Editorial Alaire

Simon Abadia escribió:¿Eres libre?

¡Libre!
Como lirio,
como el mirto.
¡Libre!
Cuál gacela
y no menos que la pantera.
¡Libre!
Como el agua del mar
o las nubes que vuelan,
como el río que empieza
o los chopos que tiemblan.
Soy libre,
en campos vallados
en vergel cercado
de un globo terráqueo.
Libre, libre, ¡más libre!
Lleno de leyes,
lejos del sol y la luna
y de estrellas caducas
y esperanza en mis venas.
Libre, libre, tan libre
como mi hermano,
el que está bajo látigos
o armamento pesado;
al que magullan las palabras,
o pisan con botas doradas;
al que le quitan aire
y le cierran la calle.
¡Libres!
Los que viven en casas
sin puertas que los guarden.
Libres,
como el trigo y centeno,
como el río en su cauce
o el mar en su cuenco.
Libres,
como la amapola y romero
como el buey, o la mula,
quizás, como el galgo de carrera.
Hoy, me apetece libertad,
imagino mi cerco.
Pero puedo gritar, sin pasarme:
Libre, libre, sí, libre,
como el lirio
o el mirlo negro.

Juan Cruz Bordoy escribió:La libertad, solo deseo, una búsqueda insondable y compartida en nuestros hermanos. Gracias por ofrecerla a nuestra lectura. Saludos, Juan Cruz Bordoy.

Ramón Carballal escribió:Un canto de libertad muy hermoso. Un abrazo, Simón.

Jorge Salvador escribió:Una bella exhortación a la libertad, Simón. Te felicito, fue un placer leerte.
Abrazos

Gustavo Cavicchia escribió:Esperemos conservar la libertad de la palabra y del pensamiento. Un abrazo

Mirta Elena Tessio escribió:

Simon Abadia escribió:¿Eres libre?

¡Libre!
Como lirio,
como el mirto.
¡Libre!
Cuál gacela
y no menos que la pantera.
¡Libre!
Como el agua del mar
o las nubes que vuelan,
como el río que empieza
o los chopos que tiemblan.
Soy libre,
en campos vallados
en vergel cercado
de un globo terráqueo.
Libre, libre, ¡más libre!
Lleno de leyes,
lejos del sol y la luna
y de estrellas caducas
y esperanza en mis venas.
Libre, libre, tan libre
como mi hermano,
el que está bajo látigos
o armamento pesado;
al que magullan las palabras,
o pisan con botas doradas;
al que le quitan aire
y le cierran la calle.
¡Libres!
Los que viven en casas
sin puertas que los guarden.
Libres,
como el trigo y centeno,
como el río en su cauce
o el mar en su cuenco.
Libres,
como la amapola y romero
como el buey, o la mula,
quizás, como el galgo de carrera.
Hoy, me apetece libertad,
imagino mi cerco.
Pero puedo gritar, sin pasarme:
Libre, libre, sí, libre,
como el lirio
o el mirlo negro.

Me ha gustado leerte sin estructura, libre de las formas. Un canto a la libertad.
Pero que tan libres somos del pensamiento. A veces quedamos atrapados, con nuestros
demonios, en el pensar. Buen trabajo Simón, Un abrazo grande. Mirta.-

J. J. Martínez Ferreiro escribió:“……………………..
………………………
Libre, libre, ¡más libre!
Lleno de leyes,
lejos del sol y la luna
y de estrellas caducas
y esperanza en mis venas.
…………………….
…………………………
……………………

Hoy, me apetece libertad,
imagino mi cerco.
………………………
Libre, libre, sí, libre,
como el lirio
o el mirlo negro”

Me gusto mucho este directo canto libertad y esperanza, sobre todo en los versos que te señalo.

Todo un placer de lectura, amigo Simon.

Abrazos y salud.

Begoña Egüen escribió:Un poema precioso, semántica y reflexivo. Muchas gracias, estimado amigo, Simón Abadia, por compartir.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Rafel Calle escribió:Hermoso trabajo, amigo Simon.
Abrazos.

Simon Abadia escribió:¿Eres libre?

¡Libre!
Como lirio,
como el mirto.
¡Libre!
Cual gacela
y no menos que la pantera.
¡Libre!
Como el agua del mar
o las nubes que vuelan,
como el río que empieza
o los chopos que tiemblan.
Soy libre,
en campos vallados
en vergel cercado
de un globo terráqueo.
Libre, libre, ¡más libre!
Lleno de leyes,
lejos del sol y la luna
y de estrellas caducas
y esperanza en mis venas.
Libre, libre, tan libre
como mi hermano,
el que está bajo látigos
o armamento pesado;
al que magullan las palabras,
o pisan con botas doradas;
al que le quitan aire
y le cierran la calle.
¡Libres!
Los que viven en casas
sin puertas que los guarden.
Libres,
como el trigo y centeno,
como el río en su cauce
o el mar en su cuenco.
Libres,
como la amapola y romero
como el buey, o la mula,
quizás, como el galgo de carrera.
Hoy, me apetece libertad,
imagino mi cerco.
Pero puedo gritar, sin pasarme:
Libre, libre, sí, libre,
como el lirio
o el mirlo negro.

Ignacio Mincholed escribió:Muy intenso este canto, claro y necesario: Hoy, me apetece libertad

Un abrazo, Simon.
Ignacio