Editorial Alaire

Ara López escribió:


Eres el brillo errante de la flor marchita,
una promesa jamás cumplida que no se vence.
El dolor incesante de la piel apagada,
el reclamo cansino de los labios hambrientos.

Eres la esencia que duele.
El que se marcha pero no se despide nunca.
El que corta las alas del ave para poder,
sin escape alguno, poseer su belleza.

Eres la herida disfrazada.
El amor.

Marisa Peral escribió:

Ara López escribió:


Eres el brillo errante de la flor marchita,
una promesa jamás cumplida que no se vence.
El dolor incesante de la piel apagada,
el reclamo cansino de los labios hambrientos.

Eres la esencia que duele.
El que se marcha pero no se despide nunca.
El que corta las alas del ave para poder,
sin escape alguno, poseer su belleza.

Eres la herida disfrazada.
El amor.

Aciertos destacables en ese poema pero...
Si un amor nos corta las alas, de verdad Ara, no es amor.

Un gusto leerte.
Abrazo fuerte.

Ara López escribió:Eres la compañía de mi sombra,
quien despierta mi soledad en medio de la noche.
Un recuerdo convertido en eco
que disfruta atormentándome con tu nombre.
Eres lo que intenta llenar el vacío siendo el vacío mismo.

Eres el brillo errante de la flor marchita,
una promesa jamás cumplida que no se vence.
El dolor incesante de la piel apagada,
el reclamo cansino de los labios hambrientos.

Eres la esencia que duele.
El que se marcha pero no se despide nunca.
El que corta las alas del ave para poder,
sin escape alguno, poseer su belleza.
Eres el agua que de tanto acariciar la roca,
la erosiona y la consume.

Eres la herida disfrazada.
El amor.

Ramón Castro Méndez escribió:Muy buen poema, Ara. La herida tiene la luminosidad de tus versos.

Aplausos y abrazos.

E. R. Aristy escribió:

Ara López escribió:Eres la compañía de mi sombra,
quien despierta mi soledad en medio de la noche.
Un recuerdo convertido en eco
que disfruta atormentándome con tu nombre.
Eres lo que intenta llenar el vacío siendo el vacío mismo.

Eres el brillo errante de la flor marchita,
una promesa jamás cumplida que no se vence.
El dolor incesante de la piel apagada,
el reclamo cansino de los labios hambrientos.

Eres la esencia que duele.
El que se marcha pero no se despide nunca.
El que corta las alas del ave para poder,
sin escape alguno, poseer su belleza.
Eres el agua que de tanto acariciar la roca,
la erosiona y la consume.

Eres la herida disfrazada.
El amor.

Brillantes imágenes Ara. Nos ofreces perspectivas nuevas, hermosas! ERA