Editorial Alaire

Rosario Martín escribió:Un poema precioso, compañera, los versos finales invitan a florecer.
Un placer de lectura, Pilar,un abrazo.

Pilar Morte escribió:Olvidé que la tierra era redonda
y huir llevaba al punto de partida,
que el dolor muchas veces no es amor.

Olvidé que reír no gusta a los fantasmas,
que repetimos los secretos de la infancia,
que se añoran abrazos que no fueron dados
y dejaron un hueco de besos.

Olvidé que, a veces, la frase no tiene significado
y es rutina de gestos,
que los labios se pintan con la sangre del alma,
que el sentido del vencido es volver a empezar.

Olvidé que entregarse no es aniquilarse,
que guardar en la mente líquenes oxidados
te acerca al suicidio
y aleja el mirar dulce del amor.

Olvidé que la vida sigue
aunque vivas la sed en pozos vacíos
y que si pones fuerza al empuje de los otros
consigues llenar los pulmones de vida.

Olvidé
que dejar salir el alma
deshace la cárcel del miedo,
que la nada no recoge
la energía que dejan los huesos,
que recluirse en el pensar vencido
es nido de tristeza,
que vibrar en la música
es edificar el universo en el alma,

que resucitar es decir sí.

Hoy leí el libro de olvidos
el que lleva a construir la vida
a partir de sus recuerdos.

Julio Gonzalez Alonso escribió:Una serie de olvidos para reflexionar en este bello poema con la anáfora como figura principal. Un abrazo, Pilar.
Salud.

R. M. Alemán escribió:recordar es nadar en la abundancia... me lo ha susurrado el poema... Magnífico en sí. Te felicito, Pilar. Gracias.

Abrazo
Rosa

Alejandro Costa escribió:Pero no olvidaste escribir.

Me ha encantado, Pilar.

Creo que todos olvidamos demasiado y que ese libro de los recuerdos tendría que estar encima de nuestra mesa.

Un beso.

Ramón Castro Méndez escribió:Excelente poema, amiga Pilar, con un estupendo remate. Hay una belleza delicada e inteligente en cada verso.
Mi aplauso y felicitación.

Un afectuoso abrazo.

xaime oroza carballo escribió:

Pilar Morte escribió:Olvidé que la tierra era redonda
y huir llevaba al punto de partida,
que el dolor muchas veces no es amor.

Olvidé que reír no gusta a los fantasmas,
que repetimos los secretos de la infancia,
que se añoran abrazos que no fueron dados
y dejaron un hueco de besos.

Olvidé que, a veces, la frase no tiene significado
y es rutina de gestos,
que los labios se pintan con la sangre del alma,
que el sentido del vencido es volver a empezar.

Olvidé que entregarse no es aniquilarse,
que guardar en la mente líquenes oxidados
te acerca al suicidio
y aleja el mirar dulce del amor.

Olvidé que la vida sigue
aunque vivas la sed en pozos vacíos
y que si pones fuerza al empuje de los otros
consigues llenar los pulmones de vida.

Olvidé
que dejar salir el alma
deshace la cárcel del miedo,
que la nada no recoge
la energía que dejan los huesos,
que recluirse en el pensar vencido
es nido de tristeza,
que vibrar en la música
es edificar el universo en el alma,

que resucitar es decir sí.

Hoy leí el libro de olvidos
el que lleva a construir la vida
a partir de sus recuerdos.

Muy hermosa tu canción, Pilar. "Abraiante", sobrecogedora, azul como el canto de un petirrojo cuando se va la tarde con el río.
Un abrazo

Ángeles Hernández escribió:Hola Pilar,
Me he identificado tanto con tus versos que me he emocionado.
Felicidades por poner en palabras tan bien dichas lo que siento y , seguramente, sienten muchos.
Un poema muy hermoso
Un fuerte abrazo

Rafel Calle escribió:Tan bello como interesante trabajo, amiga Pilar.
Felicidades.
Abrazos.