Re: Café y violín
Publicado: Mar, 12 Dic 2017 19:24
En cualquier caso trasmites visiones serenas que aprecio. Felicidades.
Un abrazo.
Ignacio
Un abrazo.
Ignacio
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Qué entrañable es la música de violín; y con un café y la soledad que nos acompaña, puede desnudarnos hasta el alma.Pilar Morte escribió:La taza de café y un sueño,
un violín que se oiga al otro lado
donde se eriza la piel, y el corazón se une a su compás.
Hoy vienes soledad por compañía,
claustro donde cobijo las aves de mis vuelos,
la razón silenciosa del juego de la vida.
Este minuto se une eterno al cosmos;
gravita de una estrella, y despierta en mi mente
cuando humea el aroma en mi garganta.
Me sobran las paredes, los cuadros y jarrones;
desnudo el cerebro del frío,
y las plantas se miran en mi espejo.
Puedo sonreír al aire,
y él me devuelve la respiración lenta,
la paz del que separa los dedos de las manos
para que escapen los restos de la noche.
Hoy sólo pido,
para reconciliarme conmigo,
un violín que se oiga cercano
e invada la raíz de los sentidos.
Que me digas eso me llena de alegría, tú, que eres un lujo de alaire. Gracias.Ramón Carballal escribió:Precioso poema, Pilar. Escribes estupendamente. Un abrazo.
Pilar Morte escribió:Pues te tomo la palabra y me uno al café y los violines. Gracias, amigo, por venirGuillermo Cuesta escribió:Yo te invito al café y llamo con ahínco al fervor de los violinistas para al menos uno se te pongo a dar favor y gusto a
tu razón, alma y oídos.
Poco pides para lo bien que inspiras.
Un abrazo
Besos
Pilar
Pilar Morte escribió:
Hoy sólo pido,
para reconciliarme conmigo,
un violín que se oiga cercano
e invada la raíz de los sentidos.
Gracias, Ana, por tu cercanía a estos sencillos versos. AbrazosAna Muela Sopeña escribió:Precioso, Pilar, cada vez escribes con más suavidad y lirismo y a mí me gusta.
Enhorabuena
Un beso
Ana
Pilar Morte escribió:La taza de café y un sueño,
un violín que se oiga al otro lado
donde se eriza la piel, y el corazón se une a su compás.
Hoy vienes soledad por compañía,
claustro donde cobijo las aves de mis vuelos,
la razón silenciosa del juego de la vida.
Este minuto se une eterno al cosmos;
gravita de una estrella, y despierta en mi mente
cuando humea el aroma en mi garganta.
Me sobran las paredes, los cuadros y jarrones;
desnudo el cerebro del frío,
y las plantas se miran en mi espejo.
Puedo sonreír al aire,
y él me devuelve la respiración lenta,
la paz del que separa los dedos de las manos
para que escapen los restos de la noche.
Hoy sólo pido,
para reconciliarme conmigo,
un violín que se oiga cercano
e invada la raíz de los sentidos.
Gracias, querido amigo, por acompañar estos versos con tu apreciada palabraArmilo Brotón escribió:Pareces que esté viendo esa escena tan hermosamente puntualizada en tus versos. Sabes transmitir la emoción del instante en unos versos delicados, hondos, sentidos.
Un abrazo muy grande.
Gracias, Carlos por visitar estos versos y dejar tu amable palabraCarlos Justino Caballero escribió:Siempre es placentero visitarte, Pilar! Bello!Pilar Morte escribió:La taza de café y un sueño,
un violín que se oiga al otro lado
donde se eriza la piel, y el corazón se une a su compás.
Hoy vienes soledad por compañía,
claustro donde cobijo las aves de mis vuelos,
la razón silenciosa del juego de la vida.
Este minuto se une eterno al cosmos;
gravita de una estrella, y despierta en mi mente
cuando humea el aroma en mi garganta.
Me sobran las paredes, los cuadros y jarrones;
desnudo el cerebro del frío,
y las plantas se miran en mi espejo.
Puedo sonreír al aire,
y él me devuelve la respiración lenta,
la paz del que separa los dedos de las manos
para que escapen los restos de la noche.
Hoy sólo pido,
para reconciliarme conmigo,
un violín que se oiga cercano
e invada la raíz de los sentidos.