Editorial Alaire

xaime oroza carballo escribió: ↑Sab, 22 Ene 2022 1:16

Jorge Salvador escribió: ↑Lun, 17 Ene 2022 21:41 No sabes qué de cosas han pasado
desde que tú no estás para evitarlas;
si no era suficiente la batalla de estar vivo,
faltaba esta pandemia y sus secuaces
para poner a Dios en entredicho
y al hombre ante el verdugo.

No vuelvas a morirte nunca, padre,
sin ti nada funciona, se diría
que el mundo es propiedad de cuatro gatos
y el resto es personal a su servicio
que otorga porque calla
y calla por un plato de comida.

Catorce de otro enero a la deriva
sin ti sobre el planeta
y con la humanidad pidiendo a gritos
su dosis de refuerzo
y un pasaporte al bar por lo que cueste.

No sabes qué opresión y cuántas trabas,
soñar es casi un lujo en estos días
de infausta exaltación de la mentira,
el miedo, la coacción y el desencanto.

No puedo con los huesos,
te juro que hace un tiempo que la muerte
me viene resultando acogedora
en vez de un trance amargo.

Yo sé que te fallé constantemente,
que no te di los besos necesarios
y te cerré las puertas de mi alma
con candados de orgullo;
qué lástima aquel tiempo tan precioso
durmiendo con el diablo
en una habitación del purgatorio,
creyendo que era el cielo.

Déjame este catorce soplar las velas
y quererte sin tregua,
por si el próximo enero no estoy en casa…

Estremecedora cercanía, amigo mío.

Un abrazo.

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Mar, 01 Feb 2022 14:27 Sube para deleite de todos.

Te echamos de menos, querido amigo.
Abrazos.

Jorge Salvador escribió: ↑Lun, 17 Ene 2022 21:41 No sabes qué de cosas han pasado
desde que tú no estás para evitarlas;
si no era suficiente la batalla de estar vivo,
faltaba esta pandemia y sus secuaces
para poner a Dios en entredicho
y al hombre ante el verdugo.

No vuelvas a morirte nunca, padre,
sin ti nada funciona, se diría
que el mundo es propiedad de cuatro gatos
y el resto es personal a su servicio
que otorga porque calla
y calla por un plato de comida.

Catorce de otro enero a la deriva
sin ti sobre el planeta
y con la humanidad pidiendo a gritos
su dosis de refuerzo
y un pasaporte al bar por lo que cueste.

No sabes qué opresión y cuántas trabas,
soñar es casi un lujo en estos días
de infausta exaltación de la mentira,
el miedo, la coacción y el desencanto.

No puedo con los huesos,
te juro que hace un tiempo que la muerte
me viene resultando acogedora
en vez de un trance amargo.

Yo sé que te fallé constantemente,
que no te di los besos necesarios
y te cerré las puertas de mi alma
con candados de orgullo;
qué lástima aquel tiempo tan precioso
durmiendo con el diablo
en una habitación del purgatorio,
creyendo que era el cielo.

Déjame este catorce soplar las velas
y quererte sin tregua,
por si el próximo enero no estoy en casa…

Jorge Salvador escribió: ↑Mié, 02 Feb 2022 15:08

Hallie Hernández Alfaro escribió: ↑Mar, 01 Feb 2022 14:27 Sube para deleite de todos.

Te echamos de menos, querido amigo.
Abrazos.

Eso se lo dirás a todos...
Ando tratando de solucionar problemillas. Desgraciadamente la inspiración huye de los problemas, así que no soy capaz ni de completar un verso. Ya vendrán tiempos mejores.
Gracias por reflotar este poema, muy importante para mí.
Abrazos hasta donde te halles

E. R. Aristy escribió: ↑Mié, 02 Feb 2022 15:08

Jorge Salvador escribió: ↑Lun, 17 Ene 2022 21:41 No sabes qué de cosas han pasado
desde que tú no estás para evitarlas;
si no era suficiente la batalla de estar vivo,
faltaba esta pandemia y sus secuaces
para poner a Dios en entredicho
y al hombre ante el verdugo.

No vuelvas a morirte nunca, padre,
sin ti nada funciona, se diría
que el mundo es propiedad de cuatro gatos
y el resto es personal a su servicio
que otorga porque calla
y calla por un plato de comida.

Catorce de otro enero a la deriva
sin ti sobre el planeta
y con la humanidad pidiendo a gritos
su dosis de refuerzo
y un pasaporte al bar por lo que cueste.

No sabes qué opresión y cuántas trabas,
soñar es casi un lujo en estos días
de infausta exaltación de la mentira,
el miedo, la coacción y el desencanto.

No puedo con los huesos,
te juro que hace un tiempo que la muerte
me viene resultando acogedora
en vez de un trance amargo.

Yo sé que te fallé constantemente,
que no te di los besos necesarios
y te cerré las puertas de mi alma
con candados de orgullo;
qué lástima aquel tiempo tan precioso
durmiendo con el diablo
en una habitación del purgatorio,
creyendo que era el cielo.

Déjame este catorce soplar las velas
y quererte sin tregua,
por si el próximo enero no estoy en casa…

Hermoso homenaje a tu padre, Jorge.