La luz de los metales
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- Alonso de Molina
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re: La luz de los metales
nuevas lecturas
en esta ocasión, tal vez por sentirlo de manera especial,
me quedo con este mundo de inspiración que podemos sacar de este verso.
Yo no escribí los símbolos del agua
te aplaudo con mojitos de invierno (ahora más que yerbabuena
con más motivo el perejil que no refresca nada)
.
©Alonso de Molina
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J. Sabines
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re: La luz de los metales
Me gustó mucho y disfruté de la lectura cálida de tus palabras. Ha sido un placer estar en tus versos
Un abrazo
Pilar
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Pesquisas a la Carbonilla
Creo que es un estudio en casacada sobre los claroscuros, sobre los grises y los negros y los blancos. Resulta una dinámica en carbonilla. Los trazos son amplios. Los sustantivos son cercanos, arcanamente cercanos. Buscas. Rascas. Pelas. Desvelas.
Un dibujo que huele hondo a hierro y a limo. También a ocres abiertos.
Un saludo cálido para ti desde Buenos Aires y hasta otro poema
Rafael
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“Sólo aprendí la paz de la pobreza, la paz de estar desnudo en la temblanza, el gris amanecer de los metales.”
“Ya conocí la escasa soledad que las ventanas tienen,
el triste despertar de las cortinas,
el grito de la sed en los rosales.”
- Víctor Vergara Valencia
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Re: La luz de los metales
Es un conjunto tan repleto de imágenes, y de sensaciones tan acertadamente descritas que, sinceramente es digno de admirar. Y sus lecturas deja grandes placeres. Sus lecturas, porque es la característica de la poesía grande.
1
Pájaros, formas de haber amado lo volátil de la noche ...
Luz, hebra de inextinguible cauce...
Sustantivo sujeto, sin artículo, coma, seguido de su explicación; me ha cautivado y me ha parecido notable para anotar.
Yo descifré los últimos metales que en tu cuerpo giraron escondidos;
Un concepto y una imagen bellísima.
,el suelo abarcador de las raíces.
El calificativo -abarcador- no acaba de aceptarlo muy bien mi oido. Lo cual puede ser debido a un defecto anatómico mío

el gris amanecer de los metales.
Es bellísimo también.
2
donde los brotes de la luz forman el tiempo.
Me parece genial.
Explico tu ciudad....
Explico las campanas....
Explico sobre espejos....
Estas tres introducciones me parecen magníficas por cuanto se salen de la dinamica del poema, e introducidas en el contexto, rompen, dinamizan, despiertan, de una manera contundente. Muy a destacar para mi gusto en cuanto a elegancia que se le sigue sumando al poema.
Ya conocí la escasa soledad que las ventanas tienen,
el triste despertar de las cortinas,
el grito de la sed en los rosales.
Estos versos probablemente los siento de una manera diferente a como debiera sentirlos. Y tanto es así, que al leerlos siempre sustituyo -excesiva- por -escasa-. Los contemplo como tres versos que pintan un cuadro de un tiempo pasado que fué menos agradecido.
En esta historia escribo sobre el fuego,
me vuelvo a despojar de la palabra, y escampo en los motivos de la lluvia.
Estos dos versos también me han parecido muy bellos y muy exactos de conceptos.
3
La noche va inusual y tú desnuda,
Bella esta personificación-traspolación.
Hubo en mi nombre párpados sin prisa: lugares donde hundir la sed y el frío.
Elegantísima forma de decirlo. Admirable.
asirme sin temor a tu quebranto,
Y aquí me encuentro con una palabra, -quebranto-, que parece que se pasa de poeta a poeta, quizá porque en algún momento sedujo por su belleza o musicalidad, pero que debido precisamente a su aparición tan frecuente, queda como un clavo remachado.
Hay otras muchas palabras que, a mi parecer, actualmente -en la actualidad- pueden enturbiar a un poema. Creo que si fuese cualquier palabra de uso ordinario o diario no ocurriría nada, pero al ser tan inusual, queda muy visible cuando se pasa de mano en mano. Es mi humilde opinión. Intento huir y sustituirlas por otras, aunque sean menos líricas.
