Editorial Alaire

J. J. Martínez Ferreiro escribió:Utilizando conscientemente "tacos" que en principio en poesía parece estropear la belleza del texto, precisamente por su utlilización el poema logra transmitir toda la fuerza y "cabreo" que el poeta quiere expresar.

Todo un placer de lectura, querida amiga.

Un bico.

Silvia Savall escribió:

Rosa Martín escribió:Al alma perezosa le cuesta abrir los ojos
y el corazón es una máquina que a veces se oxida...

Lo mejor de la espera es un café,
conectarse a la rabia,
abrir una página en blanco
y vomitar la mierda...
Gritar que estoy cansada;
cansada de extender los brazos,
del ya no puedo más
y de esperar ese puto milagro
en cuatro letras.
No te encabrones- ya lo ves-
todo me va de puta pena
y aunque digas que te importa un carajo
yo sé que hoy te hará más feliz
mi mala estrella...

Rosario Martín

A mí me hace feliz leerte, esa forma directa que clava.
Besitos compañera.

Concha Vidal escribió:"... yo sé que hoy te hará más feliz
mi mala estrella....."

Mira Rosa, dicho así, con ese énfasis y a lo largo del poema entero, yo también estoy segura que será más feliz.... y tú también, intuyo..
Abrazos mediterráneos.

carmen Parra escribió:Rosa, me gustó pasar por tus versos amiga
Un abrazo
Carmen

Ramón Castro Méndez escribió:Me ha gustado mucho este poema de "encabronamiento". Los primeros versos, me parecen simplemente geniales, y los tres últimos versos que lo rematan lo aúpan aún más.

Vaya mi felicitación.

Abrazos.

Alonso Vicent escribió:

Rosa Martín escribió:Al alma perezosa le cuesta abrir los ojos
y el corazón es una máquina que a veces se oxida...

Lo mejor de la espera es un café,
conectarse a la rabia,
abrir una página en blanco
y vomitar la mierda...
Gritar que estoy cansada;
cansada de extender los brazos,
del ya no puedo más
y de esperar ese puto milagro
en cuatro letras.
No te encabrones- ya lo ves-
todo me va de puta pena
y aunque digas que te importa un carajo
yo sé que hoy te hará más feliz
mi mala estrella...

Rosario Martín
2017

Estamos hechos de carne y sucesos, con múltiples conexiones para lo bueno y lo malo; quince de subida, treinta de bajada, y los milagros siguen siendo de pago generalmente.
Y si recogemos nuestros cansancios, los sentamos a una mesa y les servimos un café, ¿qué pasaría? Yo me pido carajillo.
A veces da la sensación de que los que no nos quieren disfrutan de los contratiempos ajenos.
Un directo más y tuyo a la buena poesía.
Besos, Rosario, y a por el día de descanso prometido... el domingo.

Hallie Hernández Alfaro escribió:De nuevo logras un poema redondo y muy bien plantado, querida Rosario; estos trabajos tuyos son árboles que ya pertenecen al sentir de la humanidad. Ah, y valerosos, mucho.

Abrazos.

Guillermo Cumar. escribió:Al dolor de tu poema le agobia la presión del día a día. Si no hay satisfacción en queja, al menos que haya
destrucción de la venganza pues es propicio y propio vivir en paz y encontrar cobijo en la templanza.

Un abrazo

Óscar Distéfano escribió:Un poema que me ha gustado leer. Tiene fuerza expresiva y un buen argumento. No sé si se hacía necesario llegar a las palabras ambiguas del repertorio del habla común; pero, debo admitir que no molesta, que en la poesía actual todo es válido siempre que exista lirismo, sustancia poética. Y tu poema lo tiene.

UN saludo cordial.
Óscar

Pablo Ibáñez escribió:Rosa,

me ha gustado el poema, amiga. Me gusta el tono descarnado, sin concesiones. Y mira que soy remilgado para los poemas con tacos, pero mira, ya es hora de cambiar.

Un abrazo.

José Manuel F. Febles escribió:Tu poema, compañera, expresa una realidad común a todos... y esas expresiones tan cotidianas, no le restan ningún valor poético, al quedar disipadas por el alto lirismo que le has otorgado. Espléndido.

Un abrazo grande, desde mi isla.

José Manuel F. Febles

Ramón Carballal escribió:Es muy difícil convertir lo cotidiano en algo trascendente, tú lo consigues con estos versos de dolor existencial sin concesiones a la galería. Me gustó mucho. Abrazos.