Mirlitando que es gerundio (Serie Mirlos)

[Francesch Vicent]

Mirlos originales y buenísimos, pero el último de antología.
Saludos cordiales, amigo poeta.

[Mirta Elena Tessio]

I.

Llevo conmigo la cuenta de los años perdidos.
Soy contable. Gajes del oficio.

II.

Calculé mi resurrección entre el Cámbrico
y mi nadir doméstico, reubicándome
entre Scarlet Witch y un filósofo francés misántropo.

III.

Tomé el pulso a los planetas huecos
y perseguí sus sibilantes (o sibilinas) órbitas.

IV.

Calcé de estrellas de mar mesas que cojean los viernes.

V.

Pedí mis entradas de la fila IV
para asistir a un desfile de M números romanos.

VI.

Oreé mi colección de discos viejos.
May I, Kev?
Siguiendo a Country Joe, me moví
como un pez entre la gente.

VII.

En el día del orgullo, llevé una camiseta
con un Cristo Che en la espalda.

VIII.

El pasado verano hice la ruta Ho Chi Minh
con los siete enanitos.
Aibó, aibó, tralala, tralala.

IX.

No todos los años perdidos fueron mejores.
Algunos se me olvidaron y el resto se los quedó Proust.

A mi me gusta verte contento, escribir lo que sea me gusta como lo haces, y buscar que los que te leemos sonrían
es un acto de bondad y de inteligencia. Yo aún no consigo entender lo de los mirlos, algo que crearon en mi ausencia, ya alguie me dirá. El último me inspira una infinita ternura.
Abrazos desde este inciepiente invierno. y Gracias por compartir tus poemas.

[Ramón Castro Méndez]

Tan bellos como interesantes mirlos, amigo Ramón, trufados de una ingeniosa creatividad literaria.
Felicidades.
Abrazos.

Muchas gracias, amigo Rafel, por tu paso y apreciado comentario.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Mirlos originales y buenísimos, pero el último de antología.
Saludos cordiales, amigo poeta.

Muchas gracias, Francesch, celebro que te hayan gustado estos mirlos.

Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

I.

Llevo conmigo la cuenta de los años perdidos.
Soy contable. Gajes del oficio.

II.

Calculé mi resurrección entre el Cámbrico
y mi nadir doméstico, reubicándome
entre Scarlet Witch y un filósofo francés misántropo.

III.

Tomé el pulso a los planetas huecos
y perseguí sus sibilantes (o sibilinas) órbitas.

IV.

Calcé de estrellas de mar mesas que cojean los viernes.

V.

Pedí mis entradas de la fila IV
para asistir a un desfile de M números romanos.

VI.

Oreé mi colección de discos viejos.
May I, Kev?
Siguiendo a Country Joe, me moví
como un pez entre la gente.

VII.

En el día del orgullo, llevé una camiseta
con un Cristo Che en la espalda.

VIII.

El pasado verano hice la ruta Ho Chi Minh
con los siete enanitos.
Aibó, aibó, tralala, tralala.

IX.

No todos los años perdidos fueron mejores.
Algunos se me olvidaron y el resto se los quedó Proust.

A mi me gusta verte contento, escribir lo que sea me gusta como lo haces, y buscar que los que te leemos sonrían
es un acto de bondad y de inteligencia. Yo aún no consigo entender lo de los mirlos, algo que crearon en mi ausencia, ya alguie me dirá. El último me inspira una infinita ternura.
Abrazos desde este inciepiente invierno. y Gracias por compartir tus poemas.

Mi estimada Mirta, eres muy amable y agradezco mucho tus palabras. La ironía, por los mirlos, no deja de ser la otra pata en la que me apoyo a la hora de escribir, aunque no la prodigue tanto. Mis poemas son bastante empáticos, pienso, y de una melancolía bien administrada. Me salen así, me gustan y no puedo ni quiero evitarlo. Me gusta la belleza de la tristeza, poéticamente hablando. Los tonos grises, aunque no eludo los radiantes.

En cuanto a los mirlos, creo recordar que no podían exceder de 25 versos. El tema es libre. Puedes escribir sobre un mismo tema, dividiéndolos en estrofas, o sobre temas variados dentro del mismo mirlo. De todos modos, dirígete a Rafel, él te lo explicará mejor que yo, seguro.

Un afectuoso abrazo, desde el septentrión, donde la primavera anda revuelta.