Amé el amanecer bajo las flores, el círculo profundo de la luz, el ácido fluir de tu hermosura.
Bellísimo también, Benjamín.
4
Debajo de la noche el viento escribe en los cristales.
Bella manera de decir.
Hubo una luz herida en este parque, un pozo donde el miedo se fundaba, un árbol destinado a ser otoño.
Un remate afortunadísimo. Una manera elegantísima de sondear en aquello que no nos es agradable y al mísmo tiempo de destacar el brillo, las alas, del resurgir. Se siente casi -el agradecimiento-
En definitiva, un hermoso poema y muy trabajado, del que se aprende también. Y del que no puedo tomarme la libertad de decirte lo que le hecho en falta, simplemente porque entonces ya no sería tu estilo. Estaría sugiriéndote elementos del mio, jajaja

Todo lo escrito son humildes y atrevidas opiniones.
Mis mejores saludos y felicitaciones, Benjamín.
.
- Benjamín León
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Re: La luz de los metales
Benjamín León escribió:A Sara
“Eres pura, más pura todavía que yo”
Paul Eluard
1
Pájaros, formas de haber amado lo volátil de la noche y la imposible huella del rocío.
Luz, hebra de inextinguible cauce sobre el cuerpo que alimenta la sed y la tiniebla.
Yo no escribí los símbolos del agua,
no perpetré la forma a veces tierra de tu voz hecha caída y escaso regocijo en la espesura.
Yo descifré los últimos metales que en tu cuerpo giraron escondidos;
y fui el abrigo bajo el viento de las alas, la posibilidad futura de los astros, el suelo abarcador de las raíces.
Sólo aprendí la paz de la pobreza, la paz de estar desnudo en la temblanza, el gris amanecer de los metales.
2
Cuerpo que en ti renace: árbol, palabra o niño donde los brotes de la luz forman el tiempo.
Explico tu ciudad cuando abandona el grito matinal de la simiente.
Explico las campanas desmedidas queriendo hundirse en campo de la sombra.
Explico sobre espejos y espesuras, sobre el jardín y la humedad herida,
sobre el silencio
cuando cae.
Ya conocí la escasa soledad que las ventanas tienen,
el triste despertar de las cortinas,
el grito de la sed en los rosales.
En esta historia escribo sobre el fuego,
me vuelvo a despojar de la palabra, y escampo en los motivos de la lluvia.
3
La noche va inusual y tú desnuda, hemos nacido tantas veces y tantas veces hemos muerto.
Hubo en mi nombre párpados sin prisa: lugares donde hundir la sed y el frío.
Pero en las cruces viejas se pierden los relámpagos y todo se detiene en círculos de fuego.
Puedo augurar la luz en la tiniebla y asirme sin temor a tu quebranto, puedo asomar distante en la marea y ver como el invierno se deshace.
Llevo en la edad un voto de pobreza, pero tu nombre alumbra en el acero y forma su escritura de aire y sombra.
Amé el amanecer bajo las flores, el círculo profundo de la luz, el ácido fluir de tu hermosura.
4
Es posible formar el barro de mi voz.
Debajo de la noche el viento escribe en los cristales.
Los montes del ayer se incendian y la memoria esculpe su camino.
Hubo una luz herida en este parque, un pozo donde el miedo se fundaba, un árbol destinado a ser otoño.
Ahora canto al mundo de la niebla, al débil sollozar de tu ciudad esquiva, y al campo que te enciende los trigales.
...... además de que Huidobro tenía razón en lafrase de tu firma, tu poema, éste que acabo de leer, mejor releer, es sencillamente hermoso; y no debo decir más; Orión
- Benjamín León
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- J. J. Martínez Ferreiro
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re: La luz de los metales
Precioso y contundente de verdad.
<o> </o>
Todo un placer de lectura, querido amigo
- Benjamín León
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