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A mi me gusta que te guste esta paleta de colores y este febrero locuelo que se empeña en recordar.Raul Muñoz escribió:
Reencontrarse por el mar, vuelve un febrero coloreando el corazón.
Me gusta cómo empleas los colores en el poema.
Un placer leerte, Marisa
Abrazo.
Carmen Pla escribió:
Preciosas imágenes poéticas de un febrero lánguido.
Un placer, Marisa.
Un abrazo
Gracias Ana, mil gracias por esta valoración tan generosa y por el acierto en tus palabras.Ana Muela Sopeña escribió:Marisa:
Febrero ha sido convertido por ti en un marco muy elegante de tus sentimientos.
El poema funciona como un oxímoron perfecto. Por un lado está el mes que anuncia cambios, renacer (como mes anterior a marzo, comienzo de la primavera) y por otro tu corazón marchito.
Esta contradicción da alas al poema. Nos hace reflexionar sobre lo que nace y muere. Sobre lo que tiene tendencia a resurgir y lo que tiene tendencia a marchitarse y morir. En esta contradicción se halla la vida misma. Porque nacer y morir son parte de una línea continua. La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma (segunda Ley de la Termodinámica).
Bellísimo tu poema, compañera
Enhorabuena
Ana
Armilo Brotón escribió:
Como fondo el mar/Marisa al que sientes como Febrero en tu piel, trasladándonos una imagen nostálgica y llena de emoción por el paso del tiempo voraz pero al tiempo generador de nuevas perspectivas. Porque no todo es naufragar, queda ese barco en mi retina que me llena de ilusión y lanzo todavía la caña, como un viejo marinero, para sentir la emoción primitiva de la supervivencia, del acto animal controlado por el ansia de belleza.
Por aportar algo más en la crítica constructiva que alienta el foro te diría que el adjetivo carmesí está muy cercano semánticamente del sustantivo ababol, muy sonoro y significativo, para estar juntos en el mismo verso. No perdería un ápice, el sentido, con su elusión.
He sentido tu poema y me ha gustado leerte.
Un abrazo
Marisa Peral escribió:Febrero legaliza su inicio cada año
al profanar la espuma demorada en las orillas.
Un año y otro y más
como un barco que zozobra entre los escollos
y regresa con las redes desbordadas.
Ha llegado un febrero que se crece en las aristas
ante el grisnaranja del ocaso apasionado,
anaranjado occidental que alza su lienzo de ababoles
y tras él, un irrepetible soplo malvaañil
revolotea junto a los marítimos albatros.
Entre parabienes renace febrero, Atlántico
y plagado de ilusiones que nadando a la deriva
vuelven siempre a pedir su tributo
con su balance al día
y sin llevarse el aliento de este espacio de vida
que ha caído hasta el fondo del pozo.
Será febrero, finalmente, el auxilio imperioso
para la evocación del peregrinar de mis años,
el rayo redivivo para el encuentro oceánico
en el fondo agrietado de mi corazón marchito.
---
© MAR – Febrero17
Rafel Calle escribió:
Hermoso trabajo de Marisa.
A mi me gustó tu paso y tus palabras, Roxane, siempre llenas de ánimo y cariño.E. R. Aristy escribió:
Una dedicación y rededicación a continuar con la frente en alto, con el corazón en la mano como testimonio de coraje humano. Me gusta mucho éste Febrero, MAR. Abrazos, ERA
Marisa Peral escribió:
Febrero legaliza su inicio cada año
al profanar la espuma demorada en las orillas.
Un año y otro y más
como un barco que zozobra entre los escollos
y regresa con las redes desbordadas.
Ha llegado un febrero que se crece en las aristas
ante el grisnaranja del ocaso apasionado,
anaranjado occidental que alza su lienzo de ababoles
y tras él, un irrepetible soplo malvaañil
revolotea junto a los marítimos albatros.
Entre parabienes renace febrero, Atlántico
y plagado de ilusiones que nadando a la deriva
vuelven siempre a pedir su tributo
con su balance al día
y sin llevarse el aliento de este espacio de vida
que ha caído hasta el fondo del pozo.
Será febrero, finalmente, el auxilio imperioso
para la evocación del peregrinar de mis años,
el rayo redivivo para el encuentro oceánico
en el fondo agrietado de mi corazón marchito.
---
© MAR – Febrero17
Un poema muy hermoso, Marisa.Marisa Peral escribió:Febrero legaliza su inicio cada año
al profanar la espuma demorada en las orillas.
Un año y otro y más
como un barco que zozobra entre los escollos
y regresa con las redes desbordadas.
Ha llegado un febrero que se crece en las aristas
ante el grisnaranja del ocaso apasionado,
anaranjado occidental que alza su lienzo de ababoles
y tras él, un irrepetible soplo malvaañil
revolotea junto a los marítimos albatros.
Entre parabienes renace febrero, Atlántico
y plagado de ilusiones que nadando a la deriva
vuelven siempre a pedir su tributo
con su balance al día
y sin llevarse el aliento de este espacio de vida
que ha caído hasta el fondo del pozo.
Será febrero, finalmente, el auxilio imperioso
para la evocación del peregrinar de mis años,
el rayo redivivo para el encuentro oceánico
en el fondo agrietado de mi corazón marchito.
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© MAR – Febrero17
Alonso Vicent escribió:
Y volvemos todos los años al Febrero que nos nombra. Me gusta eso del “grisnaranja”, me recuerda mi día a día.
Desde este febrero mediterráneo se aprecia y se disfrutan las buenas letras.
Incluso los febreros nos muestran sus vistas, e invitan a recorrerlas.
Un abrazo Marisa.
Felipe Fuentes García escribió:
Un poema muy hermoso, Marisa.
"...entre parabienes renace febrero, Atlántico...
...el rayo redivivo para el encuentro oceánico..."
Me ha encantado leerte, amiga.
Recibe un abrazo.
Felipe.