Leyendo estuve esos sueños en donde tanto cabe y por los que seguimos transitando, en ocasiones dejando libre una distancia para poder ver con más que los ojos.Mirta Elena Tessio escribió:Vicent, estas en lo cierto cuando no tienes empatia con el humano corriente.Alonso Vicent escribió:En ocasiones creo que soy un extraterrestre
(sí, ya lo he dicho en algún que otro poema)
que llegó por azar y que con un par de naranjas se las compone
para no largarse ni que lo larguen.
Por lo que tengo comprobado,
los humanos son muy predecibles
aunque sean o no sean vegetarianos,
aunque se escondan en castillos,
en fuertes o de ellos mismos;
aunque digan que buscan y pocas veces encuentren algo.
Los humanos tienen costumbres y credos
en los que no se han parado a pensar si creen.
Tienen dolores y rosarios
y hasta cuentan las cuentas más incontables.
Los humanos se enzarzan por nada
y sacan pecho
(incluso la variante masculina aunque no los tenga),
y, sin embargo, creen en mentiras que los acomodan.
Los humanos hablan con argumentos que no son suyos,
de oídas y sin oírse.
Miran y ven lo que les interesa
y pierden interés cuando se empeñan.
Una parte de ellos come a horas y a deshoras,
otra cuando puede
y otra se desmaya hasta la muerte.
Sospecho que ellos,
como yo,
detrás de un ombligo que camufla un estómago
también se sienten diferentes.
Tu poema apura mi pluma para terminar mi tercer encuentro de El sueño de los otros.
Tengo algo que decir al mundo todavía. En el amor somos más de lo que creemos ser
no lo digo yo, la experiencia me lo dice, y me lo confirman tus versos.-
Un abrazo compañero.-
Muchas gracias, Mirta, por la mirada y la presencia.
Un abrazote desde este Mediterráneo en donde siguen las tormentas de finales de verano.