Editorial Alaire

Ramón Carballal escribió:Versos de gran belleza, Ricardo. Me ha encantado leerte. Abrazos.

Antonio Arjona escribió:Leo de nuevo tu aporte y quedo impresionado por tu capacidad para jugar con distintos personajes, lugares o momentos dejando entrevé sus distintas entidades aunque te vales del velado literario para mantener la incertidumbre del lector.
Enhorabuena de nuevo.

Àlex Gállego escribió:El título en sí es evocador, igual que el resto del poema. Me gustaron mucho las imágenes, Ricardo. Gracias por compartirlo.

Un abrazo

Lunamar Solano escribió:Dulce recorrido sensorial que toca la fibra del alma querido amigo...
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Ricardo Serna G escribió:Entre flores, relojes y sombras



Y en el jardín hay un reloj que marca las horas,
cubierto de flores con gotas de agua envejecidas;
--tierra de ajenos barrancos, huesos y dolores,
ojos olvidados en cuclillas, hambrientos de nuevos tiempos,
blancas letras formado alfileres en canto resucitado
de sombras desnudas, vida que llora el mudo cuervo,
el amarillo suspiro que multiplica la súplica,
paraíso de imposibles bañados de lápidas invisibles
y de mariposas en hojas resignadas a ser llanto de ausencias--

y el reloj, que danza en paisaje de primavera,
sus manecillas señalan con dos brazos extendidos
la arruga de sus dedos,
su cuerpo de luna llena agotando la luz que bebe
y el redondo espejo como ventana
contemplando el silencio de los minutos;

y las flores, líneas dibujadas,
en cuatro cristales que brillan con medallas de belleza,
con remolinos de colores entrelazados
con suspiros abochornados,
con pequeños insectos acariciando su universo,
buscando el camino del retorno,
con miedo de acercarse y cumplir el período de espera;

y las sombras, sostenían la puerta sin abrir,
que luchaban con la suerte,
que miraban el reloj y las flores y las hormigas, con delirio,
buscaban su última noche como serpientes agazapadas
entre murmullos y raíces de su quimera,
y abrazaban sin parar el despertar del amanecer.

Rafel Calle escribió:Tan bello como evocador trabajo, amigo Ricardo.
Felicidades, compañero.
Abrazos.

Beatriz Hernando Moral escribió:

Ricardo Serna G escribió:Entre flores, relojes y sombras



Y en el jardín hay un reloj que marca las horas,
cubierto de flores con gotas de agua envejecidas;
--tierra de ajenos barrancos, huesos y dolores,
ojos olvidados en cuclillas, hambrientos de nuevos tiempos,
blancas letras formado alfileres en canto resucitado
de sombras desnudas, vida que llora el mudo cuervo,
el amarillo suspiro que multiplica la súplica,
paraíso de imposibles bañados de lápidas invisibles
y de mariposas en hojas resignadas a ser llanto de ausencias--

y el reloj, que danza en paisaje de primavera,
sus manecillas señalan con dos brazos extendidos
la arruga de sus dedos,
su cuerpo de luna llena agotando la luz que bebe
y el redondo espejo como ventana
contemplando el silencio de los minutos;

y las flores, líneas dibujadas,
en cuatro cristales que brillan con medallas de belleza,
con remolinos de colores entrelazados
con suspiros abochornados,
con pequeños insectos acariciando su universo,
buscando el camino del retorno,
con miedo de acercarse y cumplir el período de espera;

y las sombras, sostenían la puerta sin abrir,
que luchaban con la suerte,
que miraban el reloj y las flores y las hormigas, con delirio,
buscaban su última noche como serpientes agazapadas
entre murmullos y raíces de su quimera,
y abrazaban sin parar el despertar del amanecer.

Gracias por regalarnos tan maravilosas evocaciones.
Un abrazo.

Luis M. escribió:Precioso y muy interesante poema, Ricardo. Mis sinceras felicitaciones y abrazo, querido amigo.

jose manuel saiz escribió:Siempre es un placer pasar por tus versos Ricardo. Nunca defraudas.
Un abrazo, amigo.
J. manuel