Foro poético-literario, revista y tienda de libros de la Editorial Alaire. Poemas de todo tipo, relatos cortos, ensayos. Debates, discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario. Convocatorias de concursos de poesía.
https://foro.editorialalaire.es/
Gracias por tus palabras, Rafel.Rafel Calle escribió: ↑Sab, 22 Ene 2022 7:00 Bello e interesante trabajo, amigo Israel.
Felicidades.
Abrazos.
Gracias, Ramón, por dedicarle un rato a leer y a comentar el poema.Ramón Carballal escribió: ↑Sab, 22 Ene 2022 12:41 Un poema que a mi modo de ver podría encuadrarse dentro del neosimbolismo. Me gustó mucho y lo he disfrutado. Un abrazo.
Pareciera, amigo mío, que ese pozo fuera algo tuyo, aunque seguramente lo sea.Israel Liñán escribió: ↑Jue, 13 Ene 2022 13:59 Nadie se acerca,
nadie lo sabe...
A escasos metros de la arboleda
el pozo de piedra porosa dormita,
henchido de rocío se viste
con la fina seda de las arañas,
con el terciopelo cobrizo
del musgo latente.
Poderoso antaño,
anclado en su espacio,
recuerda las lejanas vibraciones,
dulces cosquillas que lentamente
le fueron robando.
Aún nota la majestuosidad
de la férrea diadema
como quien siente el escozor
de un miembro amputado.
Apenas inmune al paso del tiempo
aprendió a predecir la lluvia
leyendo en las caricias
del viento.
Con más experiencia que sabiduría
atesora el olvido
en el perfume de las madreselvas,
y llora lágrimas de invisible añil
que inundan los surcos
labrados por los gusanos.
Mientras, bajo tierra,
prisioneras allá en el fondo,
sus aguas se tornan
cada vez más negras.
Nadie lo sabe,
nadie se acerca...
Israel Liñán escribió: ↑Jue, 13 Ene 2022 13:59 Nadie se acerca,
nadie lo sabe...
A escasos metros de la arboleda
el pozo de piedra porosa dormita,
henchido de rocío se viste
con la fina seda de las arañas,
con el terciopelo cobrizo
del musgo latente.
Poderoso antaño,
anclado en su espacio,
recuerda las lejanas vibraciones,
dulces cosquillas que lentamente
le fueron robando.
Aún nota la majestuosidad
de la férrea diadema
como quien siente el escozor
de un miembro amputado.
Apenas inmune al paso del tiempo
aprendió a predecir la lluvia
leyendo en las caricias
del viento.
Con más experiencia que sabiduría
atesora el olvido
en el perfume de las madreselvas,
y llora lágrimas de invisible añil
que inundan los surcos
labrados por los gusanos.
Mientras, bajo tierra,
prisioneras allá en el fondo,
sus aguas se tornan
cada vez más negras.
Nadie lo sabe,
nadie se acerca...
Querido compañero, has presentado un excelente poema, pleno de lirismo y sabiduría poética. He disfrutado su amena lectura. Mis sinceras felicitaciones.
Desde la soledad de mi isla, un abrazo.
José Manuel F. Febles