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Y visibles seguimos, que hay poco que esconder, pero sin renunciar a la expresión.Ana Muela Sopeña escribió:Un poema bellísimo sobre la invisibilidad que deja de existir al comprender la profundidad de tu poema.
Felicitaciones, Alonso
Un abrazo
Ana
La vida en sí ya resulta demasiado complicada, y al final nos hemos de quedar hasta sin nombre; pero escribir es aquí y ahora, aunque no seamos ningunos genios de las letras.carmen Parra escribió:Me han emocionado tus versos, me han parecido extraordinarios, las imágenes desde la diafanidad que dejas en ellos
desde la humildad que muestras y la belleza de la verdad me han fascinado
Te felicito Alonso
Un abrazo
Carmen
Hola Luis, que aquí seguimos ajenos a las modas, en la medida de lo posible, y componiéndolas mientras aún sigamos vivos. Las genialidades… ¡yo qué sé!Luis M. escribió:Es difícil escribir letras ajenas a uno, además lo sencillo está de moda. Pienso que lo más importante es intentar ser un poco original y escribir con un mínimo de inteligencia, y a ti te sobra de eso, jeje. Las genialidades solo se suelen reconocer como tal cuando el autor ya la ha palmao, ...y entonces pa qué le valen ya. Un abrazote amigo.
Muy agradecido, Carlos; que vale más dormir bien que subir muy alto.Carlos V. escribió:Me ha gustado mucho Alonso, me ha dejado un sabor placentero que sin duda me ayudará a conciliar el sueño. Gracias por compartir.
Un abrazo.
Pues hasta la Marina Alta que te mando un abrazo. Solemos ir mucho por ahí a pelearnos con los naranjos y las naranjas, je je.Carmen Pla escribió:Cierto, Alonso. Todo que no es poco...
Un poema con sentido común que llega con chispa al lector.
Hoy te saludo desde la marina alta.
Un abrazo
Me llega la brisa del mar con tu comentario, Concha; que desde el refugio de montaña lo veo en los días claros, y hasta llega la brisa… pero justo allí se mezcla con el poniente.Concha Vidal escribió:--------------------------------------------Alonso Vicent escribió:Yo no he escrito nunca "Los versos más tristes esta noche",
ni un “Arte poética” que no sea de andar por casa;
yo no tengo unos “Campo de Castilla”
ni un palomar de “Las cartas”.
Mis letras son sencillas,
mis imágenes demasiado claras.
No tengo ninguna obra maestra de la que no me considere su alumno;
es más, las obras me declaran.
La tristeza la llevo abrazada de continuo,
aunque me saque a bailar cada mañana.
La alegría, ¿qué puedo decir?,
es mi aliada.
Las obras son, tan solo, aquello por lo que nos conoceremos:
las mías, las tuyas y otras tantas.
Me suena otros ojos tanto como los míos,
reconozco mis rasgos al mirarme en las caras,
tengo de invisible lo mismo que de piedra;
la transparencia y la textura me delatan…
…Y las letras, y los poemas;
todo, todo, todo, que no es nada.
Si el principio atrapa, el final es contundente, como el choff¡ de nuestro mar contra las rocas, así chofff¡
Y como no sé qué más puedo decirte que no haya dicho ya con sólo estas palabras, pues una abraçada de mar compartido.
Muchas gracias, Rafael, y un abrazo desde estos campos de naranjos.Rafel Calle escribió:Hermoso e interesante trabajo, amigo Alonso.
Abrazos.
Muchas gracias, compañero; que siempre es un placer saber que las letras llegan… aunque se escriba por el mero gusto de escribir.Rafael Valdemar escribió:Buen poema nos dejas Alonso con notoria estética literaria. Me gustó
saludos
rafael
Muy agradecido, Pablo, por esa mirada a la expresión que tanto dice de nosotros mismos.Pablo Ibáñez escribió:Y así es Alonso,
¿Qué son las obras? ¿Qué es todo, sino nada? Me ha gustado este poema reflexivo y valiente, muy bien terminado, muy cerradito.
Un abrazo
Tus versos llegan claros y sinceros con su belleza interior, gran poema que ha sido un placer leerte, un abrazo.Alonso Vicent escribió:Yo no he escrito nunca "Los versos más tristes esta noche",
ni un “Arte poética” que no sea de andar por casa;
yo no tengo unos “Campo de Castilla”
ni un palomar de “Las cartas”.
Mis letras son sencillas,
mis imágenes demasiado claras.
No tengo ninguna obra maestra de la que no me considere su alumno;
es más, las obras me declaran.
La tristeza la llevo abrazada de continuo,
aunque me saque a bailar cada mañana.
La alegría, ¿qué puedo decir?,
es mi aliada.
Las obras son, tan solo, aquello por lo que nos conoceremos:
las mías, las tuyas y otras tantas.
Me suena otros ojos tanto como los míos,
reconozco mis rasgos al mirarme en las caras,
tengo de invisible lo mismo que de piedra;
la transparencia y la textura me delatan…
…Y las letras, y los poemas;
todo, todo, todo, que no es nada.
Vengo por mi ración de naranjas, verso y café,Alonso Vicent escribió:Uy el arte, elarte… con lo friolero que soy yo.Rosario Martín escribió:Tienes la humildad de los grandes
y hablo de los que tienen un corazón
que no les cabe en el pecho.
Del arte ya hablaremos otro día, amigo entero,
cuando la emoción no me nuble los ojos...
Un beso
De momento vamos a servirnos unos “cafeses”, que es jueves y con un poco de suerte (si a la Violeta le dan fiesta) me voy a mi país de las piedras hasta el lunes. La mayor grandeza es que nos respete la salud… y seguimos hablando.
Besos con naranjas y una cucharadita de azúcar… para el café.
Muy agradecido, Celia, por esta presencia en este espacio compartido que invita a escribir por mor al arte... o por necesidad.Cecilia Martos escribió:Tus versos llegan claros y sinceros con su belleza interior, gran poema que ha sido un placer leerte, un abrazo.Alonso Vicent escribió:Yo no he escrito nunca "Los versos más tristes esta noche",
ni un “Arte poética” que no sea de andar por casa;
yo no tengo unos “Campo de Castilla”
ni un palomar de “Las cartas”.
Mis letras son sencillas,
mis imágenes demasiado claras.
No tengo ninguna obra maestra de la que no me considere su alumno;
es más, las obras me declaran.
La tristeza la llevo abrazada de continuo,
aunque me saque a bailar cada mañana.
La alegría, ¿qué puedo decir?,
es mi aliada.
Las obras son, tan solo, aquello por lo que nos conoceremos:
las mías, las tuyas y otras tantas.
Me suena otros ojos tanto como los míos,
reconozco mis rasgos al mirarme en las caras,
tengo de invisible lo mismo que de piedra;
la transparencia y la textura me delatan…
…Y las letras, y los poemas;
todo, todo, todo, que no es nada.
Cecilia