Editorial Alaire

Me ha ido bien, Roxane, eso de ir preguntando por ti a los caminos, ya dije algo, dejé abierta una pregunta, volví a los poemas de amor ambientados en una ciudad portuaria. De todos los que escribí con este asunto este es el que prefiero, supongo que porque aparecen lugares que no olvidaré nunca, quizás porque Georgia duerme en el cine de al lado o porque nos resistamos a creer que el tiempo lo mata todo. Sé que resistiremos siempre por lo que nuestros mayores nos dijeron un día.

Muchas gracias, un abrazo.

Aquí me veo, Óscar, sin una Hydra oculta que pueda evocarme lo perdido mientras escribía poemas de Cohen en las paredes del templo que consagraron a la poesía, mientras escuchaba el clamor de las olas en la escollera del puerto, mientras no podía renunciar al amor de siempre.

Un abrazo, Óscar, muchas gracias por regalarme la belleza y la hondura de tu comentario.