Editorial Alaire

Ángeles,

me gusta el poema, amiga. Muy sentido y ordenado, muy bien contado. Los poemas familiares rememorativos llevan siempre un toque de ternura muy especial, que llega mucho. Tú has sabido darle ese sabor con finura.

Abrazos.

Son las dos de la madrugada, mi insomnio me mantiene en pie de lucha, y he pasado a leer algún que otro poema. Aquí he puesto freno a mi andadura nocturna para leer un poema pleno de puro sentimiento filial, común a todos los seres humano a una madre que tanto adoramos,

La precisión rítmica es exacta. Sentido de todas las maneras, pensado con la emoción y con el pensamiento, ver con claridad para escribir justo; conocerse sin fingimiento alguno lo que brota de tu intelecto. Cuanto más lo leo, contemplo el flujo de tu pensamiento más profundo hasta identificarme totalmente con el. Mis felicitaciones sinceras, Ángeles.

Desde nuestra isla, un enorme abrazo.
José Manuel F. Febles

Hola Sergio, tu breve comentario se ha hecho enorme para mí. Me parece increíble que alguien como tú me diga que le gusta mi forma de hacer poesía. Un millón de gracias, Oncina.
Un abrazo

Rafael C. , gracias por tus palabras.
Un abrazo

Hola Ricardo, gracias a ti por pasarte y por tus palabras.
Un abrazo

Admirado Armilo, te agradezco tus palabras. Me alegra que te gustara.
Un abrazo

Pablo, gracias por tu análisis y tu amables palabras.
Un fuerte abrazo

Admirado José Manuel, ¿qué puedo decir ante tu comentario?. Solo puedo añadir que el poema está escrito con mucho sentimiento. Mi madre falleció a la edad de 93 años. No tenía apenas estudios y era muy reservada, pero al final de su vida tuvimos largas conversaciones en las que me enseñó muchas cosas. No he conocido a nadie con tanta bondad y con la mente tan abierta como ella, a pesar de haber vivido muchas penurias y de haber pertenecido a una generación que sufrió tanto en la posguerra española en nuestras islas. Jamás le oí una palabra ofensiva contra nadie. Ojalá me pareciera a ella.
Por todo esto, agradezco infinitamente tus palabras.
Un fuerte abrazo desde nuestra isla, Maestro.