Muchísimas gracias Marimar por tu tiempo.Marimar González escribió:¡Qué intensa la tristeza apasionada que se derrama en el poema que asciende en su emotivo canto de ausencia!
Saludos, Silvia.
Abrazos.
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Muchísimas gracias Marimar por tu tiempo.Marimar González escribió:¡Qué intensa la tristeza apasionada que se derrama en el poema que asciende en su emotivo canto de ausencia!
Saludos, Silvia.
Muchísimas gracias Hallie por tu comentario.Hallie Hernández Alfaro escribió:Hermoso y profundamente transmisor, querida Silvia.
Felicitaciones sinceras y un abrazo de los grandes.
Muchas gracias Enrique.enrique garcia escribió:SIN PALABRAS, AMIGA MIA
UN BESO
Muchísimas gracias mi poeta.Carmen Pla escribió:Es tu canto y es tu voz, Silvia.
Con esa sensibilidad que te caracteriza y que me encanta leer.
Besos.
Este poema apreciado compañero habla sobre el maltrato y también de ausencias.Ramón Castro Méndez escribió:Un estupendo poema doliente que, a mi entender, habla de la ausencia de uno mismo . Lo dicho, precioso. Vaya mi aplauso y felicitación.
Abrazos.
Inmensamente feliz de que te guste.Francisco López Delgado escribió:¡Sentido poema. Bellísima voz. Extraordinaria declamación! Me ha encantado, amiga. Recibe un fuerte abrazo.
Muchas gracias Ramón por tu visita.Ramón Carballal escribió:Un precioso poema, Silvia. Abrazos.
Soy aprendiz de letras compañero. No sabes lo que me alegra que te haya gustado, me emociona.Jerónimo Muñoz escribió:Pero qué gran poeta eres, Silvia. Los gemidos que acompañan tu canto de amor hacen innecesaria cualquier música pues evocan más que cualquiera de ellas. ¡Y tu voz, tu entonación, tu alma que se desborda en cada verso...!
¡Qué gran poeta! ¡Qué bello poema!
Besos.
Jerónimo
Me gusta esa voz que con ternura contenida dice que basta ya de falsas esperas, y me gusta ese aroma que sostiene el anhelo de volver a la intensa inocencia del latido, y al tacto, y a las alas, y al campo abierto donde desplegar las alas de nuevos vuelos.Silvia Savall escribió:[BBvideo 560,340][/BBvideo]
Es viernes, entra la luz débilmente por la rendija de la ventana,
parece que tiene miedo de alumbrar el verde manzana de
nuestra habitación.
Cierro los ojos y puedo aún sentir el aroma que se desliza
por debajo de la puerta, huele a recuerdos, ellos me sostienen
de pie, junto a mi silla de ruedas.
Intento abrazar los mañanas con la intensidad e inocencia
de un niño, pero tus manos me quieren arrebatar el latido que
me dieron mis padres.
Dónde están tus dedos lentos llenos de caprichos, cuándo
volverá la lumbre a mi boca. Dime, cuántos golpes tengo que
soportar para oír tu antigua voz dorada.
Y miro las paredes que me custodian, los alambres de espino
que sujetan mi cuerpo para que no haga ruido.
¿Sabes? Yo ya no espero nada. Tengo rotas las alas, aquellas,
que una sola vez levantaron su vuelo.
Ojalá Alonso sea ninguna vez, ojalá no tengamos que escribir sobre esto.Alonso Vicent escribió:Me gusta esa voz que con ternura contenida dice que basta ya de falsas esperas, y me gusta ese aroma que sostiene el anhelo de volver a la intensa inocencia del latido, y al tacto, y a las alas, y al campo abierto donde desplegar las alas de nuevos vuelos.Silvia Savall escribió:[BBvideo 560,340][/BBvideo]
Es viernes, entra la luz débilmente por la rendija de la ventana,
parece que tiene miedo de alumbrar el verde manzana de
nuestra habitación.
Cierro los ojos y puedo aún sentir el aroma que se desliza
por debajo de la puerta, huele a recuerdos, ellos me sostienen
de pie, junto a mi silla de ruedas.
Intento abrazar los mañanas con la intensidad e inocencia
de un niño, pero tus manos me quieren arrebatar el latido que
me dieron mis padres.
Dónde están tus dedos lentos llenos de caprichos, cuándo
volverá la lumbre a mi boca. Dime, cuántos golpes tengo que
soportar para oír tu antigua voz dorada.
Y miro las paredes que me custodian, los alambres de espino
que sujetan mi cuerpo para que no haga ruido.
¿Sabes? Yo ya no espero nada. Tengo rotas las alas, aquellas,
que una sola vez levantaron su vuelo.
Maltrato cero; como decía mi abuelo, cuando algo o alguien no le gustaba, “carril i via ampla”.
Espero que esas “solo una vez” se conviertan en ninguna vez… de una vez por todas.
Encantado de leerte y de oírte, Silvia.
Besetsss.