Hector Cid escribió: ↑Jue, 24 Feb 2022 12:54
Desde la ventana insomne
la espalda del asfalto dibujada;
húmeda, aterida,
como las escamas de un pez
varado en las rocas.
El humo gatea en mis pulmones y escribo:
Un hombre que se pierde en simas ajenas
no es más que un desertor de los propios abismos.
El peor cobarde se refugia en tormentos extraños.
Las hojas desahuciadas de noviembre
bailan su música lánguida
y el animal gris de la tristeza
husmea entre los arbustos del parking.
Tendida en la cama, sumergida en ti,
quizás piensas
Un hombre acaba cuando reniega de sí.
Un hombre muere donde empieza otro, aunque sea él.
Quien acepta un intruso, profana un pasado.
Luego te miro y me pregunto
por la frontera
entre la última ternura y el ultraje.
Agarro las llaves del Ford
y salgo a la noche de los lobos viejos,
a la noche que se expande entre el exilio
y el destierro.
En un hostal de carretera quedan
una mujer quebrada, un hombre que no será
y un rancio papel pintado.
Por el parking camino
con las suelas quedas
de alguien que aún no conozco.