Editorial Alaire

Ignacio Mincholed escribió:Cómo trasmitir lo vivido cuando lo vivido es una sensación, cuando lo material asciende a lo intangible.
Solo podemos insinuarlo, advertir a los otros sobre qué sucede en mí sin saber bien qué les puede suceder a los otros.
Tal vez es lo máximo en la eterna exploración de la grandeza humana.
Es lo que haces bellamente en este poema, J.J. Dunas y nalgas, en negro y amarillo.

Felicidades. Un fuerte abrazo.
Ignacio

Gracias, Ignacio, por tus siempre interesantes y jugosos comentarios. Cuando conocí el término de “Los Qualia” en un trabajo de filosofía de mi hijo, me quedé fascinado por el contenido poético consustancial que lleva asociado el propio concepto de “Los Qualia”, esa misteriosa e indescifrable cualidad individual de percibir la realidad que tenemos los seres humanos (yo diría que los seres vivos en general). Está claro que solo mediante el lenguaje poético podríamos llegar a comunicar esa cualidad de las sensaciones sentidas.

Abrazos y salud.
 

Todo un universo sensorial se abre camino a través de esas mágicas pinceladas que traza la memoria.

Magnífico poema, Ferreiro. Me ha gustado mucho, amigo.

Un abrazo.

Pues encuentro francamente estimulantes los qualia que nos realas (palabra todavía no recogida en el DRAE), con su carácter juvenil y de suave erotismo. Me gusta el amarillo. Ya me gustaba aquel mítico submarino amarillo de los Beatles, luego el tractor amarillo y ahora estas muchachas de blusas y faldas cortas por las playas. Un placer siempre, amigo Ferreiro. Hoy, toca un brindis. ¡Salud!

J. J. Martínez Ferreiro escribió:Los qualia son las cualidades subjetivas de las experiencias sensitiva individuales; por ejemplo: ”la rojez de lo rojo” o “lo doloroso del dolor”.

Qualia del amarillo

Dentro en la amarillez de lo amarillo
siempre está aquella blusa,
la falda, las caderas alejándose
en el refulgente oro de las dunas.


Qualia de la negritud

Lunas azules de la negritud.
Amargas dulces lunas del vientre de las muchachas negras.
Muchachas con fibrosos cabellos de tierra antigua,
de pechos aromáticos a tabaco curado a fuego.
En la tersura de sus vientres
se excita el olor almizclado a madreselva negra.

Muchachas que en sus pies germinan la distancia,
van soñando la luz sin rumbo,
el placer subterráneo
de un cielo hundido en la tierra caliente.
Caminan solitarias por el túnel
que se les abre en el espacio de los ojos
y va torciendo hasta la nalga izquierda
poseída por el monzón
que sopla adentro.

Los cuerpos dejan en la negritud
una sombra blanquísima con un nimbo de luz roja.

Un poema excelso en todos los sentidos, Ferreiro. Alucinante y en sicronicidad con La Belleza. Abrazos, ERA