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S.Castelar escribió:Tengo colegios rotos sobre el vientre
Me gusta mucho este verso Carmen, una forma muy acertada de definir la pérdida de la inocencia.
El poema consigue ese ambiente nocturno que pretende el título y dice muchas cosas en su brevedad, creo que es un acierto llegar a narrar sin narrar, que parece algo muy obvio en poesía, pero después resulta que no lo es tanto.
Alguna cosa te apuntaría según mi criterio, pero ya estoy desistiendo de hacer sugerencias que no interesan a fin de cuentas.
Un abrazo
Sara
Ricardo Serna G escribió:carmen iglesia,
La ciudad se muere
y vuela a renacer
con nuevas actividades
se deja atrás el ruido y el humo
y entramos a nuevos ruidos
y contaminación
que no abraza
Magnífico poema, querida amiga
Un abrazo fuerte
Mario Martínez escribió:Hola, Carmen.
Un poema con una cadencia muy armoniosa y con un pequeño deje de amargura, se lee estupendamente. Un abrazo, amiga mía.
Mario.
J. J. M. Ferreiro escribió:Dame fuego, que es tarde para ser,
que siento frío.
Que el hambre me destroza las pupilas.
Que este bar es un antro sin espejos.
Y yo no tengo ganas de mirarte los pies
...............................................desnudos.
Invítame a tabaco.
La noche es larga y la ciudad se muere.
Así de claro, querido amiga: una maravilla, de sugerencia, de escaso pero intenso vivir.
Bicos
Martín Desormeaux escribió:Carmen: Me gusta mucho este poema, yo se lo prestaría a Sabina y que le ponga música ya mismo
Un abrazo.
Martín Desormeaux.-
JUANPABLO escribió:Estimada Carmen:carmen iglesia escribió:Tengo colegios rotos sobre el vientre,
amapolas de invierno en la mirada,
espinas en los ojos.
Aunque detesto al hombre que se inventa
la rosa como excusa.
Dame fuego, que es tarde para ser,
que siento frío.
Que el hambre me destroza las pupilas.
Que este bar es un antro sin espejos.
Y yo no tengo ganas de mirarte los pies
...............................................desnudos.
Invítame a tabaco.
La noche es larga y la ciudad se muere.
Es muy peculiar tu poesía urbana;
yo he frecuentado poco estos caminos;
pero me gusta mucho ese estilo distante,
casi indiferente
de mirarte y de mirar
la realidad urbana,
después de una primera estrofa
con fuertes imágenes de duro desencanto.
Un abrazo.
* * *
carmen iglesia escribió:Tengo colegios rotos sobre el vientre,
amapolas de invierno en la mirada,
espinas en los ojos.
Aunque detesto al hombre que se inventa
la rosa como excusa.
Dame fuego, que es tarde para ser,
que siento frío.
Que el hambre me destroza las pupilas.
Que este bar es un antro sin espejos.
Y yo no tengo ganas de mirarte los pies
...............................................desnudos.
Invítame a tabaco.
La noche es larga y la ciudad se muere.
Gracias, Just... En realidad no he entendido bien lo que me querías decir... Ese primer verso lo rescaté de un poema anterior (de cuando empecé a escribir) porque creo que define muy bien mis sentimiento de pérdida de la infancia... que a ratos me duele mucho...Just Gafar escribió:Mira que yo sigo pensando en ese primer verso. Había algo hace mucho tiempo, y cuando leí tu poema me quedé en silencio. sí, es esto, esto era lo que quería decir, pero no sabía como.
Muchas gracias por compartir
Abrazos
Rafel Calle escribió:Tengo colegios rotos sobre el vientre,
amapolas de invierno en la mirada,
espinas en los ojos.
Aunque detesto al hombre que se inventa
la rosa como excusa.
Dame fuego, que es tarde para ser,
que siento frío.
Que el hambre me destroza las pupilas.
Que este bar es un antro sin espejos.
Y yo no tengo ganas de mirarte los pies
...............................................desnudos.
Invítame a tabaco.
La noche es larga y la ciudad se muere.
..........................................................................
Precioso trabajo, querida amiga Carmen.
El tono de tu poema me ha resultado familiar, diría que conozco esa atmósfera, no sé...
Recuerdo una vez, cuando alguien en un matiz guardó celosamente
el norte de sus sesgo escandaloso, contubernio de encanto proceloso,
con la edad, que sentía vehemente. Por la sombra de ceño revoltoso
le asomaba temblando levemente la orilla humana, al bies de lo insurgente
que decía penar por un tramposo. Resolvió que la noche columpiaba
solidarias reliquias de pereza en los antros de gris naturaleza
que un estadio sin don le procuraba. No hizo falta pedir con sutileza,
al momento llamó a quien pasaba: los efectos del humo, por favor,
que hipnoticen mi lado soñador...
En fin, cosas y revolcones a la mente, jajaja. Aunque eso ya es pasado, ahora, no puede ser de otra forma, salvo diferente a lo que fue. Ley de vida, supongo.
Ha sido un placer leerte.
Recibe un fuerte abrazo.
Me alegra que te haya gustado, Julio... y entiendo que no disfrutes del tabaco... Es un mal vicio que yo también tendré que abandonar...Julio González Alonso escribió:carmen iglesia escribió:Tengo colegios rotos sobre el vientre,
amapolas de invierno en la mirada,
espinas en los ojos.
Aunque detesto al hombre que se inventa
la rosa como excusa.
Dame fuego, que es tarde para ser,
que siento frío.
Que el hambre me destroza las pupilas.
Que este bar es un antro sin espejos.
Y yo no tengo ganas de mirarte los pies
...............................................desnudos.
Invítame a tabaco.
La noche es larga y la ciudad se muere.
Me ha gustado la desnudez de los pies y esa solicitud ardiente en contraposición con el frío sentido, con lo que se intensifica el valor de cada imagen. Lo del tabaco, no. Eligiría morir por cualquier otra causa. Muy bueno y bien escrito. Mis felicidades.
Salud.