Editorial Alaire

Hola Ramón!

Veo muchos poetas conocidos por aqui y que bueno verte... yo soy nuevo, de momento.

He leído tu poema y me gusta. Como siempre, excelente.

Un abrazo.

Gio.

Dereck Uzcátegui escribió:Sincerement, la desnudez del contexto tiene cierta profundidad que estable una percepción cadente hacia los sentidos. Su estilo clásico y sus metáforas muestran una sinfonía que a mi parecer dejan ver lo inédito de un exquisito sentir.

Es un gusto maniático pasar por su lugar.

¡Salud por hoy y siempre!

PD:- Su poema me aumento las ganas de seguir visitando ésta casa. :-#

Te agradezco el amable comentario, Dereck. Sigue visitando este sitio, no te defraudará. Salud.

Cavicchia escribió:Veo este buen poema y es demasiado tentador no dejar mis saludos a tu poesía que siempre sorprende por su vuelo y calidad y a vos, por tu recta condición de hombre de letras.

Me alegro de tu vuelta, Gustavo. Que sea por mucho tiempo. Gracias y un abrazo.

Un hermoso poema, amigo Ramón, que ha sido un placer leerte.
Con tu proverbial habilidad para componer imágenes personalísimas ofreces una pieza que llama a la relectura.
TE MANDO UN FUERTE ABRAZO.

Mantengo un estrecho vínculo con la Torre desde que, estando en el ejército (1981-82), me vi forzado a realizar decenas de patrullas nocturnas (refuerzos de las guardias) a sus pies, custodiando el polvorín de Punta Herminia. Recuerdo la primera vez que pasé la noche allí: la humedad de las mantas y la ropa, el viento que azotaba las capas que, a manera de guardias civiles, nos poníamos para protegernos de las inclemencias del tiempo, que producían secos chasquidos al impactar contra los costados, las luces de los barcos y el estruendo del oleaje que parecía venir de un gigantesco pozo negro. También recuerdo los trayectos montados en el camión militar desde el cuartel de Atocha hasta el polvorín, recorriendo las calles de A Coruña, como presos condenados a un pequeño suplicio, intentando recolectar alguna mirada comprensiva entre los peatones, que miraban sin ver: unos veinte minutos de esperanza.

Tu poema, amigo Ramón, contiene también esas vivencias, contiene mar e historias de piratas, y, en especial, es reflejo de esa inexplicable melancolía que allí lo impregna todo como si de una lluvia benéfica se tratara. Tu descripción de tan insigne monumento es precisa como sólo puede serlo la poesía.

Un abrazo,

Esteban

Giovanni Collazos escribió:Hola Ramón!

Veo muchos poetas conocidos por aqui y que bueno verte... yo soy nuevo, de momento.

He leído tu poema y me gusta. Como siempre, excelente.

Un abrazo.

Gio.

Hola, Gio, me alegra verte por aquí. Un abrazo, amigo.

Rafel Calle escribió:Un hermoso poema, amigo Ramón, que ha sido un placer leerte.
Con tu proverbial habilidad para componer imágenes personalísimas ofreces una pieza que llama a la relectura.
TE MANDO UN FUERTE ABRAZO.

Gracias, Rafael, por tu amable comentario. Te mando un fuerte abrazo.

Esteban Granado escribió:Mantengo un estrecho vínculo con la Torre desde que, estando en el ejército (1981-82), me vi forzado a realizar decenas de patrullas nocturnas (refuerzos de las guardias) a sus pies, custodiando el polvorín de Punta Herminia. Recuerdo la primera vez que pasé la noche allí: la humedad de las mantas y la ropa, el viento que azotaba las capas que, a manera de guardias civiles, nos poníamos para protegernos de las inclemencias del tiempo, que producían secos chasquidos al impactar contra los costados, las luces de los barcos y el estruendo del oleaje que parecía venir de un gigantesco pozo negro. También recuerdo los trayectos montados en el camión militar desde el cuartel de Atocha hasta el polvorín, recorriendo las calles de A Coruña, como presos condenados a un pequeño suplicio, intentando recolectar alguna mirada comprensiva entre los peatones, que miraban sin ver: unos veinte minutos de esperanza.

Tu poema, amigo Ramón, contiene también esas vivencias, contiene mar e historias de piratas, y, en especial, es reflejo de esa inexplicable melancolía que allí lo impregna todo como si de una lluvia benéfica se tratara. Tu descripción de tan insigne monumento es precisa como sólo puede serlo la poesía.

Un abrazo,

Esteban

Yo también hice el servicio militar y recuerdo, como tú ,las guardias como algo poco agradable, eso si el clima era más benigno(Canarias). El entorno de la torre en invierno es duro pero seguro que también conservas en tu retina bellas e inolvidables imágenes de ese lugar para mi mítico. Gracias, Esteban, por ese comentario tan personal que me ha encantado. Un abrazo.

He estado muchas veces en en el incomparable enclave de la Torre de Hércules; y tu impresionante imaginaría poética se despliega en todo su esplendor para atrapar todos los fantasmas marino, vientos y pájaros que ese lugar puede sugerir.

Todo un placer de salitre tus versos.

J. J. M. Ferreiro escribió:He estado muchas veces en en el incomparable enclave de la Torre de Hércules; y tu impresionante imaginaría poética se despliega en todo su esplendor para atrapar todos los fantasmas marino, vientos y pájaros que ese lugar puede sugerir.

Todo un placer de salitre tus versos.

Siendo paisano mio esperaba que leyeras este poema, J.J. Gracias por tus palabras. Unha aperta.

Me gusta la fantasía.Aunque tal vez,haya existido la historia.
Mirar éste poema me da mucha fortaleza.Como la que a tí te da el faro.
Me gustó mucho tu mensaje.
Un abrazo y un beso,
Juan Cruz.

Acabo de llegar de mi querida y brumosa Coruña, y leo tu poema. Hermoso texto, hermosa torre, Ramón.

F.-

Juan Cruz Bordoy escribió:Me gusta la fantasía.Aunque tal vez,haya existido la historia.
Mirar éste poema me da mucha fortaleza.Como la que a tí te da el faro.
Me gustó mucho tu mensaje.
Un abrazo y un beso,
Juan Cruz.

Gracias, Juan, me alegra que te guste el poema. Un abrazo mio y un beso de parte de mi hijo Juan.

federico ruibal escribió:Acabo de llegar de mi querida y brumosa Coruña, y leo tu poema. Hermoso texto, hermosa torre, Ramón.

F.-

Hola, Federico, espero que hayas disfrutado de la estancia en nuestra ciudad. La verdad es que el tiempo no acompaña mucho pero la bruma también tiene su encanto. Un abrazo y gracias por comentar.