Ecos en Tarazona

[Julio Gonzalez Alonso]

Aunque lo leí en su momento se ve que no tuve ocasión de comentarte que lo bueno del poema fue todo lo bueno de tu cálida acogida en Tarazona, encuentro memorable e inolvidable. Gracias, Pilar.
Salud.

[E. R. Aristy]

Se fueron las voces,
la dicha que alargaba los abrazos
al fundirse con la piel del alma.

La casa en silencio conserva ecos de música,
versos que evocan sangre de poetas.

Se fueron sin morir,
y el huerto añora en higueras y olivos
frutos donde colgar los versos
que se posan cerca del amor.

La entrada del aire no oprimió la garganta,
resucitando la conciencia de la voz,
el temblor de vivir.
Se cerraron ventanas al viento que derrota
y todos respiramos versos, música templada.

Juntos, los amigos tenían
su virtud de resucitados
igual que recién nacidos,
abriendo el libro de ilusiones,
el sueño inocente de los poetas.

Se marcharon,
y a todos nos quedó una parte de todos,
poemas que escribimos con abrazos
y en las cuerdas de guitarra al son de samba,
del alba que quedó en la luz.

Ya no están,
y en cada inspiración regreso
a la vibración de las almas,
a vosotros, amigos-poetas.

Maravilloso poema, Pilar, realmente entrañable. Un abrazo grande, ERA

[Pilar Morte]

Gracias, queridos amigos Antonio, Julio y E.R.A por dejar palabras tan gratificantes.
Abrazos