Re: Geografía del rostro
Publicado: Mié, 28 Mar 2018 18:12
Gracias, Pilar, eres muy amable. Besos.Pilar Morte escribió:Magnífico, Ramón, este poema que refleja lo que fue y lo vivido. Me ha encantado.
Besos
Pilar
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Gracias, Pilar, eres muy amable. Besos.Pilar Morte escribió:Magnífico, Ramón, este poema que refleja lo que fue y lo vivido. Me ha encantado.
Besos
Pilar
Te agradezco esas generosas palabras. Un abrazo, Carmen.Carmen Pla escribió:Tu poesía es fascinante, Ramón.
Logras realmente obras poéticas muy bellas.
Siempre un placer leerte.
Un fuerte abrazo
Gracias, Armilo. Un abrazo.Armilo Brotón escribió:¡Fantástico Ramón!
Un abrazo
Gracias, Luis, por la lectura y el amable comentario. Un abrazo.Luis M. escribió:Un poema muy hermoso y con el sello de calidad que siempre acompaña tu poesía. Un abrazo, Ramón.
Gracias por tu generosidad, Celia. Un abrazo.Celia Puerta escribió:Espléndido poema, Ramón. Un placer.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu lectura y palabras, Guillermo. Un abrazo.Guillermo Cuesta escribió:Magnífico el espejo que has puesto y dispuesto para resaltar las fórmulas del rostro
que no desea volver a las andadas sino recrear la geografía del futuro.
Un abrazo
É coma a faciana dun vello mariñeiro, sempre soñando novos ronseis.Ramón Carballal escribió:Una vez fue lisura,
seda, organdí
el mapa de mi frente.
Hoy son ríos olvidados
que surcan mi inquietud.
Los ojos guardan afluentes,
rojos afluentes,
de insomnios y piedad.
Las mejillas caen como meteoros azules
al jardín de la mueca,
al músculo que descubre la risa.
Los poros, sí, los poros escriben dentro
historias invisibles,
el pómulo reivindica su orgullo,
quizá el espolón que enfila la noche.
Debajo de un abril de pestañas
la lívida laguna del dolor,
también la sombra de todos los equinoccios
que han llorado en un iris.
El mentón se alza como un gallo noble
hasta la desnudez del labio,
se agrietan las verdades de la piel,
los istmos perfilan la oscura senectud del tiempo.
Y te ves en el cristal
sin querer la impronta del número que te habita
y que se llama años,
cicatriz de una herida
en este rostro
al que ya no pretendes regresar.
É coma a faciana dun vello mariñeiro, sempre soñando novos ronseis.Ramón Carballal escribió:Una vez fue lisura,
seda, organdí
el mapa de mi frente.
Hoy son ríos olvidados
que surcan mi inquietud.
Los ojos guardan afluentes,
rojos afluentes,
de insomnios y piedad.
Las mejillas caen como meteoros azules
al jardín de la mueca,
al músculo que descubre la risa.
Los poros, sí, los poros escriben dentro
historias invisibles,
el pómulo reivindica su orgullo,
quizá el espolón que enfila la noche.
Debajo de un abril de pestañas
la lívida laguna del dolor,
también la sombra de todos los equinoccios
que han llorado en un iris.
El mentón se alza como un gallo noble
hasta la desnudez del labio,
se agrietan las verdades de la piel,
los istmos perfilan la oscura senectud del tiempo.
Y te ves en el cristal
sin querer la impronta del número que te habita
y que se llama años,
cicatriz de una herida
en este rostro
al que ya no pretendes regresar.
Grazas polas túas palabras, Xaime. Unha aperta, meu.xaime oroza carballo escribió:É coma a faciana dun vello mariñeiro, sempre soñando novos ronseis.Ramón Carballal escribió:Una vez fue lisura,
seda, organdí
el mapa de mi frente.
Hoy son ríos olvidados
que surcan mi inquietud.
Los ojos guardan afluentes,
rojos afluentes,
de insomnios y piedad.
Las mejillas caen como meteoros azules
al jardín de la mueca,
al músculo que descubre la risa.
Los poros, sí, los poros escriben dentro
historias invisibles,
el pómulo reivindica su orgullo,
quizá el espolón que enfila la noche.
Debajo de un abril de pestañas
la lívida laguna del dolor,
también la sombra de todos los equinoccios
que han llorado en un iris.
El mentón se alza como un gallo noble
hasta la desnudez del labio,
se agrietan las verdades de la piel,
los istmos perfilan la oscura senectud del tiempo.
Y te ves en el cristal
sin querer la impronta del número que te habita
y que se llama años,
cicatriz de una herida
en este rostro
al que ya no pretendes regresar.
Moi bo, Ramón
Unha apera aperta, meu