Gracias, querido Julio,por tu generoso comentario. Por mi trabajo me relaciono con frecuencia con campesinos de la península de Yucatán. A menudo necesito un traductor porque algunos no saben español, también me pasa en Guatemala. Solo hablan náhuatl y me encanta oírlos por esa sonoridad de la que hablas. Además recogí en mi memoria la resignación que aparentan ante la vida, algo de ello quise dejar con estas palabras a las que aludes.Julio Gonzalez Alonso escribió:Sólo me cabe expresar la admiración y el gusto por esta lectura no habitual, repasando mentalmente las expresiones, susurrándolas buscando su posible sonido y, en fin, la estupenda intención que se transmite con el poema. Admirable tu versatilidad, Armilo. Francamente un poema para subir a los destacados de la semana. Un abrazo.
Salud.
Un abrazote y salud amigo.