombra.

"Jerónimo Muñoz"

Tu poesía se va densificando y va alcanzando cada vez cotas más altas. Te felicito y te animo a seguir por ese brillante sendero.
Un abrazo.

Jerónimo

Querido Jerónimo, muy agradecido por tu comentario y consejos.
Va un cordial abrazo desde la soledad de mi isl.

José Manuel F. Febles

"Marisa Peral"
="José Manuel F. Febles"




Un dolor en el rostro me transpone,
será mía la noche para llorar a solas
y tendré entre mis manos, hambrientas y nocturnas,
un refugio sin rumbo, sin alma y silencioso,
esperando llegar
como un bando de peces a morir en la orilla.

Quisiera golpear vocabularios
con letras desveladas de locura,
esperando una fecha en la mirada
de todos los dolores que he pasado,
que ya no existen.

El sol había muerto, me abandono a su sombra.




Si hay alguien que domina la soledad y la tristeza eres tú, José Manuel, transmites de una forma inigualable,
Te felicito y te envío un abrazo que te llene el corazón.


Gracias, querida Marisa, por tus expresivas palabras a mis humildes versos. Es un placer recibirte.

Desded la soledad de mi isla, un cordial abrazo.

José Manuel F. Febles

="Mirta Elena Tessio"
"José Manuel F. Febles"

EL SOL HABÍA MUERTO,
ME ABANDONO A SU SOMBRA


Una turba de cuervos bailando entre las nubes
en medio del relámpago y la lluvia,
un barrunto secreto se vislumbra,
quedando la miseria y las cenizas
en la tierra silente del paisaje.

No le vale a la muerte la escapada,
no existirán horizontes de niebla,
ni tampoco ecuménicos milagros
en el exacto plazo de esta cita.

Un dolor en el rostro me transpone,
será mía la noche para llorar a solas
y tendré entre mis manos, hambrientas y nocturnas,
un refugio sin rumbo, sin alma y silencioso,
esperando llegar
como un bando de peces a morir en la orilla.

En la calle desierta y atracada
de tus pasos ligeros, déjame que me llene
gota a gota en las charcas de la noche.

En el desasosiego de mis manos vacías,
viviendo entre las ruinas de mi aliento,
y en la vida negada, desde entonces,
entregaré mi andar al último camino.

Quisiera golpear vocabularios
con letras desveladas de locura,
esperando una fecha en la mirada
de todos los dolores que he pasado,
que ya no existen.

El sol había muerto, me abandono a su sombra.
[


Hola compañera, los alisios que vuelan por mi isla, traen y llevan la soledad y la tristeza que comentas, puede ser así, pero en mí encontraron cobijo, por lo visto, porque son eternas mientras respire. Gracias por tu comentario.

Un fuerte abrazo hasta allá.

Desde la soledad de mi isla.

José Manuel F. Febles

Impacta la hondura y desconcierto tan bellamente expresado querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Un maravilloso poema, amigo José Manuel, donde la tristeza y el dolor se hacen patentes en la hermosa expresión de tu palabra.

Mi aplauso.

Un fuerte abrazo.

="Lunamar Solano"

Impacta la hondura y desconcierto tan bellamente expresado querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy


Muy agradecido, querida poeta, por las palabrs que dedicas a mis versos. Vienen de una poeta de altura literaria.

Desde la soledad de mi isla, un cordial abrazo.

José Manuel F. Febles

José Manuel F. Febles escribió: ↑Sab, 14 May 2022 12:50 EL SOL HABÍA MUERTO,
ME ABANDONO A SU SOMBRA


Una turba de cuervos bailando entre las nubes
en medio del relámpago y la lluvia,
un barrunto secreto se vislumbra,
quedando la miseria y las cenizas
en la tierra silente del paisaje.

No le vale a la muerte la escapada,
no existirán horizontes de niebla,
ni tampoco ecuménicos milagros
en el exacto plazo de esta cita.

Un dolor en el rostro me transpone,
será mía la noche para llorar a solas
y tendré entre mis manos, hambrientas y nocturnas,
un refugio sin rumbo, sin alma y silencioso,
esperando llegar
como un bando de peces a morir en la orilla.

En la calle desierta y atracada
de tus pasos ligeros, déjame que me llene
gota a gota en las charcas de la noche.

En el desasosiego de mis manos vacías,
viviendo entre las ruinas de mi aliento,
y en la vida negada, desde entonces,
entregaré mi andar al último camino.

Quisiera golpear vocabularios
con letras desveladas de locura,
esperando una fecha en la mirada
de todos los dolores que he pasado,
que ya no existen.

El sol había muerto, me abandono a su sombra.

Un poema esplendoroso al dolor existencial. Tu brillo de poeta marca las doce, hay que buscar la sombra de un árbol y leerte en una sumersión luminosa. ¡Te felicito, Jose Manuel Febles! Abrazos,

Ramón Castro Méndez"

Un maravilloso poema, amigo José Manuel, donde la tristeza y el dolor se hacen patentes en la hermosa expresión de tu palabra.

Mi aplauso.

Un fuerte abrazo.
Mi querido poeta y amigo, Ramón Castro, ignoro que habré hecho mal para que mi respuesta a tu bellas palabras, como siempre, no saliera. Te quedo muy agradecido, y te envío un fuerte abrazo desde la soledad de mi isl.

José Manuel F. Febles