Editorial Alaire

Muchas gracias por tus palabras y por tu tiempo en mi ventana querida Sara. No se imagina el milagro de la palabra, sin personas como tú.

Mi admiración y mi abrazo en la distancia

Hermoso poema, querido amigo Just.
Consigues buenas imágenes en el transcurso de un trabajo que me ha parecido bastante decidor.
Por lo demás, estoy de acuerdo con los comentarios de los compañeros que me han precedido.
Ha sido un placer leerte.
Te mando un fuerte abrazo.

El viento como coco, como tul de la muerta que toca el cuello. El mar de la cabezas cortadas, sanguíneo y helado como un rubí.
La quietud. Los filos de la quietud.



Todas estas imágenes se engarzan suavemente como un aliento en otro al borde de un beso.



Y digo que se componen con plasticidad, en colores pasteles, en palidez, ya que se van tomando de la mano la una a la otra y caminan con las cabelleras levantadas.



Me ha gustado mucho el carro pequeño como un ciervo y las luces del edificio blanco.



Ha resultado una cacería misteriosa, casi como el negro interior de una chistera, o el reflejo de un cuervo en el agua de la lluvia.



Me gusta.



Un saludo cordial para ti desde Buenos Aires, a 400 Km del Mar de Alfonsina.



Rafael

Muchas gracias por todos tus comentarios Sara, no sabes como aprendo de cada cosa que me dices.

Te abrazo en esta noche lluviosa

Felicidades, Just. Tus poemas son siempre un valor seguro, una lectura sorprendente, un decir maduro.
Salud.