Poema contra el miedo

[Alejandro Costa]

Magnífico, compañero.

Un deleite de principio a fin.

Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Maravilla, Ramón.
Parece hasta fácil hacer poesía cuando se leen grandes hallazgos como éste.
Abrazos y felicidad, amigo de versos.

Gracias, Ricardo, por la visita y el generoso comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Ramón,

siempre un placer venir a saborear tus entregas, plenas de giros, construcciones, inventos metafóricos de gran expresividad, calidad, originalidad.

A mí me gusta mucho.
Abrazos.

Gracias, Pablo, por leer y por la amabilidad del comentario. Un abrazo.

[Simon Abadia]

Magnífico el disfrutar de tu poema, Ramón.
Abrazos

[Manuel Alonso]

Ramón, muy hermoso, un placer de lectura amigo, un abrazo.

[Armilo Brotón]

Muy hermoso Ramón. Felicitaciones amigo.
Un abrazo y salud

[Arturo Rodríguez Milliet]

Exquisito poema, fluido balsámico
que pone en evidencia y sana al mismo tiempo.
Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Magnífico, compañero.

Un deleite de principio a fin.

Un abrazo.

Gracias, Alejandro, por esas palabras tan generosas. Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Magnífico el disfrutar de tu poema, Ramón.
Abrazos

Gracias, Simón. Un abrazo, amigo.

[Ramón Carballal]

Ramón, muy hermoso, un placer de lectura amigo, un abrazo.

Gracias, Manuel, por la visita y el amable comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Muy hermoso Ramón. Felicitaciones amigo.
Un abrazo y salud

Gracias, Armilo, por tus palabras. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Exquisito poema, fluido balsámico
que pone en evidencia y sana al mismo tiempo.
Un abrazo.

Gracias por tu amabilidad. Un abrazo, Arturo.

[Rafel Calle]

Muy bello trabajo, amigo Ramón.
Felicidades.
Abrazos.

[E. R. Aristy]

Aire, pequeño, mínimo aire,
pájaro en el ajedrez del día,
suave textura de fingida quietud
que palpita como un corazón de alba,
misterio del parteluz sobre mi vientre,
hermano de ojos grandes
y espinas de sal.

Vienes a mí con la sonrisa de los profetas,
te apiadas del rubor proscrito,
me susurras un horizonte de puñales
que sajan el tiempo mío,
escribes con olas azules un grito,
espías el sueño, rompes la caricia,
el neceser de la infancia, la canción breve de la cuna.

Hay un sol de ceniza en tus labios,
eres el sombrío espejo de los barcos perdidos,
tu voz, tu flor sin pétalos quiere mi luz,
mi sombra, este animal que exige su guarida,
su éxtasis de raíces adultas
donde dejar un halo limpio con seis palabras invencibles:
soy yo y tú nada puedes.

Un poema excelso, Ramon. Me he deleitado a lo grande. Salud y Poesía siempre. ERA

[Ramón Carballal]

Muy bello trabajo, amigo Ramón.
Felicidades.
Abrazos.

Gracias, Rafel. Un abrazo.